Poca gente sabe cómo limpiar bien una estufa de pellets para que funcione con el máximo rendimiento

Con el precio de la electricidad disparado, el del gas y el gasóleo por las nubes, los sistemas de calefacción tradicionales como las estufas de leña o incluso las más modernas de pellet han ido creciendo en popularidad en los últimos años.

Sin embargo, sobre todo en el caso de las estufas de pellets es esencial realizar un buen mantenimiento si queremos que estén en perfectas condiciones y funcionen al máximo de su eficiencia. ¿Cómo hay que limpiarlas antes de que entre el frío y durante su uso cotidiano?

Cómo limpiar una estufa de pellets

Limpiar nuestra estufa de pellets es esencial si queremos que su buen rendimiento se mantenga, ya que los residuos que se van acumulando pueden hacer que no sea capaz de quemar adecuadamente el combustible, emitiendo más humo, gastando más y produciendo olores desagradables.

Es necesario limpiarla en función del uso que le demos. Es decir, si se trata de nuestro medio central de calefacción tendremos que hacerlo todos o casi todos los días, como mínimo extrayendo el cenicero y tirando las cenizas así como realizando un mantenimiento ligero del aparato. Pero además conviene hacer una limpieza a fondo por lo menos una o dos veces cada temporada para asegurarnos de su buen funcionamiento.

En ambos casos la limpieza de la estufa de pellets se debe hacer siempre con la máquina desenchufada y en frío, comprobando en primer lugar que los tubos de evacuación de humo no estén obstruidos por restos de combustible.

En caso de que lo estén habrá que eliminarlos mediante un deshollinado manual o químico. El manual es básicamente un sistema de limpieza con una escobilla especial que permite acceder a todos los rincones y que debemos usar con guantes y mascarilla para no tragarnos los residuos.

También está la opción de usar un deshollinado químico, producto que deberemos comprar en nuestra tienda habitual y que son básicamente unos pellets especiales con esta función de deshollinado mediante la emisión de sustancias químicas que despegarán los restos de residuos acumulados del metal.

Una vez que ya tenemos bien limpios los conductos de salida del humo comienza el proceso de limpieza de la estufa en sí, algo que podemos ver en el siguiente vídeo subido por la cadena Leroy Merlín.

Como podemos comprobar, para empezar con la limpieza diaria es importante, una vez esté fría y desenchufada de la electricidad, quitar el quemador utilizando guantes y mascarilla.

Ahora podemos ayudarnos de una aspiradora así como de una brocha para aspirar o eliminar manualmente los posibles residuos que queden en la estufa limpiando bien todos los orificios de paso de aire para que haya una buena combustión.

El siguiente paso consiste en aspirar bien la zona de la resistencia de encendido para que funcione sin problemas, así como también la zona de quemado, despegando si fuera necesario con la ayuda de una espátula y quitando los restos de hollín y cenizas que hayan quedado.

Hay que comprobar que el orificio de la resistencia de encendido queda libre y completamente limpio, ya que de los contrario podríamos tener problemas al querer encender la estufa. Luego hay que quitar los restos de ceniza del resto de sitios dentro, como las juntas de la puerta, las paredes de la estufa y los cristales.

Posteriormente hay que limpiar los intercambiadores, situados en la parte trasera de la estufa y que no suelen mancharse mucho, pero pueden tener también restos a limpiar.

Finalmente llega el momento de limpiar los cristales usando algún producto específico. Este último punto no es esencial para el funcionamiento de la máquina, pero nos permitirá poder apreciar mejor el buen quemado del combustible desde fuera y disfrutar de la sensación de hogar al ver las llamas.

Más información | Leroy Merlín | Bricodepot

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