Purificador FÖRNUFTIG de IKEA, análisis: respirar un aire más limpio no está reñido con una estética cuidada

El sector de los purificadores de aire está de actualidad y en el mercado encontramos propuestas de un buen número de marcas. Firmas a las que se ha sumado la multinacional sueca de la decoración y el hogar IKEA, que ya tiene a la venta su propio purificador de aire bajo el casi impronunciable nombre de FÖRNUFTIG.

El modelo de IKEA, que ya se puede encontrar en la web y en las tiendas de la firma, es un purificador de aire de gama económica (su precio ronda los 59 euros). Un modelo que ahora he tenido la oportunidad de probar y de esta forma comprobar cómo funciona y conocer su rendimiento.

Diseño sencillo y elegante

Lo primero que llama la atención de este modelo es la limpieza de sus líneas. Una sencillez que luego veremos, se transmite también al uso y a los pasos necesarios para cambiar los filtros, clave en este tipo de aparatos. Un dispositivo que está disponible en dos colores, negro o blanco, cambio cromático que afecta a la carcasa trasera, pues el frontal siempre será el mismo, con una tela de poliéster en un acabado grisáceo.

Las líneas son limpias y el purificador podemos situarlo tanto de pie como colgado en la pared, y en posición vertical u horizontal. Para el primer caso, por medio de unas patas combinación de plástico y metal que debemos montar y encajar en un proceso que nos lleva sólo unos segundos. En este sentido, el asa de tela que incorpora, es clave para facilitar el transporte. Para el montaje en la pared, algo que no he probado, incluyen una plantilla para facilitar el que podamos realizar los correspondientes agujeros.

En este sentido y como apreciación personal, creo que en la pared ganamos porque no es un espacio ocupado en el suelo, pero dado el grosor que presenta (no es demasiado fino) no termino de verlo como elemento que se integre en la decoración de casa.

En lo que se refiere al uso, el FÖRNUFTIG de IKEA no esconde secretos. Cuenta con un selector para elegir entre tres potencias distintas, un indicador que nos avisa cuando tenemos que cambiar el filtro y un botón escondido bajo la cubierta que debemos pulsar cada vez que cambiamos los filtros a modo de reset, para que pueda contabilizar de forma correcta el tiempo de uso.

Un aspecto clave en este tipo de aparatos es el ruido que genera y aquí nos topamos con tres niveles sonoros en función de la potencia elegida. He medido los tres con una aplicación en el teléfono situándolo a unos 15 centímetros en la zona superior y estos son los decibelios con cada una de las tres potencias.

Y como los números son fríos, quiero comentar mi apreciación personal. Con el nivel mínimo, el aparato casi no se escucha, incluso en una habitación donde no tengamos ruido más allá del que puede provenir de los vecinos cercanos.

Esto cambia con el nivel dos, pero sobre todo con el tres, donde el nivel sonoro es más alto, si bien se entiende que el mayor caudal de aire limpio lanzado al aire es ideal para ambientes más cargados y con más gente o espacios más amplios, y en ese caso, el ruido puede pasar algo más desapercibido. A máxima potencia, en el salón de una casa y con el ruido ambiente normal, es perfectamente audible a unos tres metros sin que llegue a resultar una molestia.

Los filtros

El purificador de aire genera un aire más saludable gracias a la presencia de dos filtros. Estos se encargan de filtrar gases y partículas, algunos productos químicos, el polen, el polvo, algunos elementos contaminantes o los mismos olores. Incorpora dos filtros: de ellos, uno es un filtro Hepa 12, encargado de limpiar las partículas en suspensión en el ambiente. El otro es un filtro de carbón que se encarga de separar las moléculas nocivas presentes en el ambiente del resto de gases.

Para cambiar los filtros tan sólo tenemos que tirar de la lengüeta del frontal y quitar la cobertura de tela. Los dos filtros quedan al aire: en primer lugar nos encontramos con el filtro Hepa y tras retirarlo vemos el filtro de carbón. Tras este, el sistema de ventilación y recepción de aire que luego es expulsado, ya limpio, por la zona superior inclinada del purificador.

Cambiar los filtros es tan fácil como retirarlos (nos ayudamos de la pequeña pestaña de tela que hay en la parte inferior) y despegarlos haciendo una presión mínima, la misma que necesitamos para volver a colocarlos. Estos deben ir en el mismo orden o al menos es el que yo he seguido, en base a las instrucciones.

Y muy importante, una vez colocado un nuevo filtro, debemos pulsar el botón para "resetear" el sistema y que este vuelva a poner el contador a cero de forma que se pueda establecer el tiempo de uso de cada filtro.

 La opinión de Xataka Smart Home

En general la impresión ha sido positiva. El diseño del aparato es atractivo y no desentona en la decoración de casa, aunque en la pared a modo cuadro no termino de verlo. En este sentido sigue la línea de otros productos lanzados por IKEA.

Respecto al funcionamiento he decir que es apto para todo tipo de usuarios, incluidos aquellos que no quieren complicaciones y tener que lidiar con complejas configuraciones. Aquí es casi enchufar y listo.

En mi caso y por el tamaño de la habitación y las pocas personas que estábamos en casa, casi siempre lo he usado en el primer nivel de potencia, por lo que el nivel sonoro era casi imperceptible. Cuando he tenido que subir al nivel dos, con la televisión puesta, tampoco he notado casi el sonido y sólo en el nivel tres, ya con ruido ambiente, si que se puede llegar a percibir, pero al tener la televisión puesta, las posibles interferencias sonoras quedaban enmascaradas sin mayor problema.

Respecto a la calidad del aire resultante no puedo emitir un juicio sobre la limpieza del mismo, pues no dispongo en casa de un medidor que pueda arrojar cifras para ver la diferencia del antes y el después de que el purificador empiece a funcionar.