Este año estamos viviendo quizás el verano más frío de nuestra vida... al menos si pensamos en lo que puede avecinarse. Lo cierto es que las olas de calor son cada vez más habituales y dependemos también más de sistemas de climatización para intentar mantener una temperatura adecuada en casa.
El problema es el consumo energético que todos estos sistemas provocan, lo que hace que cualquier otra solución que minimice este impacto en la factura y en el medio ambiente, siempre pueda ser bienvenida. Y eso es lo que propone este desarrollo basado en una pintura cuyo truco está en aprovechar la capacidad de reflexión.
Bajar 12 grados el termómetro
No es la primera vez que hablamos de pinturas para intentar bajar la temperatura en casa, en aquella ocasión al lograr una especie de capa con efecto aislante y basándose en en empleo de materiales como el óxido el o aluminio.
En esta ocasión han sido otros los desarrolladores. Científicos de la Universidad de Purdue que han optado por emplear nanopartículas de forma que la pintura resultante es capaz de lograr el efecto rebote de la radiación solar.
Seguramente has oído hablar o los has visto, de los pueblos blancos de Andalucía. Poblaciones que saltan a la vista por su distintiva arquitectura blanca y encalada, lo que les otorga un encanto especial y una apariencia única. Casas encaladas que además de por razones estéticas o sanitarias, lo están por pura ciencia y es que el color blanco refleja la luz del sol y ayuda a mantener las viviendas más frescas durante los calurosos veranos andaluces.
Y en parte, en esta forma de actuar se basa esta nueva pintura. Dirigidos por el profesor de ingeniería mecánica Xiulin Ruan, los desarrolladores han logrado crear una pintura blanca, la más blanca conocida hasta la fecha, capaz de hacer rebotar casi el 98% de la radiación solar. De hecho, el mismo Ruan lo explicaba hace poco a The New York Times al detallar la capacidad de reflexión de su pintura. En 2020 ya lograron una pintura que mostraba una reflectancia solar del 95,5% y la lanzada un año después, la BaSO4, del 98,1%. Hay que tener en cuenta que las pinturas convencionales, esas que todos conocemos, reflejan solo entre el 80% y 90% de la luz solar, menos que la de Purdue.
El resultado es que esta pintura ha logrado entrar en el Libro Guinness. La última pintura, la creada con la formulación más reciente y delgada, logra en una capa de solo 0,15 mm de espesor, según cuentan los desarrolladores, reducir su peso en un 80% respecto a la original al ser más porosa logrando una reflectancia solar casi idéntica: del 97,9%, solo ligeramente por debajo de la versión anterior, que ofrece un 98,1%.
Para llegar a tal fin han ido probando distintos materiales hasta dar con un compuesto final basado en sulfato de bario, un compuesto químico inorgánico que se utiliza en la fabricación de pinturas, especialmente en pinturas blancas de alta calidad. Se emplea como un pigmento blanco inerte y no tóxico que mejora las propiedades de cobertura y opacidad de la pintura.
"La idea era crear pintura que reflejara la luz del sol lejos de un edificio. Sin embargo, hacer que esta pintura fuera realmente reflectante también la hizo realmente blanca. La formulación que creó el laboratorio de Ruan refleja el 98,1% de la radiación solar al tiempo que emite calor infrarrojo"
El resultado del experimento es una pintura que, tras las oportunas mediciones, ha logrado rebajar la temperatura en la superficie en 12º por la noche y hasta en 5º a mediodía. Una disminución del calor acumulado en las paredes que ayuda a disminuir el consumo energético, pues por ejemplo ir acondicionado no tiene que trabajar a la misma intensidad para lograr la temperatura adecuada.
El secreto de esta pintura es su funcionamiento. Al absorber menos calor del sol del que emiten por ejemplo las paredes o los muros cubiertos con esa pintura, se logra que estos puedan enfriarse por debajo de la temperatura ambiente.
Para comprobar su eficacia, los científicos llevaron a cabo mediciones en diferentes condiciones climáticas y prepararon un experimento hace unos meses, durante la South by Southwest Conference & Festivals (SXSW).
Todo consistía en recrear dos casas en forma de dos pequeñas edificaciones. Una estaba pintada y recubierta con una pintura comercial y la otra con el compuesto de Ruan. Sometieron a ambas "casas" a luces halógenas y luego midieron las temperaturas en su interior. El resultado es que la tratada con pintura "ultra blanca", estaba entre 8 y 10º Fahrenheit por debajo frente a la primera. Incluso su cubierta se apreciaba más fría al tacto.
Más información | Purdue University
Imágenes | Purdue University/John Underwood, University photo/Jared Pike
Vía | The New York Times
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