Así he añadido luces LED en varias zonas de mi casa sin cables ni complejas instalaciones

Cuando se lleva a cabo una reforma en casa, muchas veces y con el paso del tiempo nos damos cuenta de pequeños errores que hemos cometido (y de los que terminamos aprendiendo) y que pasado el tiempo tienen una solución más o menos compleja. En mi caso cometí un error o no (el bolsillo no daba para más), al no añadir iluminación LED a los muebles de la cocina así como en otro mobiliario de la casa.

Una opción que se puede llevar a cabo sin mayor problema, pero con instalaciones que precisaban en mi caso usar canaletas y realizar agujeros en la madera, algo a lo que me negaba rotundamente para no romper con la estética de la cocina. Por eso opté por un sistema de tiras LED recargable que encontré en Amazon y este fue el proceso para instalarlo y mi experiencia de uso.

Sin cables, sin enchufes

Este es el sistema de luces LED elegido. Una tira LED (30 piezas de 2835 LED) con sensor de movimiento con 3 modos y temporizador. Ofrece un alcance de 5 metros, un ángulo de movimiento de 120 grados y un tiempo de iluminación que se puede establecer en 15, 130 o 380 segundos.

Según la web, ofrece una autonomía de hasta 3 semanas en modo automático o entre 3 y 4 horas continuadas gracias a la batería de litio incorporada de 1100 mAh. En la práctica, estas cifras más o menos se cumplen. Por lo que sólo queda por aplicarlas en alguna zona de la casa.

En la cocina

No ha sido difícil el integrar el sistema en los muebles de la cocina. Sólo la unidad detectora de presencia que queda pegada por medio de un adhesivo al mueble y el cable que la conecta a la tira LED. El resultado, en cuanto a uso, ha sido efectivo, pero no así tanto en cuanto a la estética lograda.

Y es que con unas líneas limpias, la presencia del cable y el sensor, estropeaban el aspecto que ofrecían los muebles. ¿Posibilidad de instalarlo dentro por medio de un pequeño agujero en la madera? Podría, pero entonces el sensor dejaría de funcionar y por lo tanto perdería buena parte de sus funciones, pues habría de abrir el mueble para que este se activará.

En ese caso el hecho de quedar encendido al entrar a la cocina no era factible y eso me llevó a pensar en otra posible aplicación ya que me había hecho con dos sistemas de iluminación LED sin enchufes.

Iluminando el armario

Si quedaba oculto a la vista ¿cuál podía ser el escenario que todos tenemos en casa y en cuyo lugar podría tener sentido? El armario ofrecía una buena opción para intentar aprovechar las luces LED, pensando en que oculto en el mismo, las luces se encendieran con sólo abrirlo.

Me dispuse por lo tanto a situar el sistema LED en los armarios empotrados con puertas correderas. Con el sensor situado junto a la zona de apertura y bien disimulado por la ropa colgada en perchas, de forma que al abrir la puerta, las luces, situadas en la zona superior, se encendieran automáticamente. Y el resultado fue mucho más satisfactorio que el logrado en la cocina.

Por un lado el sistema queda oculto a la vista, lo que nos hace ganar en estética. Además, la autonomía también mejora, pues sólo se enciende al abrir el armario lo que supone muchas menos horas de uso que las que ofrecía al activarse al detectar nuestra presencia en la cocina.