Uso un escritorio ajustable en altura para trabajar y no vuelvo atrás. Me he dado cuenta de lo bien que sienta a mi espalda

Como una persona que trabajo desde casa, estoy habituado a pasar muchas horas sentado frente a la pantalla. De ahí la importancia de contar con un puesto de trabajo bien adaptado y lo más ergonómico posible. es más, los que me leéis, ya sabéis de mis problemas con las lumbares y la espalda. Por eso tenía la curiosidad de probar algo nuevo para mí como es un escritorio elevable.

Para que no lo conozca, este tipo de escritorios permiten adaptar la altura de forma que podemos trabajar tanto de pie como sentados. Incluso podemos usar mientras trabajamos, una silla con pedales o una cinta de andar. Esto va en función del tipo de trabajo, claro. Por eso voy a comentar mi experiencia.

Distintas alturas para cuidar la salud

Ahora tenemos en casa un escritorio que puede modificar la altura a nuestro gusto. Se trata de un modelo de la marca FlexiSpot, en concreto el FlexiSpot E7 que escogimos porque permitía adaptarlo a la decoración de casa. Habíamos cambiado el despacho hace poco y no queríamos que resultase un parche.

Esta mesa no es barata, pues tiene un precio de 469,99 euros sólo la base, a la que hemos de sumar el precio del tablero, que en este caso hace que alcance los 579,98 euros. No obstante, con motivo del Black Friday del 25 al 28 de noviembre, se podrá adquirir en la página web de la marca con un 31% de descuento.

La ventaja que encontrado en este escritorio de FlexiSpot frente a otros del mercado pese al precio, es que es un conjunto modular y personalizable, de forma que podemos elegir el color de la base, pero también el color del tablero que queremos usar para trabajar.

Por su trabajo, mi pareja, si había probado este tipo de mueble para trabajar, pero para mí era algo totalmente novedoso. Con mi perspectiva de "novato", me enfrenté a comenzar a trabajar algunos días, con la duda del qué pasará.

La mesa venía desmontada, pero darle forma, fue algo muy sencillo, ya que sólo nos hizo falta la llave allen que ya venía y seguir las instrucciones para colocar cada tornillo en su sitio. De hecho, los tornillos vienen catalogados y separados al más puro estilo Ikea.

La mesa hace uso de dos motores independientes que están conectados aparte el soporte que hemos montado previamente. Una vez colocados los motores, estos pasan a taparse con una cubierta, si bien en este punto, no habría estado demás un sistema que permitiese ocultar parte del cableado que va a bajo la mesa, como es el que va desde el sistema de control.

Hay escritorios elevables de forma manual de otras marcas, sin motor, en los que una manivela hace la mismas funciones. Pero a cambio de la ausencia de la automatización o los presets, nos vamos a encontrar con menos comodidad o más limitaciones en cuanto al preso.

Eso sí, la mesa pesa lo suyo, consecuencia de emplear acero y madera para darle una buena estabilidad y ofrecer soporte para pesos de hasta 125 kilos. Al montar tablero y soporte y darle la vuelta, puede ser que en según que casos y personas, se pueda requerir algo de ayuda.

Una vez montada, solo queda comenzar a usarla. Con un pequeño control con pantalla digital que puse a la derecha, se pueden memorizar cuatro alturas diferentes adaptadas a nuestras necesidades, así como subir y bajar la altura de forma manual.

Para trabajar de pie y dejar la silla a un lado, opté por una altura de 122 centímetros. Tenía la duda sobre si soportaría el peso y más aún, si sería estable. Pensar en el monitor "temblando" al mismo tiempo que tecleaba era algo que me daba pánico. Y un ordenador de sobremesa como el iMac de 24 pulgadas y los demás acompañantes pueden permanecer totalmente estables. Me daba cosa subir y bajar la mesa con todo encima, pero el sistema de motores se mueve de forma suave y sin vibraciones.

El usar este tipo de mesa me ha permitido probar algo distinto, como es pasar de estar trabajando sentado, de forma habitual, a hacerlo de pie durante periodos de tiempo intercalados, de forma que no sufre mi espalda.

Hasta que comencé a usar este tipo de escritorio, para poder cambiar la postura me limitaba a levantarme cada hora por un periodo de tiempo corto en el que hacer alguna pequeña tarea en casa o sacar a pasear a la mascota. Ahora, de esta forma, no es tan necesario separarse y al cambiar por ratos de postura, es algo que agradezco.