Este sistema permite regar la planta aprovechando un fenómeno como es la capilaridad
A la hora de mantener las plantas de casa en buen estado, existen una serie de pautas y consejos que es necesario seguir. Es importante ajustar el tamaño del tiesto al crecimiento de la planta, renovar la tierra, añadir los nutrientes adecuados y, por supuesto, regar de manera adecuada. Lo que mucha gente no sabe es que se puede fabricar un sistema de riego casero sin gastar un solo euro.
Puede que nunca hayas oído hablar de una mecha de agua, pero se trata de un ingenioso sistema que permite regar las plantas de forma automática, incluso cuando no estamos en casa. Es un método ideal para asegurar un riego constante y eficiente en nuestra ausencia. Si no sabes en qué consiste, te explicamos cómo puedes fabricar uno.
¿Qué es una mecha de agua?
Una “mecha de agua” es un sistema de riego que se basa en la capilaridad, es decir, la capacidad de un material para transportar agua de un lugar a otro. Con este método, puedes lograr un riego constante que mantenga la planta hidratada a lo largo del tiempo.
Este mecanismo es muy sencillo y eficiente, comúnmente utilizado en jardinería y otras situaciones donde se necesita un riego controlado o mantener una superficie húmeda. La mecha suele estar hecha de materiales absorbentes como algodón, nylon o poliéster. Un extremo se coloca en contacto con una fuente de agua, como un recipiente o depósito, y el otro extremo se coloca en el suelo o en las raíces de las plantas. La capilaridad del material permite que el agua sea absorbida y transportada gradualmente a lo largo de la mecha, proporcionando la humedad necesaria.
Como puedes ver, este sistema casero es muy útil en situaciones en las que no podemos regar nuestras plantas, por ejemplo, cuando nos vamos de vacaciones. Además, es ideal para optimizar el consumo de agua en zonas donde hay problemas de suministro, aprovechando cada gota para mantener la hidratación adecuada de las plantas.
Una mecha de agua, además, tiene otros beneficios: permite, por ejemplo, aprovechar el agua recolectada de la lluvia. En sistemas de mayor tamaño, se puede usar un contenedor para almacenar el agua de lluvia, lo que ayuda a regar plantas y cultivos, minimizando la pérdida de nutrientes por escorrentía.
Este sistema también contribuye al control de plagas y enfermedades al mantener la superficie del suelo seca, lo que evita la proliferación de insectos como los mosquitos y la aparición de hongos. Asimismo, es perfecto para jardines urbanos o espacios pequeños, ya que ocupa muy poco espacio. Otra ventaja es que el agua se dirige directamente a las raíces, minimizando las pérdidas por evaporación en comparación con el riego superficial, convirtiéndolo en un método más eficiente en el uso del agua.
Cómo fabricar una mecha de agua para plantas
Fabricar un sistema de riego por capilaridad, es muy sencillo y puedes usar elementos que ya tienes en casa para no gastar un euro. Esto es lo que vas a necesitar:
- Una cuerda de algodón o un cordón de zapatos de tela: el algodón o cualquier material absorbente es ideal para la capilaridad.
- Un recipiente o botella con agua: actuará como depósito de agua.
- Una maceta o planta: donde necesites mantener el riego.
- Tijeras (opcional): para cortar la cuerda o cordón a la longitud adecuada.
- Un clip, lápiz o palito (opcional): para mantener la mecha en su lugar si lo necesitas.
Corta la cuerda o el cordón con la longitud que permite llegar desde el recipiente de agua hasta el sustrato de la planta.
Luego introduce un extremo de la cuerda en el sustrato de la maceta (si es necesario, haz un pequeño agujero para que quede bien colocada). El otro extremo debe ir dentro del recipiente de agua.
En caso necesario, usa el clip o ata la cuerda a un palito para que la mecha no se mueva del sustrato ni del agua. Asegúrate de que esté bien sujeta en ambos extremos.
Coloca el recipiente de agua en una posición más alta que la maceta, para que el agua pueda fluir hacia abajo a través de la cuerda por capilaridad.
La cuerda absorberá el agua del recipiente y la transportará lentamente al sustrato, manteniendo la planta hidratada.
Otro método
Pero además, también puedes reutilizar una botella de plástico de 2 litros para crear un sistema de riego autónomo.
- Corta la botella a aproximadamente 20 cm desde la parte superior.
- Haz un orificio en la tapa lo suficientemente amplio para que pueda pasar una cuerda o mecha de forma cómoda.
- Introduce la cuerda a través del agujero, asegurando que quede con una mitad dentro de la botella y la otra mitad colgando hacia el exterior.
- Llena con agua la parte inferior de la botella (la base).
- Coloca la parte superior de la botella invertida sobre la base, de modo que la mecha quede en contacto con el agua.
- Llena la parte superior con tierra o sustrato y planta la semilla o plántula de tu elección.
Este sistema de riego permite que el agua se distribuya gradualmente por la mecha hasta las raíces de la planta, manteniéndolas hidratadas de manera eficiente
Vía | EcoInventos
Foto de portada | Pixabay
En Xataka SmartHome | Las plantas se me morían por exceso o escasez de riego hasta que descubrí el truco del palito
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