Se trata de un modelo potente y funcional que ofrece un gran rendimiento, aunque también tiene alguna pequeña pega en el uso diario
Hace un par de años y tras probar todo tipo de ventiladores, refrigeradores por evaporación y pingüinos al final nos decidimos en casa por instalar un sistema de aire acondicionado en condiciones, de tipo split puesto que no teníamos posibilidad de incorporar uno de conductos.
El proceso fue relativamente rápido a la hora de decidirnos, ya que aunque hay infinidad de modelos y marcas disponibles, cada uno con sus características diferenciadoras, optamos por fijarnos en las cualidades más importantes a la hora de escoger un aire acondicionado, como son la potencia de refrigeración, una tecnología inverter solvente, la eficiencia energética y la fiabilidad de la marca.
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El aire acondicionado recomendado por la OCU
En nuestro caso, la marca elegida fue Mitsubishi Electric, y los modelos concretos el MSZ-AP35VG y el MSZ-AP25VG, ambos muy similares en cuanto a tecnología pero con especificaciones ligeramente diferentes, ya que el primero ofrece una potencia de frío de 3.010 frigorías hora frente a las 2.150 frigorías hora de su hermano menor.
El motivo de escoger dos aparatos diferentes es que teníamos que alimentar por un lado al salón, de unos 20 m2 y donde solemos pasar más tiempo por lo que necesitábamos más capacidad de enfriamiento con el modelo AP35VG. El otro modelo, el AP25VG lo pusimos en el dormitorio, con un tamaño de 10 m2, por lo que necesitábamos menos potencia.
Cuando montamos los aires hace dos años no consultamos ningún portal de consumidores, pero precisamente la OCU publicó un informe en el que estudia los aparatos de aire acondicionado más interesantes de esta temporada para España, siendo este modelo de Mitsubishi junto con el Daikin FTXP35M los dos equipos más destacados de 2023, lo que confirma la buena opinión que ya teníamos de los equipos tras varios años de uso.
Con unos consumos energéticos de 0,99 y 0,6 KWh respectivamente, los aparatos cuentan con etiqueta energética A+++ y ofrecen unos niveles de ruido de 19 / 24 / 30 / 36 / 42 dB (A) dependiendo de la velocidad del ventilador que seleccionemos, siendo en nuestro caso los dos primeros modos los que solemos usar habitualmente.
El diseño del equipo es elegante, de forma rectangular, con tonalidades blancas y grises que una vez instalado y pasados unos días no resulta llamativo, cumpliendo perfectamente su función sin que quede muy armatoste en la sala.
En cuanto a las funciones ofrecidas, además de aire frío tenemos bomba de calor, también muy eficiente y que hemos probado a fondo durante el invierno, deshumidificador (todavía no lo hemos usado) y función de ventilador que sirve para mover el aire de la sala sin encender el compresor. Todas ellas con la opción de posicionar las aspas tanto de derecha a izquierda como de arriba hacia abajo.
Lo que más y menos me gusta de este modelo
Al comprar un equipo de aire acondicionado para casa lo primero que esperas es que cumpla con su función y con lo que promete en las especificaciones, algo que este modelo en sus dos versiones (AP35VG y AP25VG) hace con creces.
La capacidad de enfriamiento y producción de calor es más que suficiente para cubrir las necesidades de las habitaciones donde están instaladas, funcionando de forma muy silenciosa y de forma que muchas veces te olvidas que lo tienes trabajando.
El control de los aparatos también es sencillo e intuitivo, siempre que no quieras meterte en las funciones más avanzadas de temporización. De hecho, si no abrimos la tapa del mando a distancia para no complicarnos la vida solo tenemos acceso a cambiar la temperatura y el encendido o apagado del aparato, algo que es de agradecer.
Cambiar la posición de las aspas también es sencillo, ya que contamos con desplazamiento horizontal y vertical motorizado que se maneja fácilmente desde un botón. De igual modo podemos variar entre las funciones de calor, frío, ventilador y deshumidificador.
En cuanto al alcance del mando, en mi caso la máxima distancia que he podido probar es de unos 7 metros, para lo cual hay que apuntar muy bien al sensor de infrarrojos situado en la parte derecha del split.
En distancias más cortas (hasta unos 5 metros) no hace falta apuntar tanto al sensor, pero conviene hacerlo para confirmar que la orden ha llegado al equipo, algo que realiza mediante un pitido. Si no oímos este pitido la orden habrá quedado registrada en el mando pero no se ejecutará hasta que apuntemos correctamente hacia el sensor.
Otro de los puntos a favor es que, para ser una marca con orientación de alta gama como Mitsubishi, el precio está relativamente contenido, pudiendo encontrarse en distribuidores especializados y tiendas por alrededor de 750 euros-800 euros más la instalación, que puede rondar otros 150 euros adicionales dependiendo de los instaladores de nuestra zona.
Como puntos negativos podríamos destacar la relativa baja calidad de los plásticos del split, algo que por otra parte suele ser común en la mayoría de marcas y equipos que pude ver en las tiendas antes de comprar. En teoría no es algo que debiera resultar molesto, ya que es un aparato que va a estar colgado en la pared a un par de metros de distancia y que no vamos a tocar.
Sin embargo, tener estos plásticos poco robustos (o por lo menos es la impresión que me ha dado) hace que se produzcan vibraciones indeseadas en según qué circunstancias, causadas sobre todo por las dilataciones y contracciones de algunas de las piezas.
En mi caso, el aparato de la habitación cuando funciona como bomba de calor produce unas vibraciones que llegan a resultar molestas, ya que superan el ruido de fondo del equipo. Son debidas a un ligero desajuste de la carcasa frontal del aparato y se suelen arreglar apretando fuerte hacia adentro, pero es algo que podría solucionarse si se usasen otro tipo de materiales.
Otro punto que no ha terminado de convencerme son los filtros. Son de fácil acceso, siempre que te subas a una escalera, claro, pero dan la sensación de ser demasiado simples o básicos, por lo menos para un equipo que pretende ser de gama media o media-alta.
Cumplen su función, ya que cuando los limpias un par de veces al año han recogido un montón de polvo y suciedad del aire, aunque no toda, ya que parte los traspasa ensuciando el rejilla interior del equipo.
Por último, tampoco me ha terminado de convencer el sistema de control vía WiFi. El fabricante ofrece en este modelo la posibilidad de gestionar el aparato a través del sistema MELCloud, que permite controlar el aire acondicionado desde cualquier smartphone, tableta o PC.
Sin embargo, este es precisamente el punto débil del invento, ya que dependemos de tener una conexión a Internet activa en casa y de que los servidores de la marca funcionen para poder hacerlo. Lo ideal sería poder también controlar el aparato y los datos de funcionamiento directamente desde una conexión local cuando estamos en casa. O por lo menos para consultar la información de consumo eléctrico sin tener que conectarse a Internet.
Imagen portada | Elaboración propia
Más información | Mitsubishi
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