Esa es la idea del diseñador Li Jingxuan, capturar el olor y poder enviarlo en una postal. Para ello ha imaginado este pequeño aparato mitad impresora, mitad molinillo de pimienta, y lo ha presentado al Sony Student Design Workshop 2012.
El concepto es sencillo, ya que se trataría de un aparato que con solo orientarlo hacia el olor que queremos que reconozca, es capaz de encontrar una imagen que ilustre el aroma e imprimirla en una postal que, además, llevará impregnado ese mismo olor.
Una idea un poco ñoña, para que negarlo, y que no solucionará los males del mundo, pero teniendo en cuenta que el olor es uno de los más grandes evocadores de recuerdos y emociones, no es tan descabellada. Al menos en cuanto a posibles usos, en lo que a ejecución real se refiere, me temo que las adolescentes seguirán teniendo que perfumar las cartas a la vieja usanza durante bastante tiempo.
Por otra parte, resulta un poco extraño que un proceso tan sofisticado y tecnológico, acabe en algo tan analógico como una postal. Lo suyo sería que el receptor tuviera un aparato similar, capaz de pulverizar el aroma que el emisor quiere transmitir. Un poco como Kissenger, que permite transmitir besos a distancia, claro que eso nos obligaría a controlar los gases corporales hasta en las videollamadas.
Vía | Fubiz En Xataka Smart Home | Double, un accesorio para llevar la telepresencia un paso más adelante