Una regleta es un dispositivo de lo más práctico y cómodo, pero aunque puedas, no debes enchufarle todos los aparatos de tu casa
Entre que cada vez hay más dispositivos (y por ende, los usamos más), que las casas viejas tienen pocos enchufes y que en ocasiones por cuestiones de instalación estos nos pillan a desmano, las regletas se han convertido en un elemento imprescindible en muchos hogares por comodidad y conveniencia.
Así, no cuesta encontrar una regleta cerca (me incluyo) para tareas como cargar el móvil o suministrar corriente a la TV. Sin embargo y aunque dispongan de la toma para conectar cualquier aparato doméstico, la realidad es que no deberíamos conectarlos por una cuestión de seguridad.
El parámetro clave de las regletas
A la hora de comprar una regleta lo normal es fijarse en el número de tomas que tiene, su diseño, si tiene conectividad, el precio y poco más, pasando por alto sus especificaciones técnicas. O lo que es lo mismo, la máxima potencia soportada y qué medidas de seguridad ofrece (importante que disponga de protección ante sobretensiones y cortocircuitos).
Para que nos hagamos una idea, un enchufe de tipo Schuko en España tiene una intensidad permitida de unos 16 A y potencia máxima de 3.700 W, pero habitualmente la potencia pico de una regleta convencional suele estar por debajo. ¿Cómo saber este dato? Está en la documentación del fabricante. Ojo porque no superar esta potencia máxima de diseño con los dispositivos que tengamos conectados no implica que no pueda haber una sobrecarga, especialmente si hay un fallo eléctrico en la instalación.
Porque la realidad es que las regletas están diseñadas para conectar aparatos de relativamente poca potencia, como puede ser un teléfono, una tablet, un portátil o dispositivos de bajo consumo como una smart TV, una consola, un reproductor o similares. En cualquier caso, una buena práctica a tener en cuenta es no sobrecargarla.
Mejor no enchufar estos aparatos a la regleta
Sin embargo, hay quien por practicidad o necesidad apuesta por enchufar aparatos potentes y de alto consumo, como por ejemplo un radiador, calefactor, secadores, planchas y rizadores de pelo, aires acondicionados e incluso electrodomésticos como hornos, neveras, microondas, lavavajillas y hasta la lavadora. Craso error: esta conexión puede provocar calentamiento, aumentando así el riesgo de incendios.
Y como una imagen vale más que mil palabras, el 112 de la Comunidad de Madrid alertó a principio de año en su cuenta de Twitter/X con un vídeo de una regleta completamente calcinada fruto de un fuego originado por la conexión de un aparato de gran potencia y una recomendación: que los aparatos eléctricos de gran potencia se conecten directamente a un enchufe de pared.
Los Bomberos en su cuenta de Twitter/X también insisten en este consejo, recalcando que destinemos las regletas solo para aparatos de bajo consumo. Asimismo, invitan a desechar cualquier aparato con golpes, mal aspecto o con un cable en mal estado.
Este tipo de sucesos acaecen especialmente con el frío, momento en el que conectamos calefactores y radiadores en regletas, así como las clásicas luces navideñas y otros ornamentos que se unen a los dispositivos habitualmente conectados. Y es que de forma general, se recomienda no sobrecargar la regleta. Además es una buena idea situarlos lejos de materiales potencialmente fáciles de prender, como las cortinas o el sofá; y desconectar los aparatos cuando no los vayamos a usar.
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