Contar con zonas de sombra en la fachada es esencial para lograr bajar la temperatura dentro sin gastar energía eléctrica
Cuando hace calor agobiante en casa, todo lo que podamos intentar para bajar unos grados la temperatura en el interior de la vivienda parece poco. De ahí que tratemos de instalar ventiladores y sistemas de climatización que nos ayuden a estar más cómodos, aunque con un coste energético que se nota en la factura de la luz. ¿No hay más opciones?
Pues aunque parezca algo anticuado y obsoleto, las soluciones clásicas de nuestras abuelas que llevan aplicándose toda la vida pueden ser de lo más efectivas a la hora de controlar las altas temperaturas en casa.
Las soluciones de toda la vida: buscando la sombra con toldos
Y es que la sabiduría popular es muchas veces tan efectiva como la tecnología más puntera que nos ofrece el mercado, y un claro ejemplo es la idea clásica de crear espacios de sombra en nuestras viviendas para bajar la temperatura.
Se trata de lograr, sobre todo en las fachadas con orientación sur y oeste, el mayor número de zonas de sombra para que el sol incidente no afecte directamente a nuestras paredes y ventanas. Normalmente esto es algo que se ha conseguido instalando toldos, unas piezas de tela plegables que pueden ayudar a bajar notablemente la temperatura dentro de casa y a que no sea necesario poner tanto el aire acondicionado.
Pero además de los toldos clásicos que se instalan por profesionales frente a ventanas, balcones y terrazas en los últimos años se han venido poniendo de moda otro tipo de modalidades, como los llamados vela de sombreo, que podemos poner y quitar fácilmente a voluntad cuando lo necesitemos.
También son muy útiles los estores en el interior de las ventanas o para dar sombra en una terraza, así como las cortinas que en invierno guardan el calor y en verano ofrecen una capa de aislamiento extra en las ventanas manteniendo fuera el calor, así como las populares persianas.
Finalmente, es posible instalar láminas de vinilo en los cristales que tienen una función de reflejar y difuminar la luz solar, evitando que pase dentro y caliente la sala. Y, ¿todas estas medidas se notan?
Pues sí, y mucho. Por mi experiencia personal teniendo toldos fijos, portátiles, estores y persianas, la combinación de estos elementos permite, si vas teniendo un mínimo de precaución a lo largo del día a la hora de bajarlos y subirlos, rebajar mucho la temperatura dentro de casa en los días más calurosos.
De media es posible bajar entre 5 y 10 grados, lo que a su vez nos lleva a estar más cómodos y no necesitar usar tanto aire acondicionado reduciendo la factura a final de mes.
De hecho, contar con estos elementos de aislamiento pasivo es tan importante como tener un buen aire acondicionado eficiente en casa, una inversión que puede resultar cara al principio, sobre todo si queremos instalar toldos grandes en varias ventanas, pero que notaremos con el paso de los años ya que pagaremos mucha menos electricidad, especialmente si vivimos en una zona donde el clima es extremo.
Imagen portada | Lisette Harzing
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