Una casa prefabricada es una solución más rápida y notablemente más asequible para tener un alojamiento en un terreno de tu propiedad. Y además, en algunos casos tienen poco que envidiarle a las construcciones tradicionales en cuanto a posibilidades y comodidades.
Sin embargo, no es tan sencillo como ir a la tienda o a la web, comprarla, que te la monten o la montes y ya: hacen falta una serie de permisos y licencias, así como otras consideraciones a tener en cuenta para no llevarnos disgustos ni multas con tu futura casa prefabricada.
¿Dónde puedo instalar una casa prefabricada?
Para montar una casa prefabricada lo primero que necesitas es un terreno y aquí comienzan las cuestiones. A modo de resumen, consideraremos la legislación local, cómo es el suelo y las características de la casa prefabricada que hemos adquirido o tenemos intención de adquirir.
Para empezar, nuestra recomendación es echar un vistazo a la normativa municipal, provincial y autonómica. De acuerdo con los Planes Generales de Ordenación Urbana, vamos a encontrarnos suelos rústicos o no urbanizables y suelos urbanos, que son los que están incluidos en el plan urbanístico del municipio, lo que supone contar con permisos y características que permiten edificar en él.
¿Qué pasa si el suelo es no urbanizable? En ese caso la normativa puede diferir en función del municipio y del nivel de protección que tenga. Así, existen limitaciones asociadas al tamaño del terreno (normalmente de aproximadamente 10.000 metros cuadrados) o a que exista una actividad agrícola o ganadera asociada a la parcela. En ese caso queda una posible solución: una vivienda móvil y autosuficiente (más allá de las caravanas y derivados, existen casas prefabricadas móviles), es decir, que puedas transportarla y no tenga conexión con los suministros. En ese escenario la normativa es más laxa y será decisión del departamento técnico municipal su instalación.
Si el suelo está considerado como urbano, entonces esto implica que debe contar con red de abastecimiento y evacuación de agua, suministro eléctrico y acceso por vía pavimentada, como detallan en Idealista. A partir de este punto, es importante tener en cuenta que estas viviendas industrializadas se consideran como una casa estándar y como tal, deberán cumplir con idénticos requisitos que una construcción tradicional.
Cada municipio dispone de su Plan General de Ordenación Urbana con sus correspondiente normativa para estructurar las condiciones residenciales, lo que supone tener que solicitarlo al ayuntamiento. Así, aparecerá información como la altura máxima, la superficie edificable, la cantidad de viviendas que pueden edificarse, linderos y retranqueos, entre otros. Asimismo y como con cualquier otra construcción tradicional, tendrá que ceñirse al Código Técnico de Edificación y la legislación autonómica.
Para estas cuestiones es recomendable contar con el asesoramiento de profesionales de la arquitectura que te permita aprovechar las ventajas de esta construcción de acuerdo con las características del entorno y la normativa vigente aplicable.
Imagen: Upyard
Estudios técnicos del terreno
Puede que ya tengas un terreno y tengas en mente montar una casa prefabricada o que por el contrario, todavía no tengas la parcela y tu idea sea adquirir primero el espacio y después la vivienda. En ese caso ya hemos visto qué tipo de suelo según el PGOU es el más interesante, pero no basta con eso: hay características técnicas inherentes al terreno esenciales para acometer con éxito el proyecto o directamente, para considerar su viabilidad.
Es el caso por ejemplo de suelos inclinados, de su tensión admisible o de qué nivel freático tenga la zona, que pueden dificultarlo enormemente, encarecerlo o incluso que se torne en no viable. Por ejemplo, si un terreno está inclinado, tendrás que allanarlo previamente, lo que encarecerá notablemente el presupuesto.
Imagen: Grandio
Los dos estudios técnicos a realizar son el topográfico y el geotécnico. Mientras que el primero sirve para evaluar la geometría de la zona, el segundo analiza sus características y tiene como misión perfilar la cimentación más conveniente.
Otros permisos, licencias e impuestos
Las casas prefabricadas no han de construirse y sí montarse, por lo que no se requiere permiso de obra. Sin embargo, sí que será necesaria la licencia urbanística y abonar el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y obras, el IVA, el impuesto de Actos Jurídicos Documentados por la declaración de obra nueva y también puede ser conveniente (u obligatorio, si así lo estipula el seguro) contratar un Organismo de Control Técnico que certifique que el montaje e instalación se estén llevando a cabo de forma correcta.
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