Seguro que en alguna ocasión has escuchado la expresión "han saltado los plomos". Estas viendo la tele, pones la lavadora y el horno y experimentas un apagón general o bien en la cocina todo se queda a oscuras. Eso se debe a que has superado la potencia que tu instalación admite o que algún electrodoméstico presenta algún fallo en la conexión a la toma eléctrica.
No está de más conocer cuantos dispositivos podemos tener conectados en casa sin que salten los plomos y para eso es fundamental controlar cuánto consumen los electrodomésticos que tenemos en casa y conocer los sistemas que nos pueden prevenir ante accidentes indeseados.
Conocer la potencia en casa
Para empezar aclarar que cuando usamos la expresión saltar los plomos, lo que en realidad queremos decir es otra cosa. Lo que "salta realmente" es el Interruptor de Control de Potencia (ICP), que se desactiva por algún error o el propio exceso de potencia.
Dicho esto, tenemos que empezar por un punto como es conocer la potencia contratada y es que es en el consumo donde está la clave. Estamos acostumbrados a comprar electrodomésticos y aparatos y muchas veces no tenemos en cuenta la potencia contratada en nuestro domicilio.
Con este término nos referimos al valor numérico que relaciona el número de aparatos que podemos conectar a la vez en nuestra casa sin que salte el Interruptor de Control de Potencia (ICP). Un valor que viene expresado en kilovatios (kW) y que se conoce como término fijo, una cantidad que además va por tramos y que nosotros establecemos cuando contratamos el servicio de luz.
Por eso, antes de formalizar el contrato con la empresa que nos facilita la luz, es interesante calcular cuánta potencia vamos a necesitar. Hay diferentes páginas gratuitas que permite simular nuestro consumo eléctrico en función del tamaño de la vivienda, aparatos que vamos a usar, personas que viven en casa...
Estas simulaciones permiten calcular de forma estimada la potencia que vamos a requerir en casa para usar una serie de electrodomésticos. En calculadoras de potencia como esta de Iberdrola (es la que hemos usado) o esta otra de Facua, nos remiten y preguntan por el tamaño de la vivienda y los electrodomésticos que tenemos conectados para sacar un calculo estimado. Pero también podemos calcular la potencia de forma manual.
Para ello debemos tener en cuenta que hay aparatos que consumen bastante, caso de hornos, secadoras, calefacciones eléctrica, aires acondicionados... y todos ellos conviven con otros que gastan mucho menos. Por eso, debemos calcular cuales de estos, sobre todo los más "pesados", van a funcionar al mismo tiempo. Pueden ser orientativos los valores que dan en esta página y que ahora resumimos.
Calefacción y estufas | De 800 a 2.500 vatios |
Lavavajillas | De 1.500 a 2.200 vatios |
Horno | De 1.200 a 2.200 vatios |
Lavadora | De 1.000 a 2.000 vatios |
Aire acondicionado | Desde 800 gasta 3.000 vatios |
Microondas | Entre 1.500 y 2.200 vatios |
Televisión | Entre 100 y 400 vatios |
Frigorífico | Entre 200 y 350 vatios |
Estos son los elementos que hay en cada casa, por lo general, pero junto a estos hay que sumar el resto de aparatos conectados. Ordenadores, equipos de audio, bombillas... todos estos ya ofrecen un consumo mucho menor y por lo tanto son más difíciles de determinar. La mayoría de los dispositivos pequeños apenas consumen potencia eléctrica y por ejemplo un equipo de música compacto no pasará de los 20 vatios. Las etiquetas e instrucciones nos dan esa información.
En este sentido, es importante conocer y calcular la potencia eléctrica en base a los dispositivos que tenemos en casa y sumar sus consumos. Es el llamado factor de simultaneidad, un cálculo estimado en base a los electrodomésticos que hay en casa, el uso que le vamos a exigir y la potencia máxima contratada que aparece nuestra factura.
A la cifra final, debemos añadir un margen para el resto de dispositivos menos potentes que antes hemos visto (para la iluminación, basta con multiplicar por 0,66 el resultado de todas las bombillas juntas y tendremos una cifra estimada) y tener en cuenta cuántos de todos estos aparatos van a funcionar a la vez. Esto es lo que se denomina el coeficiente de simultaneidad.
Significa que a la hora efectuar el cálculo no se trata sólo de sumar. De la ecuación tenemos que deducir el uso y nuestras rutinas. Un ejemplo es que por ejemplo no vamos a usar a la vez calefacción y aire acondicionado, así que de la cifra final se elimina de los dos el elemento que requiera menos potencia.
