A la hora de refrescarnos dentro de casa podemos optar por soluciones generales para bajar la temperatura o mover el aire en toda la habitación, como encender el aire acondicionado fijo, portátil, usar un evaporador o un ventilador de formato convencional.
Sin embargo, también es posible estar más cómodos utilizando equipos para uso individual que, de una forma más precisa nos refrescan focalizando el frescor directamente sobre nosotros o en una zona alrededor nuestra mucho más concreta.
Qué son los refrigeradores compactos personales
Para ello podemos apostar por los llamados refrigeradores portátiles compactos o personales, unos equipos con función de refrigeración por evaporación de agua y hielo que son capaces de bajarnos la sensación de calor gastando poco más que una bombilla.
A pesar de lo que nos puedan decir los fabricantes en su publicidad, este tipo de equipos no son "aires acondicionados" al uso, sino sistemas de ventilación individuales que no están pensados para bajar la temperatura de una habitación de forma completa como si sucede con los equipos basados en compresión fijos o portátiles.
Pero para ser justos, tampoco son meros "movedores" de aire como los ventiladores clásicos. Son más bien una versión reducida en tamaño y prestaciones de los refrigeradores evaporativos y están enfocados a jugar con la sensación térmica del usuario generando un cierto frescor gracias al agua y a los sistemas de ventilación directa incluidos.
Son aconsejables para viviendas que soportan un clima seco y caliente, necesitando de una ventilación frecuente de la habitación para evitar condensaciones de humedad. Además, están orientados a un uso más individualizado que los equipos de mayor tamaño.
Ventajas e inconvenientes
Su principal ventaja es la sencillez técnica y de funcionamiento que implica a su vez un coste más reducido de adquisición generalmente por debajo de los 60 euros. Pero también un coste de uso más bajo, ya que el consumo eléctrico del aparato es muy inferior al de un aire acondicionado o evaporador clásico. Incluso hay modelos que se pueden enchufar a una toma USB gastando menos de 10 vatios.
También suelen ser equipos muy compactos y sencillos de mover por las diferentes habitaciones que no necesitan complejas instalaciones. Basta con llevarlos allí donde queremos usarlo, enchufar a la electricidad, rellenar el depósito de agua y listo. Tampoco necesitan de tubos para sacar el aire caliente al exterior, lo que nos permite utilizarlos alejados de puertas y ventanas.
Como contrapartida nos encontramos con que su capacidad para generar frío es muy, muy inferior a la de un sistema de aire acondicionado basado en compresión, e incluso más baja que la ofrecida por los refrigeradores evaporativos de tamaño normal, estando limitados a un descenso de temperatura de uno o dos grados como mucho en la zona alrededor del usuario o donde apuntemos su ventilador interno.
Es decir, pueden refrescar un poco el ambiente, mejor que un ventilador tradicional, aunque peor que un refrigerador evaporativo de tamaño completo, pero su radio de acción es en general muy corto, teniendo que colocarlos muy cerca de nosotros si queremos el máximo efecto.
Como en general los depósitos son muy pequeños, de unos cientos de mililitros de capacidad, y a diferencia de los evaporadores grandes con varios litros que duran muchas horas, en este caso el agua literalmente se evapora de los depósitos y tenemos que estar pendientes de que no se acabe.
Además, funcionan como un humidificador, es decir, están introduciendo constantemente agua en el aire. Esto puede ser ventajoso si buscamos esta función que incluso puede servir para difundir aromas en la sala, pero si tenemos algún problema de salud que se vea perjudicado por este factor de humedad conviene tenerlo en mente.
Aspectos importantes a tener en cuenta al comprar uno
Muy bien, ya nos hemos decidido a comprar uno de estos aparatos para refrescarnos un poco en los días de más calor. ¿En qué conviene fijarse al ir a la tienda?
Tamaño, portabilidad y movilidad: para empezar, si queremos un equipo de uso flexible conviene que sea fácil de transportar, mover y que podamos almacenar sin problemas cuando pase la época de calor.
Posibilidad de funcionar a baterías: si queremos la máxima movilidad y flexibilidad de uso conviene buscar un modelo que sea capaz de funcionar a baterías. Suelen durar entre dos y 4 horas, dependiendo de la potencia de ventilación, pero podremos usarlos en cualquier parte de la casa, incluso en la terraza o el jardín.
Capacidad del depósito de agua: como hemos comentado antes, en general tienen depósitos de pequeño tamaño, por lo que vamos a tener estar pendientes de renovar el agua cada cierto tiempo.
Opción de añadir hielo al depósito: esta función nos permitirá lograr unas temperaturas más reducidas, aunque no todos los modelos lo soportan. Hay algunos que incluso vienen con pequeños depósitos estancos que podemos meter en el congelador.
Cómo es el sistema de ventilación incluido: la mayoría de modelos cuentan con sistemas básicos de ventilación integrados, pero hay también algunos que ofrecen funciones avanzadas, con mayores potencias y distancias de expulsión del aire así como con rejillas oscilantes para facilitar la distribución.
Ver si tiene filtros de aire o no: hay modelos que cuentan con sistemas de filtrado de la aire que puede atrapar polvo y otras partículas perjudiciales para la salud. Si queremos uno de estos equipos es importante que el filtro sea fácil de quitar y limpiar.
Modos de funcionamiento: es interesante que valoremos los diferentes modos de funcionamiento, velocidades variables de los ventiladores, si queremos que cuente con función de humidificador, etc.
Consumo eléctrico: aunque suelen ser equipos de bajo consumo, conviene echar un vistazo a las especificaciones para asegurarnos de que no gastan luz en exceso. Lo habitual son valores de menos de 30 vatios, lo que suele representar unas 30 veces menos que un equipo de aire acondicionado tradicional, aunque claro, no nos dan el mismo resultado en cuanto a frío producido.
Nivel de ruido generado: al ser equipos que están pensados para funcionar muy cerca del usuario o en habitaciones pequeñas, es importante que ofrezcan un nivel de ruido bajo para que por ejemplo podamos usarlos por la noche sin problemas. Sin embargo, no es un dato que suelan publicitar los fabricantes, o por lo menos no suele estar disponible en la parte más visible de la publicidad. Por ello, si podemos, conviene ir al manual de especificaciones para encontrarlo.
Funcionalidades avanzadas: hay modelos que vienen con funciones avanzadas, como luces LED, aromaterapia, luz nocturna, etc. Encarecerán un poco el precio de los equipos pero si vamos a sacarles partido puede que a la larga nos interese tenerlas.
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