En casa tenemos una freidora de aire desde hace casi dos años y aunque inicialmente era mi pareja, la que la usaba de forma casi exclusiva, poco a poco he ido cogiéndole el truco y cada vez la he ido incluyendo en mi día a día. De hecho, sigo aprendiendo trucos y formas para sacarle más partido.
Sin embargo este que acabo de aprender me ha hecho abandonar el microondas para una tarea bastante cotidiana. Y es que lo que no sabía es que podía usar la freidora de aire para descongelar el pan y aprovechar también el calor generado cuando iba a preparar un plato.
El truco definitivo
Normalmente cuando tenía que descongelar pan usaba el microondas. Al emplear el microondas, lo que hacía era que el pan tuviese una textura gomosa. Además se endurecía en cuanto se enfriaba. Si quería un mejor resultado, tenía que usar la función de grill y eso ya provocaba que tardase mucho más en descongelarse.
Sin embargo, al usar la freidora de aire, el proceso es mucho más rápido y además el pan se descongela sin alterar su textura o sabor. Esto es lo que hago para obtener el mejor resultado:
- Lo primero que hago es preparar el pan pan. Lo envuelvo en papel de horno (si no tengo uso papel de aluminio) y de esta forma el pan conserva la humedad y no se seca durante el proceso de descongelación. Y como me gusta el pan crujiente lo que hago es que cuando queden dos minutos para que termine el proceso, lo saco y le quito el papel durante el tiempo restante.
- Ahora toca precalentar la freidora, situando la temperatura en unos 180°. Esta es la temperatura ideal para descongelar el pan, ya que no lo quema y permite una descongelación uniforme.
- Cuando la freidora alcanza la temperatura adecuada, coloco el pan en el cestillo, asegurándome que queda espacio alrededor, para que así el aire pueda circular fácilmente.
- Ahora justo el temporizador y marco un tiempo de unos siete minutos (puede ser más o menos en función del tamaño y el grosor del pan). Ya le he pillado el truco al tiempo, pero al principio lo que hacía era abrir el cestillo de vez en cuando para controlar el proceso de descongelación.
- Una vez salta el temporizador, abro el cestillo y compruebo que el pan tenga la textura deseada y que se haya descongelado adecuadamente. Si le hace falta un poco más, lo vuelvo a introducir y lo tengo descongelándose un par de minutos extra.
De esta forma he conseguido descongelar el pan sin tener que usar el microondas y además lograr un resultado en el que el pan tiene un toque crujiente por fuera y blandito por dentro, como recién salido de la panadería.
Y es que a diferencia del microondas, al usar la freidora de aire se logra que el pan no se termine casi cociendo y además no hay que tirar de trucos como el vaso de agua, ya que con este método se reduce al máximo el agua en el pan y el pan queda en su punto.
En Xataka SmartHome | Tengo una freidora de aire y he tardado tiempo en sacarle todo el partido: la culpa es de estos errores que cometía
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