Ahora mismo me estoy ahogando de calor. El aire acondicionado apenas puede con los 37 grados que hace en el exterior y noto como se me derrite el cerebro, así que cuando he visto esta ducha de jardín automática me han entrado unas ganas locas de comprarla, incluso a sabiendas de que no tengo jardín.
¿Qué tiene de especial esta ducha? Os estaréis preguntando. Bueno, pues como el titular indica, que es automática. Un sensor de presión situado en la base detecta nuestra presencia al subirnos a ella y abre la válvula del agua para poder refrescarnos al fin.
En el vídeo vemos también que tiene una pequeña rueda en la base que nos permite ajustar la potencia del agua para adaptarla a nuestro gusto y altura, aunque tampoco estaría de más que la dedujera de nuestro peso o que memorizara los gustos de cada usuario, reconociéndolos por su peso --por pedir, que no quede--.
No es que sea un grandísimo avance de la ciencia, pero esta ducha de jardín automática, además de refrescante, supone un ahorro de agua considerable, ya que no tiene las pérdidas de los típicos pulsadores ni se corre el riesgo de que nadie se deje el grifo abierto.
Vía | SmartHome Blog En Xataka Smart Home | Produce tu propia electricidad con un molino de viento en el jardín