Si bien recientemente te contábamos cómo limpiar de forma eficaz tus ventanas con un remedio casero y casi milenario, en este artículo te vamos a explicar cómo las abuelas y abuelos en España se reían del aire acondicionado para enfriar la casa en verano. Estos trucos se han ido trasladando de generación en generación y algunos se remontan a cientos de años atrás.
Lógicamente no estarás tan fresquito como debajo del aire acondicionado, pero si no tienes acceso a este aparato y vives en una zona calurosa, tienes a mano una serie de trucos que puedes probar en casa para no pasar calor. Bajo estas líneas te contamos todos los detalles.
Trucos tradicionales para evitar el calor en casa
Para reducir la temperatura de ambiente en el interior de la casa, existen una serie de métodos que puedes probar en casa. Uno de los más simples es reducir la luz del sol que incide en casa. Esto lo puedes hacer echando las persianas en los momentos más calurosos, echar el toldo si cuentas con uno, y básicamente, utilizar cualquier remedio para que la luz solar no incida directamente a la estancia.
Además de ello, siempre que puedas, no te olvides de generar corrientes de aire por toda la casa abriendo las ventanas y puertas de todas las habitaciones. Si lo haces a primera hora de la mañana crearás una corriente de aire fresco que reducirá levemente la temperatura ambiente de tu hogar y disfrutarás de un flujo de aire fresco mientras estás en casa.
El truco es escoger el momento en el que bajas la persiana de casa o generas esas corrientes. Y es que si abres la ventana a primerísima hora de la tarde, puede que no sea una idea acertada según donde vivas, ya que todo el aire caliente entrará por tu casa.
Otro truco que puedes usar en casa es usar un barreño con agua y hielo y colocarlo frente a un ventilador o a una ventana abierta. Usar sal en el barreño hará que el hielo se derrita de forma más rápida y, de esta manera generaremos corrientes de aire algo más frías. También puedes fregar las habitaciones con agua fría a primera hora de la mañana o pulverizar con agua las plantas que tengamos en casa.
Todos estos trucos nos ayudarán a enfriar la casa sin la necesidad de un aire acondicionado. Aunque si quieres ir más allá, pintar las casas de blanco con cal también es un remedio que se remonta a cientos de años atrás, siendo una solución tradicional para hacer que la luz del sol se refleje y se reduzca así el calor generado. También puedes quitar las cortinas que uses en invierno y sustituirlas por telas finas y claras que ayuden a reflejar el calor.
Imagen de portada | Andrew George
Vía | Europa Press
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