Philips 7100 Smart LED 47" Full HD, análisis

Aunque la última edición de IFA, que, como sabéis, se celebró a principios de septiembre en Berlín, estuvo protagonizada en el ámbito de la imagen por los televisores UHD, también fue el escenario propicio para que los fabricantes diesen a conocer sus nuevas teles Full HD. Y Philips y TPV, las dos empresas que se aliaron hace tiempo para explotar juntas la marca Philips, no dejaron escapar la oportunidad de lucir «en sociedad» sus nuevas propuestas.

El televisor al que dedicamos este análisis, el Philips 47PFK7109, un modelo de 47 pulgadas dotado de un panel LED Full HD que pertenece a la serie 7100, es uno de los últimos lanzamientos de la marca. Es un producto de gama media/alta, lo que antes de analizarlo nos permitió intuir que debería ofrecernos una calidad de imagen muy interesante y una conectividad a la última manteniendo, a la par, un precio contenido. Veamos si ha superado nuestras expectativas.

Philips 7100 Smart LED, análisis en vídeo

Principales especificaciones

Características Philips 47PFK7109
Resolución 1.920 x 1.080 puntos
Tamaño 47 pulgadas
Panel LED Full HD
Refresco nativo / Refresco CMR 200 Hz / 600 Hz
Procesador Doble núcleo
Ambilight 2 lados / Ambilight + Hue incorporado
Sonido 20 vatios RMS (total) / Subwoofer integrado
Dual Play Sí (requiere gafas Dual Play)
Funciones Smart TV
Interacción con la tele Mando a distancia / App MyRemote
Puertos HDMI 4
Puertos USB 2.0 2
Tecnología Miracast
Grabación en disco externo
Componentes / SCART 1 / 1
WiFi integrado / Direct Sí / Sí
Eficiencia energética Clase A+
Tecnología 3D Pasiva
Gafas incluidas 4
Consumo estándar 46 vatios
Dimensiones con peana 1.061 x 620 x 241 mm
Peso con peana 14,2 Kg
Precio 1.264 euros

Diseño y construcción

Philips ha hecho un buen trabajo con el diseño de esta tele. Sus dos características distintivas son un marco bastante estrecho y con acabado metálico, y una peana estilizada que no resulta visualmente nada intrusiva, a diferencia de las que utilizan otras marcas en algunos de sus modelos, que, en mi opinión, son excesivamente llamativas y desvían la atención hacia el pie del televisor. Los marcos no son los más finos del mercado, pero sí de los más contenidos de los televisores en su franja de precios que he tenido ocasión de probar. Y la peana, que es metálica, ofrece la rigidez estructural que exige un televisor equipado con un panel de 47 pulgadas, así que no tengo nada que objetar en este apartado.

En lo que concierne a su construcción, y teniendo en cuenta que estamos ante un televisor que cuesta menos de 1.300 euros, y que, por precio y prestaciones, pertenece a la gama media/alta, tampoco puedo ponerle ninguna pega. El mecanizado del pie y el marco exterior no tiene nada que envidiar al de muchos modelos tope de gama que se acercan e incluso superan los 2.000 euros. Desde el momento en que se extrae de la caja y se instala la peana que permite colocarlo sobre una mesa transmite una sensación de robustez con la que no cuentan otros modelos con marcos y pies de plástico de inferior calidad. Así que el balance global en lo que concierne a su diseño y construcción es muy positivo.

Interfaz y experiencia de uso

Vamos ahora con un apartado que ha adquirido una relevancia especial desde la llegada de los Smart TV: la interfaz que nos permite ajustarlo y utilizar tanto las aplicaciones preinstaladas como aquellas que decidamos añadir desde la galería de apps de Philips. Como podéis ver en la imagen que tenéis un poco más abajo, la interfaz es bastante minimalista y poco intrusiva. Con esto quiero decir que, a diferencia de lo que hacen otros televisores, este modelo continúa mostrándonos los contenidos que estemos mirando en la mitad superior del panel, mientras coloca en la inferior los iconos de acceso a las aplicaciones.

La interfaz de esta tele es minimalista y poco intrusiva, una decisión de diseño que puede gustar a muchos usuarios

Esta decisión de diseño tiene una consecuencia positiva y otra negativa. La buena es, precisamente, que podemos seguir viendo una película o un programa de televisión mientras consultamos alguno de nuestros widgets o buscamos la app que queremos lanzar. Y la negativa consiste en que al mostrar menos iconos simultáneamente nos obliga a desplazarnos más siempre y cuando tengamos una cantidad considerable de aplicaciones instaladas. En cualquier caso, esta opción contará con sus partidarios y detractores, por lo que no me parece una característica definitoria.

