Hace dos días vimos cómo podemos controlar la energía eléctrica que estamos consumiendo en tiempo real desde casa y así evitar sustos en la factura de la luz. Pero junto a un consumo responsable, también podemos minimizar el impacto en el bolsillo disminuyendo la potencia máxima contratada en el caso de que no nos resulte necesaria.
Lo mismo que podemos acceder vía Internet al consumo de energía eléctrica en tiempo real, es posible conocer de forma gráfica la evolución en el tiempo de lo que consumimos cada mes, comprobando así si nos quedamos muy lejos de la potencia máxima contratada y, en este caso, pedir que nos la reduzcan para abaratar la factura cada mes.
Internet, el aliado para ahorrar en la factura
La potencia máxima es uno de los conceptos por los que tenemos que abonar un importe fijo todos los meses en la factura de la luz. Es un valor que siempre está presente, pero que aumenta o disminuye el peso de nuestra factura en proporción directa a la cantidad pactada con la compañía eléctrica.
Como aclaran desde la página del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el término de potencia "es un precio fijo que se calcula multiplicando la potencia contratada, por los días que engloba la factura y por el término de potencia del precio PVPC que el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital establece".
Cuando realizamos la contratación de nuestra tarifa con la distribuidora, es importante saber cuántos electrodomésticos puedo conectar a la vez sin que tengamos cortos (popularmente "salten los plomos").
Imaginemos que vamos a tener funcionando a la vez, lavadora, horno y vitro... elementos a los que sumamos otros fijos como frigorífico, climatización, iluminación, televisor... en función del consumo de cada uno de ellos realizamos una sencilla cuenta y contratamos una potencia máxima determinada.
El término potencia es un fijo que ha de abonarse aunque no se realice ningún consumo eléctrico y por eso es importante ajustarla al consumo real. A menos potencia contratada, menos gasto cada mes. Esta cifra que aparece en nuestra factura, normalmente en la sección "Datos del contrato o detalle de la factura", es el resultado del precio que se paga por la potencia y multiplicarlo por la cantidad de kW contratados.
En este sentido, se puede bajar potencia contratada, pero teniendo en cuenta que tendremos menos kW hay que avisar que es importante no quedarse cortos para no quedarnos "a dos velas" en el momento más inoportuno. Además, la distribuidora solo permite un cambio de potencia al año, por lo que hay que cuidar mucho las cifras.
Si decidimos bajar la potencia, el cambio se refleja de forma inmediata en nuestra factura. Un cambio que puede suponer un ahorro de cerca de 5 euros al mes por tramo bajado (luego veremos que hay tramos) que se traduce en unos 60 euros al año.
Conocer y ajustar la potencia contratada vía web y app
Por eso y lo mismo que vimos a la hora de conocer el consumo en tiempo real, podemos ajustar la potencia. La misma web de la distribuidora ofrece información en forma de histórico sobre la potencia que hemos ido gastando mes a mes como tope.
Es un apartado que puede variar según la distribuidora que tengamos contratada. En mi caso es Endesa, es el apartado "Consultar la potencia máxima demandada". En este punto ofrece información en forma de gráfico con la potencia más alta que hemos demandado cada mes.
En mi caso tengo contratados 4,600 kW y el gráfico muestra cómo el valor máximo demandado ha sido de 3,976kW el 16/02/2021 a las 16:45h. Si quisiera ahorrar unos euros, bastaría con ajustar la potencia que tengo contratada.
Hay que tener en cuenta que la potencia contratada se puede subir o bajar en múltiplos de 0,1 kW y según la subida o bajada cambiaremos o no de tramo. Además, y como detallan en la web de Endesa, tu compañía distribuidora cobrará por el proceso unas cantidades fijas:
- Cerca de 11 euros por bajar la potencia bajo el concepto "derechos de enganche" y sin importar cuánto bajes la potencia.
- Unos 45 euros por cada kW que subas la potencia bajo el concepto de "derechos de extensión y de acceso", y como el anterior se verá reflejado en la siguiente factura.
- Dependiendo de cuál sea tu distribuidora, podrían cobrarte por otras gestiones o depósitos.
Estos mismos cálculos se pueden realizar con la oportuna aplicación móvil de cada distribuidora. La interfaz puede cambiar de una a otra, pero como se puede ver, no representa mayor dificultad ya que los términos a buscar no dejan lugar a dudas.
Como en el caso de la versión web, podemos establecer las fechas en las que queremos que nos muestre el consumo realizado. El margen por el que movernos será mayor o menor en función de cuando hayamos dado de alta el contrato.
Los datos que te hará falta conocer
En este sentido, el Gobierno tiene publicado en el BOE un listado con las potencias normalizadas, los antes mencionados tramos. Fechado en 2006, siguen vigentes en 2021, pero si no hemos realizado cambio alguno en la instalación y esta ya tiene tiempo, nuestra casa aún se regirá por los tramos antiguos.
Lo normal, si decidimos bajar la potencia contratada, es que la distribuidora nos solicite una serie de documentos que conviene tener a mano:
- Nombre, apellidos y DNI del titular del contrato.
- Potencia eléctrica actual.
- Potencia eléctrica nueva.
- Código Universal del Punto de Suministro (CUPS).
- Boletín Eléctrico.
A la hora de contratar la potencia, lo habitual en buena parte de los hogares es que esta se sitúe alrededor de los 3,45kW de mínimo con el objetivo de evitar que el ICP salte fácilmente. La potencia mínima suele ser de 2,3 kW y la máxima se sitúa entre 10kW y 15kW. Las más habituales son 2,3kW, 3,4kW 4,6kW y 5,75kW.
Imagen portada | Pok Rie
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