Se trata de una situación de lo más común si no tenemos cuidado al instalar los aparatos
Si somos afortunados poseedores de un aire acondicionado fijo en casa y contamos con presupuesto como para encenderlo en verano puede que hayamos observado un fenómeno algo irónico: en los días que hace más calor no funciona bien y parece que le cuesta alcanzar la temperatura ideal en casa.
Es algo que podemos notar en primer lugar como un aparente fallo de los aparatos situados en el exterior de la vivienda, que hacen más ruido de lo habitual, están siempre encendidos mientras que otros días se apagan de vez en cuando, o bien directamente que el split expulsa aire a temperaturas superiores a las habituales no enfriando lo suficiente. ¿Dónde puede estar el problema?
Tu aire acondicionado necesita un aire acondicionado
Pues suponiendo que la instalación esté correctamente realizada, que no haya fugas de gas y que todo funcione correctamente, el problema probablemente está causado por el propio calor ambiental en el que están trabajando las máquinas del exterior.
Es algo que les sucede a todos los aparatos electrónicos, que reducen sus prestaciones cuando tienen que funcionar en un ambiente con exceso de temperatura, no siendo capaces de disipar su propio calor generado internamente. En los equipos de aire acondicionado puede suceder algo parecido, aunque su forma de avisarnos es simplemente reducir su rendimiento o pararse cuando sobrepasan un cierto límite de temperatura de funcionamiento en la unidad exterior, la que está instalada en la fachada de la vivienda.
Y es que, exceder el rango de funcionamiento óptimo de los aparatos provoca en algunos modelos que entren en marcha los sistemas de prevención de daños y apaguen o reduzcan las capacidades de los equipos. ¿A qué temperatura exterior sucede esto?
Pues es algo que depende de cada modelo concreto, pero los fabricantes suelen incluir este dato en sus especificaciones en algún apartado que hace referencia al "Rango de operación", un valor que muchas veces como usuarios no solemos mirar tan atentamente como la capacidad de refrigeración, el consumo eléctrico o el nivel de ruido, pero que es tan o más importante que ellos.
Por ejemplo, la temperatura máxima que pueden soportar los equipos situados en la fachada suele ser una cifra que oscila entre los 45 y 50 grados, dependiendo de la gama del aire acondicionado (los de gamas más altas suelen soportar mayores temperaturas de funcionamiento).
Como podemos ver en la tabla de ejemplo extraída de los modelos de aires acondicionados Mitsubishi que tengo en casa, también se suele dar un valor mínimo de temperatura y un rango de funcionamiento en invierno para los modelos con bomba de calor.
En mi caso el fabricante nos dice que funcionan de -10 grados centígrados a +46 grados centígrados. Por ello, si la temperatura exterior supera esos 46 ºC los equipos exceden el rango óptimo y no van a rendir como debieran.
Qué hacer para evitar este problema
¿Cómo podemos saber si nuestro aire acondicionado sufre de este problema? Pues si suele ser una cuestión recurrente cada vez que viene una ola de calor probablemente tengamos una pista. También podemos averiguarlo si tras apagarlo un buen rato al volver a encenderlo funciona bien unos minutos, hasta que se sobrecalienta, antes de volver a dar problemas.
Si vivimos en una región muy calurosa conviene antes de comprar nuestro nuevo aire acondicionado mirar en las especificaciones los rangos de temperatura recomendados y valorar si los equipos que queremos instalar en casa van a funcionar correctamente con las temperaturas que suele hacer en nuestra zona.
Si ya lo hemos comprado pero todavía no lo han instalado y estamos todavía preparando la vivienda para cuando venga el técnico, o incluso si ya lo tenemos instalado hace tiempo y nos hemos encontrado con este problema de bajada de rendimiento, quizá nos convenga escoger una mejor ubicación con orientación a zonas de sombra y mover la unidad exterior para que no le dé el sol directamente, aunque haya que poner tuberías más largas y pagar un extra.
Si la unidad exterior está en un sitio accesible (por ejemplo en el suelo de una terraza o patio) y le da el sol directamente en algunas horas del día, también podemos probar a ponerle algún tejido, cartulina o similar que funcione como toldo para quitarle unos grados extra. Para ello no hay que colocar dichos objetos directamente sobre el equipo, sino a una distancia prudencial para que le proporcionen sombra pero sin obstruir sus rejillas de ventilación.
Finalmente, como señalábamos en este artículo con consejos para mejorar el rendimiento, no está de más que limpiemos los filtros y las bobinas de la máquina exterior una vez al año. Los filtros sucios impiden el paso del aire, y la suciedad que se queda pegada a las bobinas pueden hacer que el intercambiador de calor funcione de manera menos eficiente.
Imagen portada | Carlos Lindner
En Xataka Smart Home | Las recomendaciones de este ingeniero para sacarle el máximo partido a tu aire acondicionado y no morir en el intento
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