Tras haber probado el Hom Bot Square, el robot aspirador de LG, y aprovechando que mi padre lleva usando en su casa la Roomba 770 de iRobot, he pensado que sería una buena idea pedírsela prestada y compartir con vosotros un análisis a fondo de uno de los robots aspiradores referencia del mercado. Más adelante, también haremos una comparativa directa entre ellos.
La Roomba 770 se encuentra en la serie 700, la más moderna de iRobot. Si bien existen modelos más sofisticados y caros que el 770, como son el 780 y el 790, nos encontramos ante un robot aspirador moderno y de gama alta. Su precio oficial de venta al público es de 549,99 euros, aunque es fácil encontrarlo por 50 o 100 euros menos.
Puesta en marcha
Al igual que todos los robots aspiradores, se recomienda situar la base de carga en una zona despejada de la pared, sin muebles en las proximidades. En mi casa no tengo la suerte de disponer de tanto sitio, así que la zona de carga pone a prueba la capacidad de sortear obstáculos del robot.
A un lado de la base tengo un pequeño aparador con la jaula de mi cobaya, que tiene unos 10 centímetros de margen con el suelo. Al otro lado, un sillón POANG con unas patas que miden unos dos centímetros de alto, y que además están dispuestas en forma de U; una auténtica ratonera para un robot aspirador.
Por lo general, la Roomba 770 entra y sale de la zona de carga sin ningún problema, ya que dispone de una buena zona de maniobra frente a ella. Sólo pierde la compostura si le decimos que vuelva a la base cuando se encuentra bajo el sillón, porque entonces trata de saltar las patas y se queda atascada, aunque eso es algo que también le ocurre cuando se acerca a limpiar esa zona, y es que el sillón POANG es muy difícil de sortear.
Otra cosa que no me gusta de la base de carga, es que el transformador no está integrado, por lo que pesa menos y es más inestable, amén de que tener el transformador fuera es menos estético. Además, al menos en mi caso, emitía un leve pero constante pitido durante la carga que era bastante desagradable, especialmente por la noche.
Limpieza automática
Una vez cargada la Roomba, pulsamos el botón de inicio y comienza a limpiar. Lo primero de lo que nos damos cuenta es que no es especialmente silenciosa, llegando al nivel de que no se puede estar viendo la tele o trabajando tranquilamente mientras aspira esa habitación, aunque no tanto como para que moleste si está en otra parte de la casa.
El patrón de limpieza de la Roomba 770 es bastante aleatorio, y aunque reconoce bien los bordes de las estancias y los sigue para limpiar adecuadamente los rincones, nunca tienes claro por dónde ha pasado y por dónde no.
A pesar de esta aparente aleatoreidad, no se deja ninguna zona de la casa sin pasar. En la mayoría de las ocasiones realiza una limpieza óptima, con una gran potencia de aspirado capaz de recoger piezas pequeñas gracias a su doble cepillo inferior y su cepillo lateral, lo que no quita que a veces se deje cosas, como por ejemplo parte de la sal que se me había derramado en la cocina.
Lo que no me gusta tanto de la Roomba es que, como veremos en el siguiente apartado, su indice de incidencias es bastante alto, y de todas las veces que la puse, nunca consiguió volver sola a su base por un motivo u otro, por lo que tampoco he podido comprobar si la batería le dura mucho o no. Según mi padre, tiene un comportamiento errático, a veces dura mucho y otras se vuelve enseguida a cargar porque se le ha agotado.
Sorteando obstáculos
A pesar de tener sensores de proximidad, la Roomba 770 sigue basando en gran medida su sistema de navegación en el contacto de su parachoques frontal. No hace falta más que ver las rozaduras en esa zona para saber que se mueve al tacto.
Sinceramente, no es algo que me entusiasme mucho, porque estos golpes que va dando, aunque no suponen un peligro para los muebles, sí sobresaltan un poco. Resultan molestos y se añaden al ruido que de por sí hace este robot aspirador.
Otro de los puntos débiles que ya conocía de la Roomba en sus modelos anteriores (había probado el 570) era el problema con los escalones pequeños. Ni los detecta ni los consigue salvar, así que me la he encontrado en más de una ocasión atascada bajo el sillón POANG o a las patas de mi tendedero. No es nada que no se pueda solucionar adaptando la casa a ella, pero tampoco está de más señalarlo.
Lo que sí hace muy bien es limpiar bajo los muebles. Con sus ocho centímetros de altura, pasa bajo la mayoría sin problema alguno, lo que asegura una limpieza mayor y la comodidad de no tener que estar moviéndolos o barriendo nosotros mismos.
Eso sí, al ser tan aventurera, también corre el riesgo de acabar enganchada, como le ocurrió bajo los cajones de mi vestidor, que tienen justo la altura del aparato. De regalo, también se había atascado el cepillo con un pequeño lazo que había por el suelo.
Mantenimiento
Como cualquier otro robot aspirador, la Roomba necesita que vaciemos el depósito y limpiemos los filtros y los rodillos de vez en cuando.
Todo esto se hace de forma rápida, sencilla e intuitiva, aunque tampoco es perfecta, especialmente la parte de vaciar el depósito, ya que al sacarse de forma horizontal de la parte posterior del aparato, al hacerlo es fácil que se nos caiga algo de lo recogido de nuevo al suelo.
Conclusiones
En mi opinión, la Roomba 770 de iRobot es un muy buen aspirador y no tan buen robot. Quiero decir, que aspira realmente bien y recoge todo tipo de suciedad mejor que cualquiera que he probado, pero no es silenciosa, va dándose golpecitos contra las cosas y a poco que nuestra casa no esté adaptada a ella, le cuesta acabar un ciclo sin que le pase algo.
Como adelanto de la comparativa entre la Roomba 770 y el Hom Bot Square, os puedo decir que mi padre no cambia la Roomba por el Hom Bot ni regalado, pero yo si tuviera que comprarme uno de los dos, sería el Hom Bot Square, así que tendréis que esperar a la comparativa detallada para ver cuál se adapta mejor a vuestras necesidades.
Más información | iRobot En Xataka Smart Home | Hom Bot Square. Análisis a fondo En Xataka Smart Home | "Los robots humanoides son para la ciencia ficción". Entrevistamos a Marc Dinee, director general de iRobot [Innorobo 2013]
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