Dejarse las llaves ya no es un problema: lo último en puertas y cerraduras

Las puertas y sus cerraduras son una de las principales líneas de defensa de nuestras viviendas contra amenazas externas. Limitan la entrada de personal no autorizado y nos mantienen a salvo, tanto a nosotros como a nuestras posesiones.

Poco a poco la tecnología se ha ido fijado en estos elementos clave del hogar y en los últimos años estamos asistiendo al principio de una revolución si cabe más importante que la que produjo la invención de las primeras llaves metálicas. ¿Por qué?, ¿qué puede hacer la tecnología por tus puertas, cerraduras, llaves y control de acceso? Vamos a verlo.

Toda vivienda segura que se precie de serlo ha de tener, además de un sistema de alarma actualizado, una buena puerta, sólida y robusta, que sea capaz de impedir la entrada de individuos no deseados. De ello se encarga básicamente la cerradura, cuyo control de acceso es la llave metálica que todos conocemos.

Es un sistema eficaz, siempre que no perdamos las llaves o que éstas no caigan en manos de desconocidos, ya que entonces todo el sistema no sirve de nada. Aunque existen tecnologías que son capaces de ayudarnos a no perder nunca las llaves, a tenerlas siempre bajo control y bien localizadas evitando así que caigan en malas manos, la solución definitiva pasa por nuevas formas de controlar el acceso prescindiendo de las llaves analógicas tradicionales.

Dos son las principales tendencias que están desarrollo actualmente: la biometría en sus múltiples concepciones y la utilización de un tercer aparato, el smartphone, como clave de acceso al hogar y como gestor de identidad de sus habitantes.

Biometría: tu cuerpo es la mejor llave

Cada cuerpo humano es único y diferente de los demás, característica que puede utilizarse para implementar diferentes sistemas de identificación y autenticación personalizada con alto grado de seguridad.

En el ámbito doméstico y fuera de las películas de espías, uno de los sistemas que están teniendo más aceptación es el relacionado con las huellas dactilares y sus casi infinitos patrones de surcos y bifurcaciones, que para incrementar la seguridad se complementarán en el futuro con sensores capaces de detectar factores como la temperatura, conductividad, constante dieléctrica, presión sanguínea o ritmo cardíaco.

En poco tiempo será habitual que tengamos en casa sistemas de reconocimiento de huellas dactilares que podremos instalar fácilmente en un cuadro externo de la pared, en la puerta, o incluso en el propio tirador o manivela. La identificación será rápida y podrá programarse para detectar a los miembros de la familia o amigos que deseemos.

Además del control por huellas dactilares, en los próximos años asistiremos a la implantación de nuevos métodos de identificación que combinados entre sí permitirán una autentificación aún más fidedigna de los habitantes del hogar.

Por ejemplo, entre los que podrían tener más éxito nos encontramos a los que utilizan el iris humano como mapa de identificación único y personal, pero también los escáneres de retina, el reconocimiento facial e incluso el reconocimiento de voz, que cada vez tiene más aceptación en los sistemas informáticos y telefónicos.

Tu smartphone, la nueva llave digital del hogar

La segunda gran tendencia en puertas 2.0 pasa por la utilización de un terminal móvil inteligente como sistema de identificación de los habitantes y como "llave digital" del hogar analógico. ¿Cómo?

Pues existen múltiples aproximaciones y formatos que permiten desde la apertura a modo de mando a distancia de las puertas del garaje para que no tengamos que salir del vehículo hasta sistemas de bloqueo inteligentes que convierten la puerta en poco menos que la de una fortaleza.

Pero los más habituales apuestan por dos modalidades: o bien un sistema instalado en las cerraduras y que sustituye o complementa a las actuales con algún tipo de conexión inalámbrica con el smartphone, o bien los sistemas integrales que sustituyen cerraduras, porteros automáticos y mirillas ofreciendo un servicio mucho más avanzado.

En el primer caso se trata de sistemas más sencillos. Normalmente se instala un complemento en las cerraduras actuales o bien se cambia la cerradura por completo por una compatible con Bluetooth y NFC. Se instala una aplicación en el móvil y una vez configurado, basta con acercar el teléfono a la puerta para que ésta se abra.

Por ejemplo, podemos observar en el siguiente vídeo algunos de estos sistemas que permiten hacer todo esto e incluso abrir la puerta a distancia, sin realizar esfuerzo alguno, simplemente pulsando un icono en el móvil.

Pero también podemos optar por la segunda opción, la de los sistemas avanzados que mejoran además tanto la mirilla como los porteros automáticos. Algunos equipos simplemente los actualizarán con vídeo de calidad y control de apertura desde el móvil.

Otros revolucionarán completamente el acceso a nuestros hogares ofreciendo además de la apertura desde el teléfono funcionalidades avanzadas como la posibilidad de llevar un registro de las entradas con capturas fotográficas de todo el que acceda al hogar.

Y si todo esto lo implementamos además con mirillas inteligentes conectadas a Internet que nos envían un vídeo en HD de quien llama a la puerta al móvil en cualquier parte del mundo, tenemos todas las claves para controlar en tiempo real a quién dejamos pasar a nuestra vivienda, estemos o no en ella.

Y esto es sólo el principio. En pocos años podremos darle el adiós definitivo a las llaves convencionales y gracias a una combinación de todas o una buena parte de las tecnologías que hemos comentado, nuestro hogar inteligente será capaz de reconocernos cuando estemos ante la puerta, saludarnos y permitirnos el acceso sin tener que hacer ni utilizar ningún instrumento adicional, siempre que no esté enfadado con nosotros, claro.