Llega la primera ola de calor de la temporada, esta vez todavía en pleno mes de mayo, y toca poner a punto nuestros sistemas de refrigeración para estar bien confortables dentro de casa.
Podemos optar por diferentes métodos caseros pasivos como abrir las ventanas en las horas de mas frescor, controlar persianas y toldos o directamente por utilizar algún aparato eléctrico como un ventilador, un sistema de aire acondicionado, ya sea de tipo fijo o portátil o un eficiente climatizador por evaporación.
Cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes, pero esconden un secreto que puede venirnos muy bien en los días de más calor: podemos combinar varios de ellos para lograr una mejor refrigeración de la vivienda e incluso ahorrar en la factura de la luz.
El problema con la distribución del aire frío en casa
Los aires acondicionados tradicionales basados en sistema de intercambio de calor por compresión son capaces de generar frío en su circuito interior que posteriormente deben sacar al exterior mediante una serie de ventiladores generalmente en formato cilíndrico.
Y realizan esta tarea muy eficientemente, pero el problema es que no siempre podemos tenerlos colocados en el lugar ideal de la casa donde más cantidad de frío serían capaces de mover, ya que a la hora de instalar los aparatos de pared muchas veces solo podemos hacerlo donde haya un hueco adecuado en la sala que además sea compatible con la instalación del aparato exterior.
En el caso de los equipos portátiles, estamos obligados a colocarlos junto a una ventana que tengamos libre o a una puerta exterior que puede estar muy alejada de nuestra posición habitual como el sofá o la cama.
Esto hace que los equipos de aire acondicionado no sean muchas veces capaces de llevar el aire hasta nosotros, creando bolsas de aire frío en diferentes partes de las habitaciones que no utilizamos, desperdiciando energía y obligándonos a bajar la temperatura del termostato para que algo de esa sensación de frescor acabe llegándonos.
Es una situación muy habitual en habitaciones alargadas con el equipo de aire acondicionado en uno de los extremos y nuestra posición en el otro, o también en salas grandes cuando hay grandes mesas, muebles y obstáculos entre el emisor de aire y el sofá y además estamos muy lejos del mismo.
Algunos fabricantes tratan de solucionarlo incorporando motores más potentes para distribuir mejor el aire que sale de la etapa de compresión, pero no siempre funciona y hay una opción mucho más sencilla y barata: complementar el aire acondicionado con otro sistema adicional como un ventilador.
Combinando aire acondicionado y ventilador
La idea es sencilla. Utilizamos el aire acondicionado de pared o portátil para generar frío y luego otro sistema para ayudar a distribuir este frío por la sala hasta nuestra posición.
Por ejemplo podemos emplear un clásico ventilador con aspas en forma circular de los de toda la vida, uno en formato torre, un evaporador con sistema de ventilación integrado o incluso un humidificador si cuenta con buena capacidad de ventilación.
Si colocamos estratégicamente estos equipos auxiliares en una zona de la habitación intermedia entre la salida del aire acondicionado y nuestra posición lograremos una mejor distribución del frío que llegará en mayor cantidad y más rápido hasta nosotros y hasta todos los rincones de la sala.
Muy bien, esto está claro, pero si añado un ventilador además del aire acondicionado ¿no estaré gastando más electricidad y subirá la factura de la luz? Pues si y no. Está claro que enchufar un ventilador adicional requerirá inicialmente un consumo eléctrico mayor, pero a la larga nos compensará.
Los ventiladores, evaporadores y humidificadores no suelen consumir más de 50-60 vatios de electricidad frente a los 500-1000 vatios de un sistema de aire acondicionado por compresión, por lo que proporcionalmente el incremento no sería mucho.
Pero la clave aquí es que, mejorando la distribución de aire dentro de la sala logramos una mejor sensación térmica, ya que el frío se reparte de forma más homogénea, lo que nos permitirá estar igual de fresquitos subiendo unos grados la temperatura del aire, algo que a la larga bajará el consumo eléctrico.