A pesar de no solicitarle al asistente tareas complejas, me he dado cuenta de lo mucho que lo uso
Desde que los asistentes de voz y altavoces inteligentes irrumpieron en nuestros hogares, se han simplificado muchas de nuestras tareas del día a día. Y es que gracias a los sistemas domóticos y ecosistemas inteligentes, cada vez es más fácil tener el control de nuestro hogar, ya sea a través del teléfono móvil o por medio de nuestra propia voz. Todo depende, eso sí, de nuestra configuración y dispositivos inteligentes que contemos.
En lo que respecta a mi caso, no suelo contar con demasiados dispositivos específicos de control o sensores, sino que suelo valerme únicamente por medio de altavoces inteligentes, móvil y funciones inteligentes del televisor. Tampoco dispongo de una configuración demasiado avanzada en cuanto a establecer rutinas, aunque desde hace meses tengo la costumbre de realizar una acción, que, aunque parezca una tontería, me ha facilitado tener mayor decisión a la hora de saber qué ponerme antes de salir de casa. Hablo nada más y nada menos que preguntar por el tiempo.
Los asistentes de voz han calado hondo en mi día a día, y preguntar por el tiempo es el ejemplo más claro de ello
Sí, lo sé, se trata de una función disponible desde la primera era de los asistentes de voz inteligentes. Sin embargo, me hace pensar que el hecho de que cada día la use justo antes de salir de casa, sea un síntoma de lo mucho que están cambiando estos pequeños detalles de mi vida cotidiana los asistentes de voz.
En mi caso dispongo de un Amazon Echo Dot de 5ª generación. Un dispositivo que, además de decirme el tiempo que hace en el exterior, también me permite averiguar la temperatura de la habitación. Eso es útil sobre todo cuando también tienes un aire acondicionado acoplado a un enchufe inteligente, ya que puedes crear rutinas para que cuando la temperatura alcance un máximo determinado, Alexa se encargue de encender el aire automáticamente.
No obstante, esa no es la cuestión que quería dejar reflejada en este artículo. Mi intención era manifestar, y de paso sorprenderme a mí mismo mientras escribo estas palabras, la facilidad con la que he acabado adoptando a los asistentes de voz. Puede que en mi día a día no los use con una frecuencia arrolladora, pero siempre, siempre siempre, le pregunto qué tiempo hace en mi ciudad antes de salir. De esta manera, cuando escuche a Alexa hablarme sobre las mínimas estimadas para la noche, puedo barajar si ir más abrigado o no.
Entiendo que para muchos esto sea el pan de cada día, pero eso no quita que me acabe sorprendiendo lo mucho que ha calado esa función en mi día a día desde hace meses. Ahora, ya no tengo dudas en estos tiempos cambiantes por los que pasamos sobre qué ponerme antes de salir y no acabar quedándome corto de ropa algunas noches y acabar pelándola de frío.
Además, en el caso de Alexa podemos obtener información de todo tipo sobre el tiempo meteorológico, pudiendo saber las temperaturas máximas y mínimas, si va a llover, si está despejado o nublado, o si hay alguna alerta por temperaturas en tu municipio. Realmente es muy cómodo salir de casa sabiendo todos estos datos, ya que esto me permite estar listo ante lo que me prepare ese día (al menos en lo que a temperaturas se refiere).
Una versión anterior de este artículo se publicó en 2023.
En Xataka Smart Home | Tengo toda la casa llena de dispositivos conectados con Alexa y empiezo a cansarme de hablar a una máquina
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