El robot social Jibo comienza a llegar a los usuarios que lo compraron pero ¿ha sido superado por Alexa y compañía?

El _crowdfunding_ es una de las tendencias que más han crecido en los últimos años. Una forma de conseguir financiación para sacar un proyecto adelante y de paso evitar el tener que recurrir a un préstamo, una subvención o aprovecharse de familiares o amigos. Se puede resumir en que personas o empresas montan una red para conseguir dinero u otros recursos.

Normalmente los resultados son óptimos pero como no todo en la vida es perfecto, también hay situaciones no tan deseables. Así puede ser que el proyecto no logre el mínimo necesario para seguir adelante o en el peor de los casos que habiendo logrado la cantidad económica necesaria, este no llegue a buen puerto por el fraude de sus impulsores. Una situación en la que no se encuentra Jibo, el robot social que sin embargo ha tardado demasiado en llegar a los usuarios.

Y es que con un precio de 899 dólares, el Jibo ya puede ser adquirido. Un robot social que ha comenzado a llegar a los usuarios que apostaron por este desarrollo en IndieGoGo si bien ha comenzado su distribución más tarde de lo previsto. En concreto tres años más tarde.

Jibo se definía como "el primer robot social del mundo para el hogar", una afirmación que sorprendió a propios y extraños cuando supimos del mismo en el año 2014. Jibo es un robot de escritorio y parece un juguete pero no lo es.

Con unas formas redondeadas, su cuerpo se mueve gracias a dos servomotores que le proporcionan un movimiento libre de 360 grados. De esta forma puede seguirnos y a la vez "buscarnos" con la mirada.

De este robot destaca su pantalla táctil de 5,7 pulgadas con una resolución Full HD de 1920 × 1080 píxeles que hace las veces de cara. Por medio de esta pantalla Jibo puede expresarse con gestos y palabras pero también sirve como pantalla multimedia para mostrarte cualquier tipo de información o para realizar videollamadas.

Jibo puede recordar en cierto modo a R2D2 de Star Wars o a EVA en Wall-E y destaca por su capacidad de interacción emocional. El robot Jibo es capaz de contar una historia o hacer una foto con la orden “Jibo, toma una foto”. Igualmente se puede usar para realizar videollamadas o cómo asistente personal al más puro estilo Alexa o Google Assistant para que no se pase nada por alto de nuestra agenda. Para lograr llevar a cabo todas esas funciones Jibo se sirve del reconocimiento de voz y del rostro de las personas de formas que distingue a los usuarios para interactuar con ellos.

Precio y disponibilidad

Jibo por ahora sólo se puede comprar en los Estados Unidos a un precio de 899 dólares (no se envía a otros países) pero puede que desde 2014 su tiempo haya pasado y se haya visto superado por los asistente personales que nos rodean hoy día y que además representan alternativas mucho más económicas.

Fuente | Engadget
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