Los menús de este televisor de la serie 7000 de Philips son intuitivos, por lo que la curva de aprendizaje hasta que el usuario se siente cómodo con ellos es suave. Y, en lo que concierne a la plataforma Smart TV, están presentes las aplicaciones más populares: Skype, Facebook, YouTube, Twitter, etc. Aun así, no es tan ambiciosa como la que podemos encontrar en los televisores de otros fabricantes, que nos ofrecen acceso a un abanico de apps más amplio y una interfaz algo más trabajada y atractiva visualmente. Además, la experiencia se ve ligeramente empañada por una leve latencia que de cuando en cuando hace acto de presencia al desplazarnos a través de la interfaz, y que posiblemente se habría subsanado apostando por un procesador un poco más ambicioso que el chip con doble núcleo que incorpora este televisor. Aun así, no resulta demasiado molesto, por lo que una vez que te acostumbras apenas percibes esa ligera latencia.

He dejado para el final dos cualidades de este televisor que incrementan claramente su valor añadido, y que, sin duda, pueden provocar que muchos usuarios se decanten por él. La más relevante es la tecnología Ambilight, la auténtica seña de identidad de las propuestas de Philips. La versión que incorpora este modelo no es la más avanzada porque solo tiene los LED en dos lados, pero, aun así, cumple su objetivo con eficacia. Cuando la tele está cerca de la pared trasera proyecta sobre ella luz con los mismos tonos que predominan en la imagen del panel, lo que incrementa claramente la inmersión del espectador en el contenido audiovisual.

Y la otra cualidad que me gustaría destacar, aunque no es tan llamativa como la tecnología Ambilight, es su práctico mando a distancia. Por un lado tiene la distribución de botones tradicional, pero si le damos la vuelta tenemos a nuestra disposición un teclado completo que resulta de utilidad cuando alguna aplicación nos obligue a introducir información textual. Usar este teclado es mucho más cómodo y rápido que introducir texto empleando los botones numéricos.

Calidad de imagen

Para probar la calidad de imagen de este televisor utilicé varias de las películas en Blu-ray Disc que suelo usar por su habilidad a la hora de sacar a relucir las carencias de la electrónica de procesado de la imagen. Entre ellas están «Batman: El caballero oscuro», «Wall-E» y «Star Wars Episodio III: La venganza de los Sith», esta última en DVD para comprobar con qué habilidad realiza el escalado a Full HD. Lo primero que me llamó la atención fue que la calibración de fábrica no está nada mal. No es perfecta (en ningún televisor lo es), pero la verdad es que con unos ajustes bastante sutiles que afectaron sobre todo al color, enseguida la dejé a mi gusto.

Sus negros son profundos, su detalle en sombras correcto y su escalado está muy logrado

La secuencia de la segunda entrega de Batman dirigida por Christopher Nolan en la que el héroe de Gotham se enfrenta al Joker subido en su espectacular moto es fantástica para comprobar qué tal es el nivel de negros y el detalle en sombras de cualquier televisor o proyector. Esta tele de Philips nos ofrece negros profundos y un detalle en zonas oscuras muy digno, pero no de los mejores que he visto en un televisor Full HD. Eso sí, tengo que reconocer que los dos o tres modelos que me han ofrecido un detalle en sombras algo mayor eran más caros en su momento. El color, después de los sutiles ajustes que he mencionado antes, quedó muy realista y exento de esa saturación algo excesiva que proponen otros fabricantes y que no es tan inmediato corregir. Así que esta tele ha salido bien parada en este apartado.

Una secuencia muy útil para comprobar qué tal se porta la tecnología de gestión de la retroiluminación de un televisor es cualquier escena de Star Wars en la que se vea el espacio y los puntos luminosos de las estrellas. No es fácil resolver correctamente ese contraste tan marcado entre la oscuridad total del espacio y el brillo intenso de las estrellas, pero este televisor lo hace bastante bien. Su contraste no está nada mal, y la atenuación de la retroiluminación cumple, aunque no es de referencia. De nuevo, he probado televisores Full HD capaces de reproducir estos fotogramas tan complejos discriminando algo mejor las estrellas, pero todos eran más caros, y, además, la diferencia es bastante sutil, por lo que las prestaciones de esta tele de Philips en este apartado me parecen notables.

