Dormir con el aire acondicionado encendido toda la noche tiene un coste: cuánto cuesta y cómo hacerlo para no dañar la salud

El calor sigue muy presente en la mayor parte del país, y es especialmente molesto a la hora de dormir, donde la sensación de bochorno hace que no conciliemos tan bien el sueño.

En estos casos podemos optar por encender un ventilador por las noches, lo que tiene sus ventajas e inconvenientes, o usar el aire acondicionado en caso de que tengamos uno en la habitación. Sin embargo, probablemente nos preguntemos si es muy caro hacerlo y si puede tener algunas consecuencias negativas para la salud. Vamos a verlo.

Cuánto cuesta dormir con el aire acondicionado encendido

A continuación vamos a calcular cuánto puede llegar a costar tener el aire acondicionado encendido en casa, teniendo en cuenta algunas consideraciones previas. Por ejemplo, vamos a suponer que contamos con un modelo de gama media de entre 2.500 y 3.500 frigorías con un consumo eléctrico que ronda los 1.000 vatios (1 KWh) a pleno rendimiento.

Puede que el modelo concreto que tengamos en casa supere esta cifra o quede por debajo, dependiendo de su eficiencia, de si es de tipo portátil y de los años que tenga. Además, probablemente si se trata de un dispositivo con compresor de tipo Inverter o un modelo con funcionamiento inteligente no esté todo el rato funcionando a la máxima potencia, sino que tendrá ciclos intermedios con un consumo mucho más reducido que bajará fácilmente del 40-50%.

Además, consideraremos que va a estar funcionando unas 8 horas en horario nocturno a partir de las 11:00-12:00, que suele tener precios más económicos si nuestra tarifa es regulada o con coste diferenciado por horas.

Para empezar, lo primero que tenemos que hacer es averiguar el coste por cada KWh de la electricidad que vamos a consumir, cifra que varia cada hora del día y que dependerá de cada compañía eléctrica y la tarifa contratada, pero que podemos promediar con los datos de las últimas semanas para el horario de madrugada y atendiendo a lo marcado en la página web de la CNMC para la tarifa PVPC con un valor medio de unos 0,15 €/kWh, precio en bruto al que habrá que sumar posteriormente impuestos cuando nos llegue el importe real en la factura.

Teniendo en cuenta todo esto, nuestro aparato de aire acondicionado de 1 kWh estará encendido cada noche 8 horas, lo que son 8 kWh con un consumo de 0,15 €/kWh. Esto supone aproximadamente 1,2 euros diario. Si multiplicamos por 31 días hallamos el importe para el total del mes que asciende a unos 37,2 euros.

Recordemos que esta cifra es en el peor de los casos con un aire que está funcionando sin descansar a plena potencia, situación que no se da salvo que haya temperaturas muy, muy elevadas y con una vivienda muy mal aislada, por lo que en un caso real con un equipo de tipo inverter relativamente moderno podemos aproximar una cifra media más realista tomando aproximadamente el 50% de esa cantidad, lo que supone unos 18,6 euros al mes.

Precauciones al usar el aire acondicionado por la noche

Tener toda la noche el aire acondicionado funcionando junto a nuestra cama puede no sólo ayudarnos a dormir mejor, sino que también puede provocar efectos negativos sobre nuestro organismo.

Una corriente de aire frío que llega nuestro cuerpo puede provocar un resecamiento de la piel y de las fosas nasales, así como congestión, dolor de cabeza, irritación en los ojos o sequedad de garganta. También levanta y agita las partículas de polvo y gérmenes, algo que no beneficia a los alérgicos, agravando patologías como la bronquitis o la sinusitis.

Además, a nivel muscular, el uso prolongado de un aire acondicionado por las noches puede terminar provocando que aparezcan contracturas, o rigidez. Por ello, para dormir evitando estos problemas conviene tomar una serie de precauciones.

• La primera medida pasa por evitar una corriente continuada en la misma dirección y un buen sistema, para que esto no ocurra es regular las aspas del aire acondicionado haciendo que apunten lo más alejado posible a nuestra posición.
• También podemos seleccionar el modo de aspas móviles (o "Swing") que suelen tener todos los modelos, para que el chorro de aire no nos dé de forma directa todo el rato, y seccionar el modo de potencia más bajo de ventilación que permita el equipo.
• También resulta interesante establecer programaciones para que el aire se apague pasadas unas horas de la madrugada cuando empieza a hacer más fresquito, y activar el modo "sueño" que tienen muchos modelos, que regula la potencia y velocidad de ventilación del aparato.
• También es interesante haber previsto estos inconvenientes a la hora de instalar el equipo para hacerlo en una posición que permita que nos llegue una corriente suave de aire, sin que tenga que estar necesariamente cerca.

Imagen portada | TCL

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