A la hora de mantener nuestras viviendas a la temperatura ideal durante los meses de otoño e invierno ,muchas son las opciones que hay disponibles en el mercado, comenzando por las clásicas calderas de gas o combustible diésel y pasando por diferentes sistemas de radiadores eléctricos, de hidrógeno, aerotermia, bombas de calor, etc. que debemos poner a punto antes de que empiecen los primeros fríos.
Si tenemos que renovar el equipo que ya está instalado en casa o en la comunidad de vecinos en los próximos años porque se haya quedado obsoleto o porque sea demasiado contaminante y no se ajuste a la normativa, como es el caso de las calderas de carbón, normalmente nos asaltan las dudas sobre cuál será el más recomendable para poder mantener un buen confort al tiempo que nos resulte económicamente barato.
En este sentido, la OCU ha participado en un estudio junto con BEUC y las organizaciones de consumidores de Italia (Altroconsumo), República Checa (dTest) y Polonia (Federacja Konsumentow), donde han calculado el coste de la calefacción con bombas de calor eléctricas, bombas de calor híbridas eléctricas-hidrógeno y calderas de hidrógeno para el periodo 2025-2040, ya que es el espacio de tiempo para el que se está revisando la legislación europea.
El análisis ha tenido en cuenta que la vida media de los aparatos se situará entre 15 y 20 años, cifra muy optimista o por lo menos con los equipos de gama media que hay ahora mismo en el mercado, aunque no obstante nos sirve para hacernos una idea de las diferencias en costes de las tecnologías.
El coste de la calefacción se ha calculado para una vivienda unifamiliar y un piso, teniendo en cuenta lo siguiente: la compra e instalación de los aparatos, el coste de la energía que usan (lo que cuesta generarla y las inversiones en las redes que la transportan) y el aislamiento de los edificios. ¿Cuáles han sido las conclusiones?
Bombas de calor eléctricas: la tecnología más eficiente
El estudio llega a unas interesantes conclusiones. Para empezar, que las bombas de calor eléctricas son la opción más económica para que los consumidores descarbonicen su calefacción. Según la OCU, resultan hasta un 30% más baratas que la solución híbrida hidrógeno/electricidad y casi un 60% más económicas que la caldera de hidrógeno.
Las calderas de hidrógeno y las bombas de calor híbridas (hidrógeno/electricidad) son la opción más cara para los consumidores. De hecho, el hidrógeno distribuido a través de las redes convencionales de gas natural resultará más caro que el gas actual.
La "calefacción inteligente" que se conecta automáticamente cuando es más barata la energía en las horas de menor consumo reduciría los costes en hasta un 25% en comparación con la calefacción convencional.
En los climas fríos, el estudio revela que las mejoras en la eficiencia energética de los hogares aportan beneficios económicos significativos, reduciendo el consumo energético y las emisiones de CO2. En climas cálidos, el sombreado de toldos y persianas puede disminuir el consumo y mejorar el confort.
Además, las bombas de calor también pueden servir para refrigerar las viviendas en verano, como por ejemplo sucede si tenemos un sistema de aire acondicionado de tipo split o un conjunto de aerotermia, mientras que si que con una caldera de hidrógeno habría que comprar un aparato aparte.
Más información | OCU
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