De pequeño (y no tan pequeño) me movía mucho en las sillas del colegio. Me encantaba balancearme continuamente y ponerme sobre dos patas haciendo equilibrios imposibles mientras hacía los deberes y ante la mirada de sorpresa de los profesores. Y no era el único de la clase, éramos muchos los que teníamos esa manía o tic nervioso. ¡Cuánta energía desaprovechada!
¿Por qué? Pues porque nuestro esfuerzo no se reutilizaba para nada, algo que MOOV quiere resolver de una vez por todas aplicando las últimas tecnologías en recolección y almacenamiento energético a una silla de aspecto más o menos convencional.
Por medio de un sistema de captación basado en las propiedades piezoeléctricas de sus materiales, la silla es capaz de ir recuperando energía eléctrica cada vez que nos movemos y balanceamos mientras estamos sentados.
Cargando el móvil con nuestro balanceo
Estos electrones son almacenados en una batería interna insertada dentro de la silla y puestos a disposición del usuario por medio de un puerto USB al que podemos enchufar nuestros dispositivos móviles.
Y no hacen falta movimientos bruscos. Al parecer simplemente moviendo las piernas y los pies con el típico golpeteo nervioso es capaz de ir recogiendo electricidad, como podemos observar en el siguiente vídeo:
Por el momento no conocemos qué eficiencia tiene el invento ni cuándo llegará al mercado (si es que lo hace finalmente) o a qué precio, pero la idea es bastante interesante y seguro que podría ahorrarnos unos eurillos en electricidad a más de uno.
Vía | Design Boom
