Si tienes piel de patata en tu casa tienes un tesoro: nueve maneras de sacarle el máximo provecho

La piel de la patata suele ser un elemento que desechamos en nuestra cocina sin pensárnoslo dos veces, aunque es cierto que hay ocasiones en las que puede convertirse en un recurso versátil y valioso en casa. Este "desperdicio" aparente tiene un sinfín de posibilidades para poder reutilizarlo de manera creativa y sostenible.

En la cocina, la piel de la patata puede transformarse en deliciosos aperitivos y aportar nutrientes esenciales. Rica en fibra, potasio y antioxidantes, podemos utilizarla para nuestras patatas fritas crujientes al mezclarlas con un poco de aceite de oliva, sal y especias, para luego hornearlas hasta que estén doradas. Además, es un excelente ingrediente para enriquecer un caldo casero si se combina con otros restos de verduras.

En el jardín, la piel de la patata demuestra ser un excelente aliado. Por su naturaleza biodegradable y su riqueza en nutrientes, es ideal para el compostaje, contribuyendo a crear un abono orgánico de calidad. También puede picarse finamente y enterrarse cerca de las raíces de las plantas para mejorar la fertilidad del suelo de forma natural.

Si nos vamos al ámbito de la limpieza, si bien no suele considerarse como el primer remedio que nos venga a la cabeza, su textura ligeramente abrasiva resulta útil para pulir utensilios de acero inoxidable, devolviéndoles su brillo. Antaño también se freía piel de patata para curar sartenes de hierro. Asimismo, puede colocarse en el agua de cocción de otros alimentos para absorber posibles residuos químicos, convirtiéndola en una herramienta ecológica.

En el cuidado personal también podemos beneficiarnos de las propiedades de la piel de la patata. Contiene enzimas y vitamina C, que son ideales para la piel. Puede utilizarse como una mascarilla facial, colocando las pieles limpias sobre el rostro para hidratar y reducir manchas, o como calmante natural para aliviar quemaduras leves o irritaciones, algo similar a las rodajas de pepino.

La creatividad también encuentra su lugar aquí. Las pieles de patata pueden hervirse para extraer pigmentos naturales y utilizarlos como tintes en tejidos o papel. Si así lo prefieres, también puedes secarlas y emplearlas como elementos decorativos para todo tipo de proyectos de manualidades, ofreciendo un toque único y sostenible.

Imagen de portada | JESHOOTS.COM

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