Hace años me ocurrió una cosa especialmente llamativa cuando estaba de viaje en un país europeo. La guía nos indicó que, a diferencia de España, en este país, las persianas tenía no uso casi anecdótico. Y es que hay muchas otras opciones que permiten reemplazar las persianas como elementos para aislar del sol, de la temperatura e incluso de las miradas de vecinos.
El uso de persianas en España y en otros países se debe sobre todo a una combinación de factores culturales, climáticos y arquitectónicos. Sin embargo, son cada vez más las personas que apuestan por este elemento como reemplazo de las persianas tradicionales.
Hay más vida más allá de las persianas
El uso de las persianas en nuestro país es algo que está asociado sobre todo al clima, especialmente en regiones del sur, más cálidas y soleadas. Las persianas proporcionan sombra y ayudan a mantener frescos los interiores de las viviendas durante el día. Además, también protegen contra el calor excesivo y los rayos directos del sol, lo que puede ser esencial en verano.
Eso por no decir que también ofrecen privacidad y seguridad. Al cerrarlas, los residentes pueden evitar que los transeúntes vean el interior de nuestros hogares. Además, las persianas cerradas pueden disuadir a posibles intrusos, ya que dificultan la visibilidad y el acceso.
Pero además, el uso de persianas está arraigado en la cultura y la tradición arquitectónica de España. Las persianas son parte de la estética de muchas casas y edificios de nuestro país, y su presencia puede considerarse un elemento característico de nuestra arquitectura.
En otros países, especialmente en regiones con climas más fríos, con menos luz o sencillamente con diferentes tradiciones arquitectónicas, las persianas no se emplean con la misma frecuencia. Por ejemplo, en algunos lugares, las cortinas o las persianas internas pueden ser más comunes, ya que cumplen funciones similares pero están ubicadas dentro de la vivienda en lugar de en el exterior. Por eso, los estores son un elemento que cada vez gana más protagonismo en muchos hogares.
Ventajas de usar un estor
El uso de estores en lugar de persianas en el hogar puede tener varias ventajas, dependiendo de las preferencias individuales, el estilo de decoración y las necesidades específicas de cada persona. Y es que por ejemplo, se adaptan mejor a cada necesidad gracias a que suelen tener un diseño más ligero y moderno en comparación con las persianas.
Pueden ofrecer una apariencia más elegante y moderna, adaptándose a una variedad de estilos decorativos. Los estores están disponibles en una amplia gama de estilos, colores y materiales, lo que permite una mayor personalización para adaptarse a la decoración del hogar. Puedes encontrar estores enrollables, plegables, venecianos, romanos, entre otros.
Además, este tipo de elemento, sobre todo los opacos, permite también un control más preciso de la cantidad de luz que entra en la habitación. Puedes ajustar fácilmente la posición del estor para dejar entrar más o menos luz según tus preferencias. Solo has de subirlo o bajarlo para así crear distintos ambientes.
Además, si no existe espacio para el cajetín de la persiana o no quieres hacer obra es la opción ideal. Los estores ocupan menos espacio visual y físico que las persianas, ya que se enrollan o pliegan de manera compacta cuando están abiertos.
Además tienen una ventaja importante: en general, los estores tienden son más fáciles de mantener y limpiar que casi todas las persianas. Algunos estores son lavables y requieren un mantenimiento más sencillo.
Por si fuese poco, los estores pueden adaptarse a una variedad de tamaños y formas de ventanas, lo que los hace versátiles para su uso en diferentes espacios de la casa.
Y como en el caso de las persianas, hay modelos que se integran en el hogar conectado. Un buen ejemplo es el estor opaco FRYTUR que gracias a un mando a distancia y su integración con TRÅDFRI, permite la regulación a distancia. O este otro de Leroy Merlin. La oferta es muy amplia.
Es importante tener en cuenta que la elección entre persianas y estores depende de las preferencias personales, las necesidades específicas de cada espacio y el estilo de vida de los residentes. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, y la elección final dependerá de factores individuales y estéticos.
Imagen portada | Foto de Max Rahubovskiy
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