Uso a diario táperes de plástico. Estos son los síntomas que avisan que ya son peligrosos y es hora de cambiarlos

Si el táper no es seguro, además de no funcionar como debe, puede afectar a los alimentos o a nuestra salud

Tuppers
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Es normal que en las viviendas de hoy día, en la cocina, contemos con todo tipo de utensilios a la hora de cocinar. Uno de los más habituales es el táper o táperes. Con este término me refiero a la adaptación española de tupper, un anglicismo referido a los recipientes de plástico que llegaron de la empresa Tupperware.

Este tipo de recipiente puede ser cristal, que es lo ideal, pero lo normal es que sea de plástico. Y en ambos casos lo normal es que tengan muchos usos a sus espaldas. Para guardar platos cocinados, para congelarlos, para llevarlos a la nevera o al microondas... Y aunque no lo parezca, un táper tiene una vida útil y limitada y por tanto unos síntomas que nos indican que es el momento de cambiarlos.

Los riesgos de un táper que no está bien

Táper Imagen | Amazon

Y es que cambiar los táperes de plástico en casa es necesario por varias razones relacionadas con la seguridad alimentaria y la durabilidad del material. Una diferencia que es exclusiva de los que están hechos en este material y no en plástico.

Primero por higiene y seguridad alimentaria, ya que un táper estropeado puede albergar bacterias y microorganismos que son difíciles de eliminar con el lavado regular. Estos patógenos pueden contaminar los alimentos, provocando enfermedades.

A diferencia del cristal, el plástico puede degradarse con el tiempo debido al uso repetido, la exposición a temperaturas extremas (como en microondas o lavavajillas) y el contacto con alimentos ácidos o grasos. Y esta degradación puede liberar sustancias químicas dañinas (como el BPA en algunos plásticos) en los alimentos.

Un material "estropeado" en un táper puede además hacer que el plástico pueda absorber olores y sabores de alimentos almacenados e incluso, si estos olores persisten, pueden transferirse a otros alimentos, alterando su sabor y olor.

Eso por no mencionar que un táper "defectuoso" puede tener más allá de un aspecto poco adecuado, un funcionamiento poco eficiente con con tapas que no cierran bien o con partes rotas en los táperes deformados que no cumplen adecuadamente su función de conservar los alimentos.

Pexels Keegan Evans 10986 90893 Foto de Keegan Evans

Un material plástico estropeado puede hacer que en algunos casos se liberen sustancias químicas nocivas cuando están deteriorados o expuestos a altas temperaturas (lo habrás leído en relación a las botellas de plástico que reutilizamos). Reemplazarlos regularmente ayuda a minimizar este riesgo.

Los síntomas de alarma

Dicho esto, podemos agrupar en varios apartados los síntomas que indican que es hora de cambiar los táperes de plástico en casa:

  • Grietas o roturas. Si el táper tiene grietas o partes rotas, es momento de reemplazarlo. Estas imperfecciones pueden albergar bacterias y hacer que el recipiente pierda su hermeticidad.
  • Manchas persistentes. Si el táper está manchado (queda el rojo del tomate o el amarillo del arroz) y no logras eliminar las manchas con una limpieza a mano o en el lavavajillas, es mejor reemplazarlo. Las manchas pueden ser indicativas de residuos atrapados que podrían ser insalubres.
  • Olores desagradables. Igualmente, si retiene olores desagradables incluso después de lavarlo, podría ser una señal de que el plástico ha absorbido estos olores y no se puede limpiar adecuadamente.
  • Deformaciones. Es uno de los síntomas clásicos. Una táper que ha cambiado de forma, tanto el recipiente como alguna de las partes debido a altas temperaturas por el uso en microondas o lavavajillas, está avisando que es recomendable cambiarlo, ya que el plástico podría haber sido comprometido. En el caso de las tapas se puede dar un desgaste que hace que no cierren bien o estén desgastadas, lo que puede hacer que pierda su función a la hora de mantener los alimentos frescos y seguros.
  • Decoloración. Si el táper ha cambiado de color también puede ser una señal de deterioro del material. La decoloración puede deberse al uso excesivo, la exposición a alimentos ácidos o aceites.
  • Textura pegajosa. Por último, si el plástico se percibe como pegajoso al tacto, incluso después de lavarlo, puede ser un signo de degradación del material.

Cómo vemos, el aspecto del táper va más allá de una razón más estética. Los táperes viejos y manchados pueden dar una mala impresión y no lucen bien, pero además pueden afectar a nuestra salud y a la calidad de los alimentos que almacenamos en ellos. Por eso es importante cambiar los táperes de plástico regularmente, ya que de esta forma podemos garantizar que los alimentos se almacenen en recipientes limpios, seguros y funcionales, protegiendo así la salud y la calidad.

En mi caso, además, tengo que reconocer que poco a poco los táper de cristal han ganado protagonismo en la cocina. Son más resistentes, pero también más higiénicos y duraderos, por lo que a la larga, aunque cuestan un poco más caros, son más rentables y sobre todo seguros.

Imagen portada | Amazon

En Xataka SmartHome | Uso el microondas a diario. Esto es lo que hago y estos los trucos que aplico para ahorrar electricidad y hacer que funcione mejor

Inicio