El polvo desaparece en segundos, aprovechando esta herramienta que tengo en el coche
Llega el invierno y, antes de poner en funcionamiento los radiadores, hay una serie de medidas que siempre aplico para que funcionen de la forma más óptima. Pero algo que no hay que descuidar es la limpieza; un radiador con mucho polvo será menos eficiente.
Después de un año parados, los radiadores acumulan polvo y pelusas, y antes de comenzar a usarlos es importante dedicar un tiempo a eliminar los restos acumulados que pueden interferir en la eficiencia del radiador. Por eso, yo siempre aplico este truco para limpiarlos.
El truco infalible
Puede parecer inofensivo, pero la acumulación de polvo y suciedad después de varios meses sin funcionar puede hacer que el radiador sea menos eficiente a la hora de calentar la casa.
El polvo y la suciedad son elementos que actúan como una barrera que reduce la transferencia de calor desde el radiador al aire circundante. Dicho de otra forma, el radiador tendrá que trabajar más para mantener la temperatura deseada, lo que se traduce en un aumento del consumo energético y, por lo tanto, en un mayor gasto en la factura del gas o de la luz.
Además, los radiadores sucios pueden no distribuir el calor de manera uniforme, lo que provoca puntos fríos en la habitación y un menor confort térmico. Y eso, por no hablar de que el polvo acumulado genera un olor desagradable cuando el radiador se calienta y comienza a funcionar.
Incluso pueden llegar a darse situaciones que afecten la salud de las personas con problemas respiratorios, ya que la acumulación de polvo y suciedad puede liberar partículas al aire cuando el radiador está en funcionamiento, lo que afecta la calidad del aire interior.
Lo más común para limpiar el radiador es usar un plumero que puede colarse por los lugares más pequeños y un paño de microfibra para limpiar las superficies visibles. Pero, además, yo aplico este pequeño truco que me enseñó el instalador que los puso en casa.
Se trata de una lata de aire comprimido o un compresor de aire para acabar con el polvo y la suciedad acumulada. De hecho, en casa aprovechamos un pequeño aparato de este tipo hasta para quitar el polvo de las estufas. Lo que hago es soplar el polvo acumulado y para que no escape coloco una toalla húmeda debajo del radiador (puedes usar un pulverizador para humedecerla) y, con el soplador a máxima potencia, apuntar hacia las ranuras del radiador para que el aire circule hacia la zona inferior y el polvo quede atrapado en la toalla húmeda.
Este truco es efectivo para las zonas más complicadas, pero asegúrate de hacerlo en un área bien ventilada para que el polvo no se esparza por toda la habitación
De esta forma y en muy pocos minutos puedes dejar libres de polvo todos los radiadores de la casa, sin tener que complicarte la vida con productos específicos de limpieza y asegurándote de que este sistema no daña la cobertura ni el acabado del radiador.
Foto de portada | Ksenia Chernaya
Vía | El Confidencial
En Xataka SmartHome | He seguido este simple truco para limpiar mis radiadores por dentro. No he gastado ni un euro y estoy sorprendida por el resultado
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