Se nos llena la boca al hablar de la casa conectada, de todos los dispositivos sincronizados, de forma que podemos crear rutinas que nos hagan más fácil el día día, el que podamos controlar lo que ocurre en casa, aunque estemos ausentes gracias a nuestro móvil... pero si nos fijamos, en esta ecuación hay un punto que quizás pasamos por alto y se trata de un elemento fundamental, sin el cual todo nuestro hogar conectado se puede venir abajo como un castillo de naipes.
Por muchas aplicaciones que tengamos en el teléfono, incluso aunque usemos un puente o Hub como cerebro del hogar conectado, todo termina pasando por nuestro router y este puede ser un cuello de botella. Y cuando hemos adaptado la casa para funcionar gracias a Internet, el que nuestro router se "resfríe", puede ser un problema y gordo que se carga nuestra conexión Wi-Fi.
Cuando el Wi-Fi falla
No se trata de algo hipotético. Todos somos posibles víctimas de un router rebelde o simplemente de una conjunción astral en la que falla el dispositivo que nos conecta a Internet al mismo tiempo que nuestra operadora no responde de la forma más adecuada. No ofrece la velocidad WiFi adecuada y no podía usar alternativas para corregirlo. Se trata de la tormenta perfecta.
De hecho, en este artículo voy a detallar mi experiencia personal cuando me he encontrado como el router falla (es un vetusto HGU) y cómo, ante la imposibilidad de sustituirlo en plazo normal por culpa de mi operadora, he visto como no puedo acceder algún servicio de vídeo en streaming, o como fallan los sistemas de iluminación en casa.
Poco a poco en el hogar, he ido incorporando distintos dispositivos conectados. En alguna ocasión he hablado de los altavoces, pero también cuento con distintos enchufes, cámaras de vigilancia o sistemas de iluminación LED, tanto en forma de bombillas, como de tiras con los que crear una iluminación ambiental en casa. Y todos ellos tienen en común que funcionan conectándose directamente al router, sin necesidad de un puente o Hub.
Desde hace un tiempo, he percibido que a la hora de reproducir contenido en 4K HDR en algunas plataformas, el televisor experimentaba cortes. Fallos que achacaba a la plataforma, pero que hace unos días descubrí que se debían a un problema con mi router, algo que confirmé tras contactar con el servicio de atención al cliente de mi operadora.
Y sí, ya sé que para realizar mediciones de velocidad, lo ideal es usar el cable, pero como no puedo tener todos los dispositivos conectados por cable, tengo que tirar de conectividad Wi-Fi. Y si en mi caso, la velocidad que ofrece el cable y mi conexión es de 1 Gbps, con Wi-Fi y midiendo con un dispositivo situado junto al router, no me llegan más de 90 Mbps.
Hablamos de 90 Mbps a 10 centímetros del router, así que imaginemos en una habitación contigua. No llega suficiente potencia el televisor, y en bastantes casos, los dispositivos que tengo conectados me dicen que tienen problemas de conectividad. Paso lógico, apagar y encender el router, pero el fallo se vuelve a reproducir de forma casi instantánea.
En el uso del día día, todo esto se manifiesta en que por ejemplo no puedo acceder a Disney+, ya que me encuentro con el error 83 (se debe a una conexión lenta o porque los servidores de Disney+ están saturados) y a cortes con HBO Max. Pero esto son problemas menores.
Un router que se declara en rebeldía me ha pedido usar algunas luces conectadas. En el mejor de los casos, algunas de ellas cuentan con conectividad Bluetooth, de forma que puedo usar el móvil como mando a distancia para gestionarlas. Pero otras, dependen exclusivamente del Wi-Fi, por lo que tenido que terminar usando el interruptor y rebuscando los cajones, bombillas tradicionales que poner mientras se soluciona el problema.
Los enchufes y las regletas he dejado de usarlas de forma habitual, puesto que no me aseguran que tengan que responder en el momento en el que me hagan falta. Sólo los altavoces, o al menos los que están cerca del router, me permiten seguir escuchando música en streaming sin problemas.
Soluciones... si, pero no
Puedo dar gracias de no contar con electrodomésticos conectados o más dispositivos que se basen en el uso de Internet. Ahora mismo en casa, solo la consola y el Mac, ambos conectados por cable, funcionan sin problema, aprovechando todo el potencial de mi conexión a Internet. El resto, es un cruzar dedos y un rechinar de dientes cada vez que tengo que usarlos.
Una posible solución a tal despropósito, podría ser montar un sistema de red de malla o redes mesh en casa, algo que he dicho he hablado con algún compañero que me lo ha sugerido. El problema, es que en casa no cuenta ahora mismo (o no al menos hasta que pintemos y hagamos obra) con los enchufes necesarios para poder distribuir satélites en distintas ubicaciones. Esa sería la mejor opción.
Otra posibilidad sería usar un segundo router que se encargara de distribuir la red en el hogar, algo que ya aprobado y que no ha ofrecido los resultados esperados, puesto que los dos modelos que he probado, ofrecían una muy limitada cobertura y por lo tanto tenía que terminar usando repetidores. Usar PLC's o repetidores es algo que también he desestimado.
Al final, toda esta cadena de despropósitos me ha llevado a cambiarme de operadora en trámites que iniciaré el lunes. Dejando a un lado que no sé que router instalarán, al menos espero que funcione correctamente.
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