Los ácaros del polvo son organismos microscópicos que viven dentro de nuestras casas, prosperando en ambientes cálidos y húmedos como colchones, ropa de cama y alfombras.
Son tan pequeños que es imposible detectarlos a simple vista, pero sí podemos notar signos de su presencia, como despertarnos con tos seca, picazón en los ojos secos o sensación de congestión cada mañana. ¿Qué podemos hacer para librarnos de ellos?
Pues hay fórmulas sencillas para evitar que proliferen en nuestros dormitorios y ropa de cama. A continuación repasaremos siete trucos para librarnos de esta plaga en colchones, almohadas y sábanas.
Aspirar con frecuencia el dormitorio
El colchón es el lugar preferido de estos animalitos, donde es más probable encontrarnos con ellos, ya que hace calor y humedad y hay muchos lugares como bordes y costuras donde pueden esconderse. Aspirar el colchón no sólo eliminará los ácaros, sino que también ayudará a evitar que regresen.
Hay que aspirar cada parte del colchón, incluidas las costuras y los lados, así como la superficie principal al menos una vez a la semana, siendo una parte importante de nuestra rutina de limpieza, ya que pasar la aspiradora también elimina la suciedad, los residuos y las escamas de piel muerta que actúan como fuente de alimento para los ácaros.
También es importante aspirar las áreas circundantes de la cama, como la cabecera y la base, especialmente si tienen elementos rugosos y están hechos de materiales como la tela.
Hacer un espray casero contra los ácaros del polvo
Otra opción es elaborar un espray casero contra los ácaros. Para ello mezclamos lo siguiente en un recipiente:
- 1 taza de agua
- 1 taza de vinagre blanco
- 10 gotas de aceite esencial de menta
- 10 gotas de aceite esencial de árbol de té
- 10 gotas de aceite esencial de lavanda
Agregamos esta mezcla a una botella con atomizador, rociamos el colchón y lo dejamos secar. Esta mezcla funciona porque el agua y el vinagre blanco trabajan juntos para alterar su entorno de vida. Los ácaros del polvo se encuentran en un ambiente ligeramente alcalino, por lo que la acidez del vinagre les dificultará prosperar.
Además, el vinagre ayudará a disolver las escamas de piel muerta que hayan quedado y que la aspiradora no haya recogido, eliminando su fuente de alimento. Los aceites esenciales también juegan un papel importante. El fuerte aroma de la menta irritará o alterará el sistema nervioso de los ácaros del polvo, por lo que evitarán el área rociada.
La lavanda es similar a la menta y su fuerte olor probablemente ahuyentará a los ácaros del polvo. Mientras que el aceite de árbol de té es eficaz contra los ácaros del polvo debido a sus propiedades insecticidas y antibacterianas.
Lava la ropa de cama con frecuencia
Los expertos recomiendan cambiar las sábanas al menos una vez por semana. Los ácaros del polvo viven con una temperatura ideal de entre 15 a 21 °C, por lo que si queremos matar los ácaros del polvo que se hayan asentado en las sábanas, hay que lavar la ropa de cama con agua caliente a más de 60 °C.
Se recomienda secar las sábanas con una secadora si es posible, ya que este calor adicional eliminará los ácaros del polvo supervivientes. El secado al aire libre es otra buena idea, ya que los rayos ultravioleta del sol eliminarán los ácaros del polvo, las bacterias o los alérgenos que estén presentes.
Utilizar una aspiradora con luz ultravioleta
Si tenemos presupuesto suficiente podemos invertir en una aspiradora con luz ultravioleta que ayude a desinfectar la superficie de su colchón.
Este tipo de luz UV-C penetra la capa superficial del colchón y altera las células de los ácaros eliminándolos. Además, muchos de estos tipos de aspiradoras vienen con un filtro HEPA, que también ayuda a eliminar los alérgenos de los ácaros del polvo que desencadenan los síntomas de alergia.
Lavar bien las almohadas
A menudo nos olvidamos de limpiar nuestras almohadas, pero éstas atraen la suciedad, el sudor y los alérgenos al igual que el colchón.
La forma de limpiarlas dependerá del tipo de almohada que tengamos, pero generalmente se pueden lavar a máquina una vez hayamos revisado el etiquetado antes de hacerlo para comprobar que se puede.
Al igual que en los casos anteriores, conviene usar una temperatura de más de 60 ºC y dejar secar al sol o en una secadora.
Reducir la humedad en tu habitación
Los ácaros del polvo prosperan en ambientes cálidos y húmedos. Los dormitorios son particularmente húmedos, mientras dormimos exhalamos humedad y un adulto típico puede exhalar hasta medio litro de vapor de agua por noche.
Esta humedad luego pasa al aire y, si las puertas y ventanas están cerradas, puede quedar atrapada. Si tenemos un baño, el vapor de la ducha caliente puede provocar nuevamente un exceso de agua en el aire, creando un ambiente húmedo.
Para evitarlo podemos tratar de reducir la humedad abriendo las ventanas durante las horas más frescas del día o incluso invertir en un deshumidificador que, además de eliminar la humedad, también pueden combatir la condensación, el moho y los olores desagradables.
Dejar airear la cama antes de hacerla
Hacer la cama tan pronto como nos levantamos puede retener la humedad que se crea mientras dormimos. Dado que a los ácaros del polvo les encantan los ambientes húmedos, esto crea un hogar perfecto para que se reproduzcan.
Lo ideal es abrir las ventanas y dejar que fluya un poco de aire con las sábanas y el edredón retirados para que se reduzca la humedad en el colchón. Y si puedes abrir las cortinas y las persianas, los rayos ultravioleta del sol también pueden ayudar a eliminar los ácaros del polvo.
Imagen portada | Adam Winger
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