Un físico explica cómo limpiar los cristales de casa sin dejar rayas ni restos de suciedad: esta es la clave

Dos trucos fáciles y sencillos que nos permitirán dejar las superficies de cristal impolutas

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Los cristales son materiales imprescindibles en nuestras viviendas modernas, formando parte tanto de ventanas como de mamparas, puertas e incluso mesas y encimeras.

Sin embargo, en ocasiones limpiarlos se convierte en una pequeña molestia ya que por mucho empeño que pongamos no damos con la tecla adecuada a la hora de dejarlo todo reluciente sin manchas ni halos. ¿Qué podemos hacer sin tener que recurrir a un robot especializado que nos ayude?

Cómo acabar con las marcas al limpiar cristales en casa

Uno de los problemas más habituales al limpiar superficies de cristal en casa es que al final, por mucho cuidado que pongamos siempre acaban quedando marcas, lo que da la impresión de que no hemos hecho bien nuestro trabajo.

En este sentido, el profesor de física italiano Vincenzo Schettini conocido por su publicación 'La física que nos gusta', explica que el problema de las manchas en los cristales está causado por los tensioactivos de los detergentes.

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Se trata de sustancias que se unen a la suciedad y, aunque sirven para limpiar y desinfectar el vidrio, pueden producir rayas y dar la sensación de que no hemos limpiado correctamente. Esto sucede cuando no somos capaces de eliminar el detergente con sus tensioactivos completamente del cristal, creando el típico efecto de halo o marca de suciedad.

Y, ¿cómo lo evitamos? Schettini propone en primer lugar evitar limpiar los cristales cuando les está dando la luz solar directa, ya que tras la primera pasada el sol hace que el componente acuoso se evapore antes de lo esperado quedando solo el detergente y causando el halo.

Además, el físico recomienda lavarlos con agua caliente, mezclada con un poco de detergente. Gracias a esta alta temperatura del agua los detergentes estarán mejor disueltos, serán menos viscosos y, por tanto, facilitaremos su expulsión.

De hecho, si el agua está muy caliente, el detergente ya no se adhiere firmemente a la superficie del vidrio, debilitando mucho más la unión entre el vidrio y la suciedad y facilitando la limpieza.

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Vía | Forumagricolturasociale

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