El uso de standing desk se ha ido popularizando en los últimos meses. Es cierto que hay opiniones encontradas frente a su utilidad real o no. Por eso, lo mejor es probar por uno mismo qué ofrecen y qué beneficio encontramos.
Nosotros hemos probado la mesa Bekant de IKEA durante tres meses. Un tiempo más que suficiente para experimentar hasta encontrar una rutina eficiente. O tal vez no.
Bekant de IKEA, la standing desk al alcance de todos
Características | Bekant - escritorio sentado/de pie |
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Dimensiones | 120x80 cm |
Altura | min 64cm - máx 125cm |
Recomendación de uso | Sólo para usar en interior o locales cerrados |
Uso de los motores | Los motores pueden usarse un máximo de un minuto. Detener 9 minutos antes de ser usados de nuevo |
Peso máximo | 70Kg |
Alimentación eléctrica | DC 34V - 200W |
Standing desks hay muchas. Tenemos las que se ajustan en altura de modo manual, no son muy cómodas, y las que por medio un sistema motorizado permiten variar la altura. Esas son las más interesantes pero también más caras.
En Xataka Smart Home hemos visto alguna que otra propuesta, normalmente disponibles en el mercado americano y la mayoría con un precio elevado. En ocasiones se justifica mediante propuestas de valor como conexión bluetooth que, mediante un sistema inteligente, es capaz de darte avisos, conservar las alturas de diferentes usuarios, etc.
Todas esas prestaciones están bien pero pagar, por ejemplo, los cerca de 4.000 dólares de la Stir Kinetic Desk no creo que esté en los planes de muchos. Por tanto, hay que buscar soluciones si queremos lago similar. La opción más económica y accesible que encontré fue la mesa Bekant de Ikea.
Bekan de IKEA, con su llave állen incluida
La mesa Bekant de IKEA es muy propia de la marca. Es decir, vamos a tener que montarla nosotros aunque tranquilos, no tocará hacerlo con las patas motorizadas. Lo único es montar la estructura y colocar el tablero seleccionado. Un proceso muy sencillo que en cuestión de minutos nos permitirá estar usándola.
Respecto a la calidad de fabricación he de decir que me parece muy alta. El tablero de madera no es destacable pero la robustez de las patas y el sistema mecánico no da sensación de que vaya a sufrir con el paso del tiempo. Como cualquier otro producto de este tipo lo fallos no están exentos pero parece que resistirá muy bien.
De todos modos, IKEA nos recomienda dos puntos claves. El primero es que no forcemos durante mucho tiempo el motor de las patas. Es decir, podemos subir la mesa a la altura que deseemos y si nos hemos pasado bajar o volver a subir hasta que demos con la altura exacta. Lo que no podremos es llevarnos 5 minutos subiendo y bajando la mesa porque podríamos dañarla.
Luego, alto que es lógico por el tipo de soporte, no deberíamos cargar con más de 70 Kg la mesa y siempre tendrían que estar repartido en toda la superficie, nunca en un punto concreto.
Experiencia de uso
En tres meses da tiempo para saber si todo esto de trabajar de pie es realmente efectivo o una simple moda más. Yo ya os advierto que he pensado de todo, desde que era una absoluta tontería hasta que era genial. Al final, la conclusión es que la virtud está en el término medio.
Las primeras semanas me obligaba a estar periodos de una o dos horas. El resultado era que terminaba con dolor de piernas e incluso espalda. Pensaba que sería por la falta de costumbre pero no, es una consecuencia natural.
Nuestro cuerpo está diseñado para estar de pie, sí, pero en movimiento. Cuando abusamos y permanecemos mucho tiempo parado es normal que duelan las piernas. Eso nos condiciona a buscar posturas para relajar el dolor pero nos provoca molestias en la espalda. Si tu condición física es buena aguantarás más pero terminarás con alguna molestia igualmente.
Tras unas semanas fallidas cambié la estrategia. Comencé a establecer intervalos en los que trabajaría de pie durante 15 minutos cada hora y media de trabajo sentado. Bueno, algunas veces pasaba algo más de tiempo.
Con esa idea la sensación fue mejor. Ahora hacía mi trabajo diario de la forma habitual y sólo durante periodos de 15 minutos aprovechaba la posibilidad de trabajar de pie con esta mesa. Los dolores de piernas y espalda ya no aparecían y el cambiar de postura cada cierto tiempo me permitía activarme. Algo que si trabajáis desde casa entenderéis, porque cuando llevas un buen rato frente al ordenador es normal que tu ritmo decaiga.
En la actualidad he ido modificando un poco todo. Los primeros veinte minutos de trabajo la hago de pie. Esto es porque los suelo dedicar a consultar el correo, revisar las tareas que había planificado y alguna que otra gestión. Me sirve para activarme pues, al trabajar desde casa, no tengo esa rutina de ir a trabajar.
A partir de ahí voy combinando, cuando necesito concentrarme lo hago sentado. Paro cada hora y media o dos horas, subo la mesa y “desconecto” durante 10 o 15 minutos mientras miro el correo, redes sociales o leo algo que me interese. Acciones que de pie y mientras estiro las piernas me relajan.
Por tanto, mi experiencia y conclusiones tras usar las standing desk durante tres meses es que no son la panacea, pero sí es cierto que aportan algunas ventajas interesantes. Lo ideal sería que pasásemos menos tiempo sentado mediante hábitos saludables como hacer deporte o salir a pasear. Pero si quieres evitar estar mucho tiempo sentado son una buena solución. Eso sí, no abuses porque no servirá de nada. Para mí lo ideal ha sido combinar periodos entre 15 y 30 minutos de pie con otros más largos, entorno a las 2 horas, sentado.
Respecto a la mesa, por 359 euros (modelo básico) creo que es una opción económica. No son los 1.000 euros o casi 4.000 de otras que existen, la calidad de construcción es buena y el funcionamiento muy correcto.
El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de IKEA. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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