Restos de macarrones, de arroz... pueden llegar cargados de bacterias que provoquen una importante diarrea
Con la llegada del verano y las temperaturas elevadas llega también un clásico. Y aunque no son tan habituales como antes, siempre llaman la atención cuando en los informativos salta una noticia relacionada con una intoxicación alimentaria. Y aunque podemos pensar que nosotros nunca nos va a ocurrir, las intoxicaciones alimentarias no están tan lejos como creemos.
Eso es lo que podemos pesar si leemos las declaraciones de esta experta. Se trata de una microbióloga clínica de la Universidad de Leicester. Es la Dra. Primrose Freestone y en The Conversation desvela cuáles son los errores que cometemos en casa con las comidas y que pueden llevarnos a tener un susto en forma de una intoxicación imprevista.
Guardar en la nevera lo antes posible
Las primeras cosas que recomienda es que cuando tengamos restos de una comida y vayamos a guardarlos para el día anterior, es necesario refrigerarlas lo antes posible.
El motivo es que las bacterias suelen crecer y proliferar, sobre todo cuando tienen una temperatura adecuada, algo que en verano y en el exterior es casi seguro. De hecho asegura que algunas duplican su número en tan solo 20 minutos.
“Este consejo se basa en la rapidez con la que las bacterias pueden crecer en los alimentos a temperaturas no refrigeradas, y significa que los restos de comida se vuelven menos seguros para comer cuanto más tiempo se dejan a más de 5 °C”
Lo ideal para evitar este crecimiento es guardar las sobras en el frigorífico en cuanto sea posible y nunca dejar a temperatura ambiente y durante más de dos horas las sobras.
Usar recipientes herméticos
Ya lo hemos visto cuando hemos tratado el problema de la conservación del queso, el jamón, los embutidos en general... pero también afecta a cualquier plato. Ahora a la hora de guardarlos en la nevera es importante mantenerlos aislados.
Ya sea usando táperes (preferible que sean de cristal frente al plástico) o papel film transparente, de esta forma se garantiza que no hay contaminación entre alimentos, ni de olor ni de sabor. Además se frena el crecimiento de las bacterias ya que "la mayoría de los patógenos necesitan oxígeno para crecer".
No guardar sobras más de dos días
Muchas veces sobra una cantidad importante de comida y esta permanece en la nevera hasta que la gastamos. Sin embargo, esta experta asegura que por por norma general, nunca se deben guardar las sobras de alimentos cocinados durante más de dos días.
El problema vuelve a estar relacionado con el crecimiento de las bacterias. A más tiempo, es más posible que puedan desarrollarse patógenos. De hecho, asegura Freestone “algunos patógenos como la Listeria, que puede provocar síntomas parecidos a los de la gripe, pueden multiplicarse incluso en temperaturas refrigeradas y es más probable que lo hagan después de más de dos días, por ello este es el tiempo límite recomendado para almacenar las sobras”.
En caso de necesidad y para no tener que tirar comida a la basura lo ideal puede ser congelar las sobras. De esta manera se pueden mantener hasta tres meses en buen estado si se congelan a -18 °C (aquí es importante conocer las especificaciones del congelador).
Cuidado al recalentar
A la hora de recalentar las obras de un plato que hemos dejado, también hay que tener cuidado. Esta experta recomienda que es importante calentarla en su totalidad y que no solo tenga la temperatura adecuada la parte superficial.
Recalentar la comida de forma adecuada lo que hace es facilitar la eliminación de posibles patógenos que pudiesen haber aparecido. En este sentido es importante el que alcance los 74°C, tanto en el exterior del alimento como el interior. Y si es necesario, hay que sacarlo del microondas y moverlo con una cuchara para favorecer que alcance la temperatura adecuada.
De esta forma acabaremos con la mayoría de bacterias e inactivaremos cualquier toxina bacteriana sensible al calor que esté presente.
No calentar varias veces
Es muy tentador calentar el plato varias veces hasta que lo gastamos, pero es un error. Según Freestone “nunca deberías recalentar las sobras más de una vez” debido a que cada vez que se calienta, se enfría, hay un pico de temperatura y un valle en el que las bacterias pueden crecer fácilmente.
“Cada vez que un alimento se calienta y se enfría, proporciona la temperatura adecuada y la cantidad de tiempo necesaria para que las bacterias dañinas comiencen a crecer nuevamente. Esto hace más difícil que el calor mate todos los patógenos presentes en el plato la próxima vez”
Atención a la pasta y el arroz
Hacer macarrones para dos y que salgan para seis o arroz para una persona y que salga finalmente para tres, es algo habitual. Como también es normal que las obras de pasta y arroz sean uno de los puntos débiles en la seguridad alimentaria. Según explica Freestone, “si bien la bacteria madre muere cuando se cocina el arroz, sus esporas pueden sobrevivir a la temperatura del agua hirviendo”. “Si el arroz [o la pasta] no se refrigera dentro de las dos o tres horas posteriores a la cocción, las esporas pueden convertirse en bacterias que, a su vez, liberan las toxinas”.
Los cereales en crudo pueden contener esporas de Bacillus cereus, una bacteria que causa una frecuente intoxicación alimentaria que provoca diarrea y dolor abdominal.
Para guardar sobras de pasta y arroz lo ideal es taparlas y guardarlas en un recipiente sellado y enfriarlas lo antes posible, sin esperar como con otros alimentos a que pierdan calor a temperatura ambiente (nunca hay que dejarlas dos horas en el exterior). Además aconseja consumirlas en menos de un día.
Vía | The Conversation
En Xataka SmartHome | Un experto en tóxicos ambientales avisa sobre los táperes. Usar este tipo en el microondas puede salirnos muy caro
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