Desde que en octubre del año pasado asistiera a la presentación del nuevo robot aspirador de LG, tenía yo ganas de hacer un análisis a fondo del Hom Bot Square y comprobar si todas las bondades anunciadas se transformaban en una mayor eficacia de limpieza y, sobre todo, en una mayor comodidad de uso.
Para los menos puestos en el tema de los robots aspiradores, las novedades principales que presenta el Hom Bot Square son, además de su forma cuadrada, la inclusión de una cámara superior para mapear el techo, múltiples sensores para no chocharse con nada y dos cepillos laterales para no dejarse ningún rincón.
Puesta en marcha
Dentro de la caja, perfectamente embalado con un traje de corchopan a medida, encontramos el aparato en cuestión, acompañado por su base cargadora, las instrucciones, una guía de inicio rápido, un mando a distancia con sus pilas y un pequeño cepillo limpiador.
Siguiendo las guía de inicio rápido, muy gráfica e intuitiva, procedemos a la instalación de la base. Se recomienda dejar un metro de espacio libre a cada lado y dos metros al frente para que el robot pueda maniobrar cómodamente, así que debemos evitar ponerlo cerca de otros muebles.
Como podéis imaginar, en mi pequeño piso no tengo cuatro metros cuadrados libres de muebles, así que se ha tenido que conformar con un hueco entre un sillón POANG, conocido archienemigo de los robots aspiradores, y la jaula de mi cobaya.
Para mayor desafío, la base no apoya del todo bien contra la pared por culpa del cable de un alargador y el cable de la antena, que aún tengo que instalar, pero bueno, esto es un análisis a fondo, si no pusiéramos el aparato a prueba, no tendría gracia la cosa.
Limpieza automática
Tras la carga inicial de rigor, llega el momento de poner a limpiar al Hom Bot Square. Dispone de diferentes modos de limpieza, uno en zig-zag para espacios grandes y ordenados, otro en celdas pequeñas para espacios con muchos rincones y un último en espiral para zonas concretas que queramos limpiar.
También podemos delimitar el espacio a aspirar nosotros mismos gracias al mando a distancia que incorpora, con el que podemos manejar el robot fácilmente, bien para indicarle los límites del espacio que debe limpiar o bien para dirigirlo puntualmente mientras realiza la limpieza automática.
Lo primero que sorprende del Hom Bot Square es que es muy silencioso. No es que no se oiga, pero el ruido que hace es sensiblemente inferior al de otros robots aspiradores que he probado. Solo cuando se le mete una piedrecita o algún plástico hace más ruido, pero es porque esta pieza aspirada golpea en las paredes del cepillo principal hasta pasar al depósito.
Otra cosa que se agradece mucho es lo cuidadoso que es con los muebles y las paredes. Cuando se acerca a algún objeto, aminora la marcha y se aproxima todo lo posible, pero sin llegar a tocarlo, y si alguna vez lo hace, suele ser con suavidad. Lo mismo ocurre con las paredes, cuando detecta una, se acerca lateralmente y discurre por ella a lo largo, pero sin rozarla ni golpearla.
En cuanto al patrón de limpieza, me gusta mucho su funcionamiento en zig-zag. Quizás es porque soy amante de la geometría euclidiana, y mi mente agradece que el robot se mueva de una forma racional limpiando la casa, pero creo que resulta práctico ver cómo el aspirador va avanzando por la habitación y saber qué parte ha limpiado ya.
Por último, destacar también la potencia de aspirado. Recogía sin inmutarse las piedrecitas de compuesto de maíz que mi cobaya siempre tira fuera de su jaula, las migas de pan bajo la mesa, e incluso pequeños papeles y plásticos. La batería también se merece una buena nota, pues limpia sin problemas mi casa entera (60m2) sin bajar de dos tercios de la carga.
Sorteando obstáculos
Como he mencionado antes, el Hom Bot Square es muy preciso en sus movimientos y rara vez se choca con algo, así que se pasea con comodidad incluso debajo de las mesas con sillas --siempre que quepa, claro-- sin andar golpeándolo todo como un toro enjaulado.
Sin embargo, sí que tiene algún que otro problema con los escalones, especialmente los que se encuentran justo en la frontera de sus posibilidades, que son dos centímetros de altura. Si un escalón es mayor, ni lo intentará sobrepasar, pero si tiene justo ese par de centímetros, se masca la tragedia.
Ocurre que en mi casa tengo dos escalones de esa medida. Por un lado el clásico mini escalón del baño y, por el otro, las patas del mencionado sillón POANG, que para más inri está situado justo al lado de la base de carga.
Para mi sorpresa, el asunto del sillón lo ha solventado con cierta entereza. Normalmente no intenta pasar por encima de sus patas, pero una ocasión que se aventuro, logró salir airoso tras unas cuantas intentonas hacia delante y hacia detrás.
Sin embargo, con el escaloncito del baño sufre lo que no está escrito en los libros. Si te dejas la puerta abierta, cada vez que pasa por al lado intenta subir sin éxito. Normalmente recula y sigue su camino, pero alguna vez se ha quedado atascado, momento en el cual una voz lastimera -grita "HAYUDEMEN"- nos pide en perfecto castellano que lo liberemos y lo situemos en una superficie plana.
Porque sí, la Hom Bot Square habla, no mucho, solo 120 palabras en castellano, pero sí lo suficiente para avisarnos cuando se ha quedado atascada y debemos moverla, cuando algo se interpone en la limpieza (como un calcetín), cuando regresa a la base. En fin, ese tipo de cosas.
Otro punto en el que flaquea ligeramente el Hom Bot Square es en la limpieza bajo los muebles. No es que se pierda en la oscuridad, al contrario, se maneja muy bien en esas situaciones, sino que de tan cuidadoso que es con los objetos, a veces no se atreve a entrar en sitios que realmente cabe. Si a eso le unimos que no es el más bajito del mercado (mide 8,9cm de alto), obtenemos como consecuencia que no limpia debajo de algunas mesitas y aparadores.
Mantenimiento
Como todo robot aspirador, el Hom Bot también requiere algo de mantenimiento. Básicamente debemos vaciar de forma periódica el depósito de aspirado, al que se accede fácilmente desde la parte superior pulsando un botón, de los modelos más cómodos que he probado.
También requiere que limpiemos el cepillo inferior de vez en cuando, así como los filtros dentro del depósito, pero todo eso se desmonta, limpia y desmonta con suma facilidad, así que mantener nuestro Hom Bot Square como el primer día no nos costará demasiado.
Conclusiones
A lo largo de estos años, he probado muchos robots aspiradores. Hasta ahora, todos me habían decepcionado un poco, bien porque hacían mucho ruido bien porque había que estar muy pendientes de ellos o había que preparar y ordenar mucho la casa para que hicieran bien su trabajo.
El Hom Bot Square es, sinceramente, el primero de todo ellos que me ha dado ganas de comprar una vez probado. Es silencioso, bonito, se mueve con inteligencia y aspira con potencia. Si no fuera por el tema de la altura, que le dificulta limpiar bajo algunos muebles, diría que es el robot aspirador perfecto.
Además, su precio lo hace muy tentador, ya que se puede encontrar fácilmente por menos de 500 euros, incluso menos si queremos el modelo sin mando a distancia, aunque he de decir que es algo que resulta realmente cómodo.
En Xataka Smart Home | Moneual Rydis R750, el robot aspirador teledirigido [Innorobo 2013]
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