El objetivo es determinar la cifra de kW más alta que vamos a exigirle a la instalación teniendo en cuenta los equipos eléctricos de mayor consumo que solemos utilizar de manera simultánea y que de esta forma si encendemos el aire y la lavadora y los unimos al frigorífico, no terminen saltando los plomos. Aun así, existe un margen, una tolerancia en el contador, que permite que si durante un breve período de tiempo superamos la potencia contratada, los plomos no salten, sobre todo si no nos pasamos por mucho. Pero esto, es sólo el principio.
Como observación, puede que en algunos dispositivos el consumo aparezca en vatios ("W") y para obtener los kW sólo tienes que dividir entre 1.000.
Corte de luz, medida de precaución
Cuando decimos nos han saltado los plomos, suele deberse normalmente a que tenemos demasiados aparatos conectados o a malas conexiones, si bien en otros casos puede deberse a factores en los que no tenemos que ver como son las subidas de tensión.
Con la expresión nos han "saltado los plomos" podemos tener un problema en el interruptor general, en el ICP, pero también en otro de los automáticos que por separado tenemos en la caja de registro, de algún fusible...
Si hablamos del diferencial general, nos referimos al primer interruptor que aparece en el cuadro de registro eléctrico. Con una potencia que va desde los 25 a los 40 Amperios, es el principal protector de la instalación eléctrica, al proteger con un corte todo lo que tenemos conectado frente a posibles sobrecargas y cortocircuitos. También puede intervenir, entre otros elementos, el Interruptor de Control de Potencia o ICP, que es el que determina si superamos la potencia contratada en nuestro contrato de la luz, aunque este suele estar situado en el contador general.
Y son las sobrecargas el principal problema. Si tenemos muchos dispositivos o aparatos conectados o pocos, pero de alto consumo, podemos exceder el consumo que tenemos contratado o producir calentamientos en el cableado, algo que se maximiza en una instalación antigua o mal cableada. En ese punto el diferencial salta y se evitan problemas mayores que pueden incluso desembocar en un incendio.
La clave son los Amperios
Pero dicho todo esto y teniendo en cuenta la potencia general contratada, puede que tengamos otros límites en casa en forma también de potencia. Si te fijas, en el cuadro eléctrico, aparecen junto al diferencial general, otra serie de reguladores (magnetotérmicos) que están agrupados generalmente por zonas o por tipos de dispositivos. En mi caso tengo ocho limitadores de potencia que se corresponden con distintos aparatos.
Estos limitadores con forma de palanca se encargan de interrumpir la corriente eléctrica de un circuito cuando se han sobrepasado determinado consumo que tiene cada cuadro eléctrico. Cada uno de estos mecanismos soportan una cierta cantidad de corriente máxima que aparece y puede aparecer impresa en cada palanca con un valor acompañado de la letra "A" de Amperio o en mi caso de la letra "C".
Como ejemplo, en mi caso aparecen potencias que van desde los 10A hasta los 25A. Esto se traduce en que cada uno de estos limitadores es capaz de soportar una cantidad de corriente. Y aunque por ejemplo, mi diferencial general admite 40A, en una estancia no podré conectar y enchufar electrodomésticos por más de 25A, ya que de lo contrario este saltará.
En este punto puede surgir la duda, ya que la potencia o el consumo se mide en vatios y aquí hablamos de Amperios. Para conocer la equivalencia y la potencia que soporta cada limitador tan sólo tenemos que multiplicar los 230 voltios por el amperaje de cada limitador. Así por ejemplo, el que cuenta con 10A no me dejará enchufar más de 2.300 vatios de potencia. Una cantidad escasa y por eso está destinado al alumbrado, mientras que los que gestionan electrodomésticos más potentes admiten un amperaje y por lo tanto, una potencia mayor.
Amperios (A) | Vatios (W) |
---|---|
10A | 2.300W |
15A | 3.450W |
20A | 4.600W |
25A | 5.750W |
30A | 6.900W |
35A | 8.050W |
40A | 9.200W |
Esto se traduce en que aunque tengamos por ejemplo, contratados 6.000 vatios de potencia, si el magnetotérmico de la cocina sólo admite 15A o lo que es lo mismo, 3.450 vatios, no podremos poner a la vez frigorífico, horno, vitro y lavadora juntos, ya que superaremos el potencial admitido por ese limitador.
Por lo tanto y en conclusión, para conocer lo que puede dar de sí la instalación en casa y sin entrar a valorar el estado de dicha instalación (si el cableado es deficiente por ejemplo), es interesante estar al tanto de varios aspectos: la potencia contratada, el consumo de vatios que tenemos en casa y el amperaje y vatios soportados por nuestro cuadro eléctrico. En el caso de que hiciera falta modificar la instalación, recuerda que debes ponerte en contacto con un instalador autorizado que deje un registro de lo que ha tocado.
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