Cada grado que bajemos el termostato supondrá un esfuerzo para los aparatos de aire acondicionado y un consumo extra de energía
Con motivo de la crisis energética la Comisión Europea propuso a los ciudadanos un ahorro durante las épocas de verano para prepararnos de cara a evitar posibles recortes en el suministro del gas para el invierno.
Fue algo a lo que se fueron sumando los diferentes gobiernos de la Unión, como el de España, con variadas medidas y propuestas de ahorro energético, como por ejemplo la de subir el termostato del aire acondicionado a una temperatura de 27 grados o que la calefacción no pueda estar por encima de los 19 grados en invierno.
Es una medida para entornos públicos y que no se aplica de forma obligatoria a los hogares, aunque sí se recomienda, teniendo como objetivo conseguir reducir en un 7% el consumo de gas a nivel nacional. Pero, ¿cuánto podemos realmente ahorrar en casa si por ejemplo seguimos esta propuesta de mantener el aire a condicionado a 27 grados?
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Cambiando la temperatura ideal en casa
Como ya vimos en su día, la temperatura ideal se sitúa entre los 23 y 25 grados para la época de verano, suponiendo que no estamos realizando ninguna actividad física en el interior de casa. Así, consideraremos que teníamos en casa la temperatura ideal de 23 grados y que ahora vamos a poner el termostato a 27 grados, lo que suponen unos 4 grados de diferencia.
¿Cuánto se gasta de menos por cada grado que subimos la temperatura del aire acondicionado o que bajamos la calefacción? Pues aquí hay varias cifras dependiendo del estudio que consultemos, aunque en general todos coinciden en valores que van del 8% que dan algunos fabricantes al 10% según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Para simplificar nuestros cálculos tomaremos como referencia este 10% de gasto extra por cada grado que variamos artificialmente la temperatura en casa.
Supondremos también que contamos con un modelo de aire acondicionado de gama media de entre 2.000 y 3.000 frigorías con un consumo eléctrico medio que suele situarse entre los 700 y 1.200 vatios, por lo que escogeremos una cifra intermedia de 1.000 vatios (1 KWh) a pleno rendimiento para hacer los cálculos. Puede que el modelo concreto que tengamos en casa supere esta cifra o quede por debajo, dependiendo de su eficiencia, de la tecnología que monte y de los años que tenga.
Calculando el coste de usar el aire a la temperatura ideal
Para ver el coste medio lo primero que tenemos que hacer es averiguar el precio por cada KWh de la electricidad que vamos a consumir, cifra que varia cada hora del día y que dependerá de cada compañía eléctrica, pero que podemos promediar con los datos de las últimas semanas para el horario de tarde (a partir de las 12:00 que es cuando empieza el calor) y atendiendo a lo marcado en la página web de la Red Eléctrica Española con un valor medio de unos 0,14€/kWh, precio en bruto al que habrá que sumar posteriormente impuestos cuando nos llegue el importe real en la factura.
También vamos a considerar que, si se trata de un dispositivo con compresor de tipo Inverter, o un modelo con funcionamiento inteligente, será mucho más eficiente ya que no estará todo el rato funcionando a la máxima potencia, sino que tendrá ciclos intermedios con un consumo mucho más reducido que bajará fácilmente del 50%.
Teniendo en cuenta todo esto, suponemos que nuestro aparato de aire acondicionado de 1 kWh estará encendido cada día 10 horas para alcanzar esa temperatura ideal de 23 grados, lo que son 10 kWh con un coste de 0,14 €/kWh. Esto supone aproximadamente 1,4 euros diario. Si multiplicamos por 31 días hallamos el importe para el total del mes que asciende a unos 43,4 euros.
Recordemos que esta cifra es en el peor de los casos con un aire que está funcionando sin descansar a plena potencia, situación que no se da salvo que haya temperaturas muy, muy elevadas y con una vivienda muy mal aislada, por lo que en un caso real con un equipo de tipo inverter relativamente moderno podemos aproximar una cifra media más realista tomando aproximadamente el 50% de esa cantidad, lo que supone unos 21,7 euros al mes a la temperatura ideal de 23 grados.
Calculando el ahorro por subir 4 grados en el termostato
Y si ahora subimos cuatro grados más hasta los 27 grados, ¿qué pasará? Pues que en general, el aparato va a trabajar menos tiempo a plena potencia y pasará muchos más minutos con el compresor parado o funcionando al mínimo. De ahí lo de que ahorramos un 10% por cada grado que subamos.
Considerando este valor del 10% de ahorro en energía por cada grado, podemos calcular entonces cuál es el ahorro total para un cierto número de grados, algo que en general no podemos hacer directamente multiplicando dicho número de grados por 10.
Para ello lo que hay que hacer es restar al porcentaje total de energía consumida el ahorro por cada grado bajado (que en este caso suponemos es del 10%) y al final restar del 100% para que nos dé el valor de ahorro, como podemos ver en la tabla sobre este párrafo. Para los famosos cuatro grados observamos que el ahorro total ronda el 34,4% ¿Supone mucho?
Si suponemos que nuestro gasto en energía era de 21,7 euros al mes, el ahorro del 34,4% se traduce en un importe de 7,46 euros al mes. Todo esto por cada aparato de aire que tengamos en casa, por lo que si hay varios deberíamos multiplicar por el número de ellos para encontrar el ahorro total.
Imagen portada | TCL
En Xataka Smart Home | Esta es la temperatura ideal del aire acondicionado para ahorrar en la factura de la luz sin pasar calor en verano
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