Con los cuidados adecuados esta planta puede prolongar su vida durante todo el año y ser un bonito adorno en cualquier rincón de casa
Si hay un adorno típico en estas fechas navideñas esa es la flor de Pascua, con un color rojo intenso de sus hojas la Euphorbia pulcherrima es una planta que suele estar presente en muchos hogares incluso en los que no ponen otras decoraciones como árboles o belenes.
Pero es también una planta que genera muchas dudas en su cuidado y suele ser habitual que con el ajetreo de estas semanas al final se estropee antes de lo debido y comience en pocos días a tener mal aspecto. ¿Qué podemos hacer para mejorar su cuidado?
Consejos esenciales para cuidar la flor de Pascua
Originaria de México, esta planta llegó a Europa gracias a los franciscanos, consolidándose como un emblema de las fiestas navideñas y que puede estar con nosotros mucho tiempo siempre que tomemos algunas precauciones.
Para ello podemos recurrir a consejos de expertos, como por ejemplo al horticultor Ángel Illescas que ofrece desde sus redes sociales como TikTok consejos prácticos para mantener la flor de Pascua en buen estado todo el año que comienzan por un riego adecuado. ¿Cuánto hay que regarla?
La flor de Pascua necesita el agua justa, ya que si nos pasamos o nos quedamos cortos se estropeará. Esto equivale a como medio vasito de agua cada tres o cuatro días. Otros jardineros como Eduardo Barba explican que conviene aplicar la regla de regar solo cuando el sustrato se haya secado prácticamente por completo, sobre todo la primera capa. Y además es conveniente retirar el agua sobrante del plato que hay bajo la maceta.
El segundo truco si queremos que esté vigorosa es que necesita mucho abono y cuando está roja "tiene que comer". Por ello Illescas recomienda abonar la planta una vez por semana o cada 15 días con sustrato rico en fósforo y potasio y bajo en nitrógeno. Podemos usar los abonos específicos para tomates, rosas o frutos del bosque.
También hay que buscarle un lugar adecuado en la sala y "no marear la planta". O lo que es lo mismo, no hay que moverla. Una vez que la pongamos en un lugar de la casa con mucha intensidad lumínica (no es necesario el sol directo), hay que intentar no tocarla demasiado ni moverla de sitio.
También podemos simular las condiciones que tiene la planta en su hábitat natural, para que pueda desarrollar así el color rojo habitual. Para empezar, deberás buscar una caja de cartón lo suficientemente grande que pueda cubrir la planta totalmente y sin tocar las hojas.
Durante el día, deberás colocar la poinsettia en un lugar donde reciba luz natural indirecta. Y cada tarde, a partir de las 17:00 o las 18:00, hay que cubrir la planta con la caja de cartón. A la mañana siguiente tenemos que quitarle la caja para que la planta reciba la luz durante todo el día, hasta que tengas que ponérsela de nuevo a media tarde.
Más información | Angel Illescas en TikTok | El País
Imagen portada | Freepik
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