Fregaba el suelo con agua fría y cometía un enorme error. Ahora lo hago así y tardo la mitad de tiempo

A la hora de fregar el suelo, hay un pequeño detalle al que no solemos prestar atención (al menos yo no lo hacía). Y es que, en esta tarea cotidiana, un simple gesto puede facilitar la eliminación de la suciedad y permitir que el suelo se seque mucho más rápido.

No se trata solo de la fregona que vamos a usar ni del estado de sus fibras. Es fundamental prestar atención a la temperatura del agua, especialmente en invierno, cuando hace más frío y hay mayor humedad ambiental. Por eso, este truco seguramente te resultará útil.

La clave es usar agua caliente

Cuando llega el momento de fregar el suelo de la casa, es muy importante prestar atención a la temperatura del agua. Lo habitual es usar agua a temperatura ambiente (fría), pero lo que pocas personas saben es que resulta más efectivo utilizar agua caliente.

Más precisamente, agua tibia. Usar agua ligeramente caliente mejora la limpieza, ya que ayuda a disolver y eliminar la suciedad y la grasa con mayor eficacia que el agua fría. Esto se debe a que las temperaturas más altas descomponen las partículas de grasa y los residuos adheridos al suelo, facilitando su eliminación. Una temperatura más elevada ayuda a aflojar y desprender los residuos con mayor facilidad.

Pero las ventajas de usar agua caliente no terminan ahí. Muchos productos de limpieza mejoran su efectividad cuando se emplea agua tibia, ya que las moléculas de detergente se activan más y disuelven mejor los restos de suciedad.

Además, usar agua tibia proporciona un efecto desinfectante más potente que el agua fría, ayudando a eliminar microorganismos, bacterias y gérmenes de manera más efectiva.

Por último, es especialmente importante en invierno, cuando la temperatura ambiente es más baja y hay mayor humedad. Emplear agua tibia para fregar hace que el suelo se seque más rápido, lo que no solo ahorra tiempo, sino que también reduce el riesgo de resbalones y pisadas accidentales.

Para usar agua tibia no hay que calentar una olla con agua. Basta con usar abrir el grifo del agua caliente y llenar el cubo de la fregona con la cantidad de agua necesaria para que la fregona empape y se recoja la suciedad en cada pasada.

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