Puede que en alguna ocasión te hayas encontrado con la desagradable experiencia de tener una mancha de lejía en la ropa o en el tejido de algún elemento de la casa. Imagina que algún vecino ha colgado ropa en el tendedero tras bañarla en lejía. El daño ya está hecho.
Lo habitual es que, cuando una prenda de ropa o algún tejido tiene una mancha de lejía, la única solución parezca disimularla, y en caso de que esto no sea posible, acabar desechándola antes de tiempo. Pero lo que muchas personas no saben es que existen soluciones caseras para eliminar las manchas de lejía.
Cómo afecta la lejía a la ropa
La lejía puede manchar la ropa debido a su acción química altamente oxidante. La lejía contiene hipoclorito de sodio, un agente que descompone los compuestos orgánicos y los pigmentos en los tejidos.
El problema surge cuando se usa sin diluir o en concentraciones altas; la lejía puede dañar las fibras de la tela y destruir los colorantes, lo que resulta en manchas o decoloración. Además, si no se distribuye de manera uniforme durante el lavado, puede provocar manchas en zonas específicas, dejando el tejido con áreas blanqueadas o amarillentas.
Soluciones caseras
Una de las opciones para devolver el aspecto original a la ropa o tejidos dañados por la lejía es usar vinagre blanco. Además de eliminar las manchas, este método puede ayudar a devolver a la prenda su color original.
Para utilizar el vinagre blanco cuando hay una mancha de lejía, se debe mezclar la misma cantidad de vinagre blanco y agua. A continuación, moja un paño limpio en la solución y frota suavemente la mancha. Al terminar, es importante enjuagar la prenda con abundante agua para eliminar cualquier resto de vinagre y acabar con el olor.
El uso de vinagre blanco para eliminar manchas de lejía no siempre es efectivo y, además, en algunos textiles puede terminar dañando las fibras.
Otra opción es usar bicarbonato de sodio y limón, un método clásico que, combinado con el limón, puede ayudar a reducir la decoloración causada por la lejía.
Para utilizar este sistema, mezcla bicarbonato de sodio con el zumo de un limón hasta formar una especie de pasta. Luego, aplica esa pasta (con la consistencia de una crema espesa) sobre la mancha y deja actuar durante unos 15 minutos. Tras ese tiempo, frota suavemente con un cepillo y, para finalizar, enjuaga la prenda con agua fría para eliminar los restos.
Al igual que en el caso del vinagre, este método también puede ser efectivo, pero la acción de estos dos elementos podría terminar dañando los tejidos. Además, en cualquier caso, es importante adoptar cualquier solución rápidamente, sin dejar pasar mucho tiempo desde que la lejía comienza hacer efecto en la prenda.
Si ninguno de estos trucos funciona
Si no es posible eliminar la mancha, hay soluciones más drásticas. Si la mancha es grande, puedes intentar disimularla tiñendo toda la prenda con un tinte textil del mismo color o de un tono más oscuro. Si la mancha es pequeña y la prenda es de un color oscuro, puedes utilizar un rotulador de tela del mismo tono para cubrirla.
Si la prenda es blanca, puedes intentar decolorarla por completo para igualar el color. Para hacer esto, lava la prenda con una pequeña cantidad de lejía (diluida en mucha agua), pero debes tener mucho cuidado para no dañar más el tejido
Imagen de portada | Congerdesign en Pixabay
En Xataka SmartHome | Llevo años destrozando mi ropa al lavarla. Conservarla mucho mejor solo requería un poco de observación
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