Con la llegada del verano, llega también un incómodo visitante: el mosquito. Un vecino que llega con las altas temperaturas y que puede provocar importantes problemas, ya no solo de convivencia, sino también de salud pública, como está ocurriendo en la zona de La Puebla del Río en Sevilla.
Lo cierto es que mantener al mosquito a raya se ha convertido en una obsesión, ya no solo para las instituciones públicas, sino también para los ciudadanos. Un vecino molesto al que se puede combatir con remedios disponibles en los supermercados, pero también con trucos caseros. Y este que vamos a ver ahora es uno de los que mejor funciona.
Un remedio natural y barato
Quizás no has oído hablar de cómo se puede usar pasta de dientes para reducir la presencia del mosquito en casa, pero se trata de uno de los métodos más efectivos y además económicos.
Para usar la pasta de dientes como elemento ahuyentador del mosquito, esto es lo que vas a necesitar. Además de la pasta de dientes, vas a necesitar también papel higiénico, una botella y un mechero. Con estos elementos a mano, lo primero que tienes que hacer es esparcir de forma más o menos homogénea sobre un trozo de papel higiénico (bastarán más o menos unos 2 m de papel higiénico) la pasta de dientes (tampoco tienes que gastar un tubo en el proceso, con un poco basta).
Una vez tienes el papel higiénico cubierto de pasta de dientes, debes volver a enrollarlo y meterlo en una botella de vidrio, asegurándote de que sobresale por la parte de la boquilla un trozo de papel higiénico de unos 15 cm de longitud.
Lo que debes hacer es quemar con un mechero el extremo que sobresale del papel higiénico y apagarlo rápidamente. El objetivo es que el papel higiénico que se ha quemado comience a combustionar de forma lenta y de esta forma se convierta en una especie de repelente químico de mosquitos.
Deberás repetir este proceso de forma periódica cada vez que quieras usar este sistema como repelente. En este caso, puede ser interesante hacerlo cada noche o cuando notes que ha pasado el efecto y ya no hay restos de la combustión del papel higiénico.
Y si no quieres usar pasta de dientes, también puedes impregnar el papel higiénico con aceites esenciales como la citronela o el árbol del té. El papel higiénico ya bañado en estas sustancias lo puedes colocar en distintos puntos de la casa, de forma que se convierta en un repelente natural de mosquitos.
Foto de portada | George Becker
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