Las lavadoras tienen un programa oculto que muy poca gente usa. Sirve para acabar con las manchas más rebeldes

Aunque parece mentira, la lavadora es un electrodoméstico que sigue ofreciendo secretos y es que entre todos los programas que esconden las modernas lavadoras hay muchos que pasamos por alto y que pueden ser muy útiles si saben usarse. Es el caso de esta que sirve para tratar las manchas difíciles.

Si hace poco conté como en su momento el técnico me dijo que había un producto que sirve para facilitar la eliminación de las manchas difíciles, ahora he descubierto que hay un programa que hace una cosa muy parecida.

Saldrán fácilmente

Se trata de una función oculta de la lavadora que poca gente conoce y que sirve para acabar (o al menos facilitar que se quiten) las manchas más rebeldes y persistentes que no se quitan con el ciclo habitual. Es ideal para manchas de grasa, vino o chocolate.

A la hora de lavar la ropa es fundamental elegir el programa adecuado y sobre todo escoger la temperatura correcta y el tiempo de lavado preciso. Esto, además de afectar al consumo de agua o a la electricidad que gastemos, también afecta al resultado final y la desinfección lograda.

La mayoría de las lavadoras actuales están equipadas con programas específicos diseñados para tratar las manchas difíciles antes de iniciar el ciclo principal de lavado. Este tipo de función, a menudo denominada “prelavado” o “lavado rápido”, resulta ideal para prendas con manchas rebeldes.

Este ciclo corto, que dura una media hora, lava la ropa a una temperatura de 30º. Su mecanismo consiste en sumergir la ropa en agua a temperatura moderada, lo que facilita la eliminación de las manchas al ablandarlas y prepararlas para un lavado más eficaz.

Para manchas difíciles lo que hay que hacer es activar el “prelavado” o “lavado rápido” y la lavadora realiza un ciclo corto de enjuague con agua tibia para aflojar la suciedad y las manchas de la ropa.

El prelavado es un ciclo breve con agua tibia que ayuda a desprender suciedad y manchas antes del lavado principal, optimizando la acción del detergente en las fibras. Este proceso mejora la efectividad del lavado, reduciendo la necesidad de repetir ciclos y minimizando el desgaste de las prendas. Además, evita que la suciedad se incruste profundamente, lo que es especialmente útil para ropa delicada o tejidos que no toleran altas temperaturas. Es una opción ideal para prolongar la vida útil de tus prendas y mantenerlas en buen estado.

Dicho todo esto, hay que tener en cuenta que el “lavado rápido” por sí sólo no es útil para manchas rebeldes y hay que usarlo de forma combinada. Generalmente, este ciclo de lavado está diseñado para prendas que no han sido ensuciadas en exceso y no presentan manchas difíciles de quitar. Además conlleva un mayor gasto de agua que un lavado normal.

Imagen portada | Moerschy

Vía | e-noticias

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