Adiós moscas de la fruta en la cocina: un sencillo truco es la solución para acabar con el problema en tu hogar

Es posible que en alguna ocasión te hayas encontrado con una mosca merodeando por la cocina. Quizás no lo sepas, pero podría tratarse de la conocida mosca de la fruta. Este insecto se puede ahuyentar sin necesidad de utilizar insecticidas, siguiendo un sencillo truco.

Las moscas de la fruta, también llamadas drosófilas, suelen aparecer atraídas por el aroma de las frutas maduras o en mal estado, que comienzan a descomponerse. Aunque pueden ser una señal de que algo no está en las mejores condiciones, su presencia no resulta nada agradable. Por ello, vamos a descubrir cómo espantarlas de manera efectiva.

Sin usar insecticidas

Las moscas de la fruta suelen aparecer atraídas por el aroma de frutas maduras o en descomposición. Su presencia en la cocina generalmente indica que hay alimentos fermentando o mal almacenados. Por eso cuando las veamos, hay que estar alerta porque es un indicativo que algo no va bien.

El problema es que si entran en contacto con algún tipo de alimento, pueden infectarlo. Además se reproducen rápidamente, por lo que hay que evitar su presencia para que no termine convirtiéndose en un problema mayor. Sin embargo, en lugar de usar insecticida, se puede usar este truco, para no tener que emplear productos químicos.

Crea tu propia trampa

Puedes montarte tu propia trampa para acabar con la mosca de la fruta usando materiales que seguramente ya tienes en casa. Es un método es rápido, ecológico y no requiere soluciones agresivas para el ambiente o tu salud. Esto es lo que vas a necesitar:

• Un tarro de cristal (puede ser un frasco de conservas o cualquier recipiente similar).
• Una hoja de papel (puede ser reciclada).
• Cinta adhesiva.
• Un trozo de fruta (puedes usar plátano, manzana o incluso cáscaras de cítricos).

Para montar la trampa corta un pequeño trozo de fruta y colócalo en el fondo del tarro para servir como cebo y que el olor atraiga a las moscas.

Fabrica un embudo usando una hoja de papel. El extremo más estrecho debe tener un agujero pequeño, lo suficiente para que las moscas entren, pero que les dificulte salir

Con el embudo listo, colócalo en la abertura del tarro y sella los bordes con cinta adhesiva para evitar que las moscas escapen. Recorta el papel sobrante para que el embudo se ajuste perfectamente al tarro.

Luego coloca la trampa en la zona donde veas más actividad de moscas, como cerca del frutero, en el fregadero o en cualquier lugar donde se concentren.

Con esta trampa para moscas lo que haces es atraerlas hacia la fruta que has colocado en el tallo y una vez dentro, el embudo se encarga de dificultar la salida de forma que quedan atrapadas.

Cuando tengas los insectos atrapados puedes coger el bote y abrirlo en la calle para liberarlas o si lo prefieres, añadir un poco de agua en el fondo del tarro y esto las ahogará rápidamente.

Si en un primer momento no tienes éxito, mueve la trampa y colócala en distintos sitios de la cocina para capturar moscas de forma más eficiente. Además, pasado un tiempo cambia la fruta y renueva el embudo sin notas que ha perdido efectividad. Además limpia cualquier área donde puedan estar fermentando restos de comida para evitar nuevas infestaciones.

Foto de portada | Konat umut budak

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