El contar con un robot aspirador o si friega también, con un robot de limpieza, es cada vez algo más habitual. Tanto es así que desde hace casi cinco años tengo uno de estos electrodomésticos en casa. El problema o quizás lo anecdótico, es que después de tanto uso he terminado regresando al mundo de las aspiradoras “caí tradicionales” como elemento que usar en el día a día.
Curioso pueden pensar algunos y sí, tienen razón. Un robot aspirador conectado que lo hace todo por tí mientras sales a pasear o simplemente te permite disfrutar de una serie en el sofá (sólo si no es excesivamente ruidoso) mientras se encarga del resto. Por eso quiero explicar las razones que me han llevado a usar más una aspiradora que un robot de limpieza conectado, al menos en la gran mayoría de las ocasiones. Y las ventajas e inconvenientes que ofrece cada uno de ellos.
Robot aspirador, pros y contras
Hasta el momento, de hecho hasta hace poco más de dos meses no he tenido una aspiradora sin cables en casa, mi robot, al que en la app llamo “Manolo” (Alexa, pon a Manolo a limpiar) era el rey de la limpieza y él enemigo del polvo en casa. Cada semana tenía su tarea pendiente.
En mi caso este modelo cuenta con sistema de navegación láser y un sistema de maleado que vía app permite establecer líneas invisibles para no entrar en según que habitaciones. Con el rodillo y el cepillo lateral ofrece un resultado notable y dado que el piso pasa muy poco de los 100 metros cuadrados, daba para limpiarlo en una sola carga. Y en caso de falta, vuelve sólo a la base para volver a cargarse.
Ventajas que podemos resumir en dos y además de peso: el se encarga de la limpieza sin que tengamos que hacerlo nosotros y además lo hace muy bien con muy buenos resultados. El problema es que pese a las ventajas nosotros teníamos también nuestra tarea y por ahí vienen las desventajas.
Poner a funcionar al robot, en este caso un Neato Botvac D7 no era sólo abrir la app o invocar a Alexa. Usar el robot o al menos, usarlo de forma que barriese bien, era tener que retirar sillas, camastro del perro, cojines... y en resumen cualquier otro elemento que impidiera el acceso a todos los rincones de la casa objeto de ser limpiados. Un pequeño trabajo que repetir cada semana que no quedaba ahí.
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Y es que para completar la limpieza y que no quedase ni rastro se exigía después una revisión de detalles. Cepillo o brochita en mano tocaba revisar esquinas, bajo muebles o rincones a los que el robot, por sus dimensiones no podía llegar. El resto quedaba impecable pero ahí debía entrar la mano del hombre. Y llegado aquí, que me hice con una aspiradora Dyson sin cables.
Aspiradora sin cables, ventanas e inconvenientes
Un electrodoméstico que ha pasado a desplazar al robot por las facilidades de uso que, al menos en mi caso ofrece. Al contar con dos baterías, cada una con una autonomía de cerca de 40 minutos, la Dyson me permite limpiar el grueso de la casa de una sola pasada y sin tener que retirar tanto mueble, ya que su cabezal accede a sitios a los que el robot no puede. Es la primera ventaja pero no la única.
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Usar la aspiradora en tareas más livianas ha pasado de ser una tarea semanal a ser a veces casi diaria. Pero es que no tenemos que andar retirando muebles ni preocuparnos en poner a cargar con tiempo el robot. Además, al venir con distintos accesorios evitamos el tener que luego completar la limpieza del robot a mano con cepillos o brochas.
No hay app de por medio, ni líneas límite invisibles, pero el resultado es igualmente óptimo y dejamos la limpieza más dura para el robot, que se limita a una vez al mes. Dicho todo esto, una aspiradora sin cables tiene sus defectos, aunque las virtudes, al menos en mi caso, los terminan enmascarando.
Veamos lo que no me gusta tanto. La autonomía es más limitada. 40 minutos a potencia automática que bajan si queremos una potencia de succión máxima y que de esta forma quedan por debajo del Neato, que además vuelve a recargarse sólo a su base si se acaba la batería. Por no decir que con la Dyson o cualquier aspiradora, la mano de obra somos nosotros mismos. Es cierto que en poco tiempo… pero ese tiempo es como si tuvieras un cepillo en la mano.
La mayor o menor funcionalidad de una aspiradora sin cables viene determinada, desde mi parecer, por dos puntos: la autonomía y la cantidad de accesorios que ofrezca para poder usarla en el mayor número de situaciones y posiciones posibles.