Siete plantas que no debes tener en el jardín

Si tienes un pequeño espacio libre en el exterior, ya sea una terraza, balcón, patio o jardín, es relativamente habitual aprovecharlo para poner unas plantas. Sí, puede que la principal razón sea la estética, pero es que las plantas aportan otras muchas ventajas, como por ejemplo ahuyentar a los mosquitos o ambientar el espacio. Pero ojo porque no todas las plantas son iguales, algunas engañan: son bonitas y puede que huelan bien, pero no es nada recomendable tenerlas en casa por diferentes razones.

Ya te adelantamos algo: puedes encontrarte con plantas ornamentales de lo más atractivas visualmente pero que deberías evitar a toda costa porque son venenosas o porque suponen un peligro para tus mascotas o criaturas. Mejor no correr riesgos y no tener estas plantas en tu jardín para ahorrarte disgustos.

Ahórrate disgustos: evita estas plantas en tu jardín

Empezamos por una planta de lo más conocida: la hortensia. Pocas presentaciones necesita esta planta con flores de forma esférica y colores azulados. Pues bien, contiene un principio activo tremendamente tóxico llamado hydrangina. Este glucósido cianogénico tiene unos efectos al ser ingeridos similares al cianuro.

Otra planta bastante popular es la cala o zantedeschia aethiopica. Por la forma de la planta y la majestuosidad de sus flores, es habitual encontrarla en macetas, pero no es una buena idea: estamos ante una planta tóxica al ingerirla, lo que provoca  hinchazón, dolor de garganta e irritación en la piel y boca. Su savia es peligrosa, así que mejor extremar precauciones si hay criaturas en casa.

La belladona es un arbusto perenne con llamativas flores por su forma acampanada. Ingerir belladona puede conllevar consecuencias como taquicardia, convulsiones y  hasta el coma.

El espatifilo o spathiphyllum es una planta que quizás no te suene por su nombre, pero seguramente que sí que sepas cuál es al ver cómo es: tiene grandes hojas de color verde y flores blancas. Al ingerirla puede causar dolor en el aparato digestivo e irritación en las vías respiratorias.

También entra por los ojos el famoso Chrysanthemum o crisantemo, una bonita planta ideal para decorar la casa a nivel estético, pero con letra pequeña: es una planta tóxica. Su polen puede puede producir alergias y en contacto con la piel agudizar la dermatitis atópica.

La estrella de Belén es uno de los mejores ejemplos de bonita por fuera, peligrosa por dentro. Visualmente es de lo más atractiva por sus coloridas flores anaranjadas y además resulta fácil de cuidar en diferentes localizaciones, como macetas o jardineras, así como en tierra. Sin embargo la planta estrella de Belén es tóxica para los humanos: si la ingieres por error o accidente (o incluso jugando), puede afectar al sistema nervioso.

El nerium oleander tiene unos cuantos nombres: adelfa, baladre, laurel de flor, rosa laurel, trinitaria y en algunos casos como laurel romano. Este arbusto capaz de alcanzar los cuatro metros de altura relativamente común en espacio abiertos rodeados de gente, pero es una pésima idea: consumirla puede producir diarreas, vómitos y hasta la muerte tanto a humanos como a otros animales.

Vía | Nació Digital y El Mueble

Portada | Foto de Simone Dalmeri en Unsplash

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