Por último, el motor de procesado de la imagen que se encarga de escalar a Full HD aquellas fuentes que utilizan una resolución inferior a la nativa del panel cumple realmente bien. Cuando se reproduce un DVD la calidad del escalado es muy alta. Lógicamente las imágenes no llegan al nivel de detalle de un Blu-ray Disc, pero en ocasiones el escalado es tan convincente que te hace dudar si estás mirando un DVD o un BD. Y, si te gusta disfrutar tus películas favoritas en 3D y te atrae la tecnología pasiva, esta tele no te defraudará. Producciones como «Gravity» o «Pacific Rim» se ven realmente bien en esta Philips, que es capaz de generar imágenes profundas y sin sufrir esa molesta diafonía que sí estaba presente en los primeros televisores en 3D, así que en este apartado también sale bien parada.

Calidad de sonido

El audio es el auténtico «talón de Aquiles» de la mayor parte de los televisores modernos. Y lo es porque los fabricantes tienen una enorme dificultad para resolver las restricciones físicas que impone un recinto de un grosor tan reducido, sobre todo cuando se trata de reproducir el extremo grave. Para resolverlo, los ingenieros de Philips han alojado un pequeño subwoofer en el panel posterior de la tele, y la verdad es que gracias a él los graves adquieren un peso inusual en otros televisores. El problema es que el sonido no está bien balanceado, por lo que en las escenas con una carga grande de graves estas frecuencias enmascaran un poco los medios y los agudos, un defecto del que adolecen la mayor parte de los televisores que he probado con unos graves contundentes.

Eso sí, el nivel de presión sonora subjetivo que alcanza esta tele es mayor de lo que sugieren sus 20 vatios RMS, por lo que puede llenar de sonido un salón grande que oscile entre 30 y 45 metros cuadrados. Aun así, para aplicaciones de cine en casa yo aconsejaría optar por un equipo de audio dedicado que, además de ofrecernos un sonido más equilibrado, genere una imagen sonora completamente envolvente y, por lo tanto, más impactante.

Conclusiones

Este televisor de Philips me parece, ante todo, un producto equilibrado. Como he explicado al principio del post, está bien construido y su diseño es muy atractivo. Su plataforma Smart TV no me parece la más ambiciosa, pero cumple perfectamente, y su calidad de imagen, aunque no es sobresaliente, sí alcanza un nivel alto, lo que lo sitúa como una opción a tener muy en cuenta en su franja de precios. En su «debe» tiene esa cierta latencia que aparece de cuando en cuando al desplazarnos a través de los menús, pero que no molesta demasiado, y ese sonido que permite que se impongan los graves, pero es algo que no debe preocupar a nadie que tenga pensado disfrutar sus películas con un equipo de sonido multicanal dedicado.

La experiencia global que nos ofrece este televisor de la serie 7000 es muy buena, y en gran medida se debe a la capacidad que tiene la tecnología Ambilight de sumergirnos de una forma intensa en los contenidos audiovisuales. Si queremos tener esta innovación la única opción pasa por apostar por una tele de Philips. De todas formas, no puedo concluir sin mencionar que este modelo también incorpora la aplicación MyRemote y la tecnología Miracast.

La primera nos permite controlar el televisor directamente desde nuestro smartphone o tablet de una forma muy sencilla y compartir contenidos entre ambos dispositivos. Y Miracast utiliza una conexión WiFi para transferir todo lo que vemos en la pantalla del teléfono móvil o la tableta directamente a la pantalla del televisor. Globalmente, como veis, esta propuesta es muy interesante, por lo que si las teles UHD se os van de presupuesto y queréis una Full HD de precio razonable y buenas prestaciones, quizás este modelo de Philips os convenza. A nosotros nos ha dejado muy buen sabor de boca.

7,4

Diseño 8
Calidad imagen 8
Sonido 6,5
Interfaz y Software 7

A favor

  • Construcción y diseño cuidados
  • La imagen no es de referencia, pero sí de muy buena calidad
  • La tecnología Ambilight mejora su capacidad de inmersión

En contra

  • La atenuación de la retroiluminación flaquea ligeramente en escenas complejas
  • Su sonido no está bien balanceado
  • El desplazamiento a través de los menús adolece de cierta latencia

El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Philips. Puedes consultar si lo deseas nuestra política de relaciones con las empresas.

En Xataka Smart Home | Guía definitiva para comprar un televisor en 2014

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