Si estamos pensando en salir unos días fuera de casa, hay una serie de medidas que conviene tomar con nuestros frigoríficos y congeladores
El frigorífico es un electrodoméstico que tiene un consumo eléctrico puntual no muy elevado, sin embargo, necesita estar conectado las 24 horas del día, por lo que al final el montante de vatios gastado cada mes sí es importante.
Este uso continuado hace que muchas veces nos planteemos si merece la pena apagarlo cuando vamos a irnos unos días fuera de casa, como por ejemplo en vacaciones, de forma que ahorremos un poco en la factura de la luz.
Es algo que podemos tener claro en viajes largos, pero en periodos más cortos, como en Semana Santa, quizá tengamos dudas ya que apagar el frigo parece algo demasiado drástico y tampoco vamos a ahorrarnos una cantidad importante de dinero. ¿De verdad es necesario apagarlo por completo?, ¿cómo hay que prepararlo si lo vamos a dejar encendido?
¿Apagar o dejar encendido el frigo en Semana Santa?
Como vimos en su día, mantener funcionando un frigorífico todo el día puede llegar a suponer entre 5 y 15 euros al mes, dependiendo del modelo, el uso que hagamos y el precio de la tarifa eléctrica que tengamos en ese momento, unas cifras que son más elevadas en los modelos más grandes, de tipo americano, side by side o en los antiguos muy poco eficientes.
En el caso de Semana Santa estamos hablando de unos 7-9 días como mucho fuera de casa, por lo que el importe gastado al final se reduce en media a entre 1,25 y 3,75 euros en el peor de los casos. Incluso quizá bastante menos que esta cifra, puesto que no lo vamos a abrir en nuestra ausencia y el frío se va a mantener mucho mejor.
Es una cantidad pequeña que por sí misma no invita a desconectarlo, sobre todo si tenemos comida dentro que queremos conservar. Pero puede haber más motivos para plantearse su apagado. Por ejemplo, en muchas regiones sobre todo fuera de las grandes ciudades, pueden darse tormentas eléctricas con cierta frecuencia, con apagones que en ocasiones dejan desarmado el cuadro eléctrico cortando la corriente dentro de casa aunque vuelva luego la luz.
Esto hará que todo lo que tengamos dentro del frigo y el congelador se estropee en nuestra ausencia y nos toque un proceso de limpieza y ventilación a fondo cuando volvamos.
Sin embargo, esta opción de apagar el frigo cuando nos vamos fuera como vimos en su día cuenta también con detractores, ya que lo que podemos ahorrar inicialmente, al final se gasta al encenderlo de nuevo tras volver de vacaciones, suponiendo un mayor consumo de energía.
Para salir de dudas preguntamos directamente a un servicio técnico, en este caso al de Bosch y Samsung por medio de sus página de soporte y nos han aconsejado que efectivamente, para evitar un gasto de electricidad, siempre y cuando se trate de periodos prolongados, como por ejemplo un mes de vacaciones, sí conviene dejarlo apagado.
En ambas marcas nos han informado que, por el contrario, no es conveniente apagar y luego encender el frigo en periodos más cortos, como podría ser Semana Santa. El motivo es que se produce un pico de luz mayor que no compensa a no ser que ese periodo sea de un mes o más.
Además nos aclararon que "andar apagando y encendiendo el frigorífico es algo que no conviene de cara al uso del gas que emplea para enfriar y a los conductos de refrigeración. La presión del gas aumenta cuando está apagado y se pueden provocar con el tiempo fugas y pérdidas".
Cómo preparar el frigorífico para irnos en Semana Santa
Si tenemos alimentos que queremos conservar en el frigorífico y no es habitual que haya estos apagones veraniegos en nuestra zona, podemos optar por cambiar la temperatura para seleccionar una más elevada que se sitúe alrededor de los 10 grados consumiendo así menos energía, algo que algunos modelos ya tienen previsto con un modo especial de funcionamiento denominado "modo vacaciones".
La idea tras esta funcionalidad es que al activarla la temperatura del frigorífico (no del congelador) sube unos grados pasando de los entre 3 o 5 habituales que se corresponderían con la temperatura ideal a entre 10 y 17 grados, dependiendo del fabricante. De este modo se reduce el consumo eléctrico del aparato.
En general activar este modo afecta solo a la parte de la nevera en los modelos combi o side by side, pero no al congelador, lo que nos permite pasar a él todo lo que queramos seguir conservando en perfectas condiciones de frío y dejar en la otra parte alimentos que no necesiten refrigeración.
Subir la temperatura del frigorífico activando este modo lógicamente conservará peor los alimentos que en él almacenemos. Por ello es una medida interesante si solo vamos a dejar cosas no susceptibles de estropearse fácilmente a esa temperatura como bebidas, panes, frutas, verduras, embutidos y similares, pero no si queremos guardar carnes o pescados frescos.
También es conveniente que si estamos pensando en dejarlo conectado, al tener una temperatura más alta de lo normal limpiemos bien el frigo por dentro para evitar la proliferación de bacterias que podrían estropear los alimentos o causar malos olores a nuestra vuelta.
Tampoco debemos olvidarnos de adaptar la cocina a nuestro periodo fuera de casa para que el frigorífico trabaje lo menos posible pero mantenga bien fresquitos los alimentos. Por ejemplo, si tenemos toldos y persianas conviene dejarlos bajados para que no de el sol, asegurarnos de que la ventana está cerrada e incluso la puerta también para que se cree un microclima donde la temperatura de la cocina no suba en exceso y así el frigo trabajará menos.
Imagen portada | Max Rahubovskiy
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