Esta técnica promete dejar el aparato como nuevo sin usar productos químicos agresivos
El horno es un electrodoméstico imprescindible en muchos hogares, aunque su uso suele ser un pequeño quebradero de cabeza por la acumulación de grasa y suciedad, que no es fácil eliminar si no tenemos unos mínimos conocimientos.
Si bien es cierto que es posible utilizar productos de limpieza específicos para esta tarea, o activar las funciones de pirólisis o similares que incluyen algunos modelos, también es posible aplicar otros trucos que simplifican el proceso.
Limpiando el horno de forma sencilla
Este método lo descubrimos en la web Homebeautiful, donde la experta en limpieza Shannon Lush explica que el horno quedará como nuevo con su técnica y sin necesidad de utilizar productos agresivos. Básicamente necesitamos lo siguiente:
- Bicarbonato
- Vinagre blanco
- Trapo de microfibra
Este sistema de limpieza en cinco minutos sirve para limpiezas superficiales cuando el horno ha sido usado recientemente y no está muy sucio. Hay que asegurarse en primer lugar de que el horno esté frío y proceder a retirar las rejillas para poder espolvorear el bicarbonato de sodio por todo el interior del horno.
Inmediatamente rociamos con vinagre blanco y cuando la mezcla comience a burbujear, frotamos la superficie con un trapo de microfibra. Finalmente solo hay que utilizar una esponja húmeda para limpiar los residuos.
En cuanto al paño de limpieza, aunque lo ideal es usar paños de microfibra, también pueden usarse calcetines viejos que no sirvan para otra cosa, pudiendo así ahorrar algo al evitarnos la compra.
¿Qué pasa si el horno lleva varios días sin limpiarse y está muy sucio? Pues si ya se han asentado las manchas de grasa, es el momento de hacer una limpieza profunda, por lo que necesitaremos además de los ingredientes antes mencionados
- Agua
- Esponja o cepillo no abrasivo
- Guantes de goma
- Detergente para platos o pastilla para lavar platos
Ahora comenzamos poniéndonos los guantes de goma y mezclando bicarbonato de sodio con agua en la misma proporción hasta formar una pasta. Luego, retiramos las rejillas del horno y aplicamos la pasta en el interior evitando la puerta, el elemento calefactor y la bombilla. Dejamos actuar la pasta durante la noche.
Al día siguiente, llenamos el fregadero con agua caliente y añadimos un poco de jabón para platos o una pastilla de detergente remojando las rejillas en agua durante al menos dos horas. Las frotamos bien, enjuagamos y dejamos secar.
Después de dejar reposar el bicarbonato de sodio durante la noche hay que frotar el horno con una esponja o un cepillo no abrasivo y si tras este proceso todavía queda grasa, rociamos el vinagre blanco sobre las superficies y lo dejamos actuar unos minutos antes de limpiar con un paño húmedo.
Imagen portada | Ashim D’Silva
En Xataka Smart Home | Cómo limpiar el doble cristal del horno sin desmontarlo
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