Mucha gente cree que sirve para abrir el candado en caso de emergencia si el mecanismo falla
En realidad se trata de un elemento para facilitar el funcionamiento del candado y evitar problemas
El candado es ese pequeño artilugio que sirve para proteger nuestros bienes más preciados, desde cerrar una reja abatible hasta impedir el robo de una bicicleta al usarlo con una cadena. Entre todas las formas y diseños, hay una característica que muchos tienen en común y de la que quizás no te has dado cuenta: un pequeño agujerito.
Este es un elemento clave en el funcionamiento del candado, y muchas personas desconocen su uso. Aunque pueda parecer un simple detalle, es un componente funcional importante para mantener el candado en buen estado. Y, por si no sabes para qué sirve, ahora te lo vamos a contar.
Un elemento clave para que funcione bien
El candado es un elemento pequeño y compacto que tiene muchos usos. Normalmente sirve para mantener a salvo algo que es de nuestra propiedad, ya sea para cerrar rejas, puertas, maletas, etc., y de esta forma prevenir posibles robos.
Sin embargo, a pesar de que su diseño parece no ofrecer secretos, hay un pequeño elemento que muchas veces pasa desapercibido: un agujero muy pequeño en la zona inferior, cuyo verdadero uso pocos conocen. Y no, no tiene que ver con la creencia popular más extendida.
Un error muy común. Muchas personas creen que este pequeño orificio es una especie de medida de seguridad para abrir el candado, introduciendo algún objeto puntiagudo si presenta algún tipo de problema para la apertura. Algo similar al mecanismo de emergencia que tenían algunas unidades lectoras de CD para abrir la bandeja en caso de que se quedara atascada, usando un clip o un alfiler.
Una de las principales funciones de este pequeño orificio es facilitar la salida de agua y humedad que se pueden acumular en el candado. Sirve para permitir el drenaje cuando se usa en exteriores, donde está expuesto al agua de la lluvia. Esta puede introducirse en el interior, y este agujero permite que el líquido salga, evitando así que se ocasionen daños en el mecanismo interno del candado.
Además, este orificio tiene otro propósito: facilitar la limpieza, especialmente cuando el candado comienza a verse afectado por la oxidación o la acumulación de polvo y suciedad. A través de este pequeño agujero se puede introducir lubricante, lo que permite que el candado vuelva a funcionar correctamente.
La tercera función de este orificio en el candado es la de aliviar la presión. Esto está presente en algunos candados de alta seguridad, para reducir la presión de aire en el interior al abrirse o cerrarse, evitando daños en los componentes internos.
Este orificio está presente en muchos candados, pero no es obligatorio que lo tengan. Algunos están fabricados con materiales inoxidables, por lo que no es necesario, y en otros casos se trata de candados diseñados para… usos muy concretos en interiores que no necesitan este tipo de solución.
Imagen de portada | Bruno en Pixabay
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