Cuando hablamos de mejorar la eficiencia de las edificaciones y lograr construcciones más eficientes, estamos acostumbrados a pensar casi siempre en los mismos materiales. Algo con lo que quieren romper estos investigadores al apostar por el vidrio como material para construir edificios.
En concreto lo ha logrado un equipo de científicos Suizos del Empa, al desarrollar un tipo ladrillo translúcido y relleno de aerogel de sílice. Con esta premisa lo que han logrado es tener en sus manos un material resistente, que aísla y que además deja pasar la luz.
Aísla, deja pasar la luz y es resistente
En este caso se trata de un ladrillo translúcido y relleno de aerogel de sílice que mejora a los ladrillos convencionales al ofrecer una mayor capacidad de aislamiento y de resistencia a la vez que permite el paso de luz, y de esta forma facilita la iluminación interior de forma natural.
Publicado en la revista Journal of Building Engineering, con el uso de este material se permite que la luz llegue mejor al interior de las edificaciones, y que al mismo tiempo estas sean más eficientes energéticamente al contar con los rayos del sol como calefactor natural. De esta forma es un material más eficiente, pues cuanto mejor se aísla un edificio, menos calor se pierde en el invierno y a la vez se requiere menos energía lograr una temperatura ambiental agradable.
Para crear este tipo de ladrillo transparente, el equipo de desarrollo ha basado sus trabajos en el uso de materiales como el vidrio flotante que se consigue al hacer flotar el vidrio fundido sobre una capa de estaño fundido y de esta forma tener un modelo uniforme, con capas de resina epoxi y granulado de aerogel de sílice.
Con estas mimbres y tras múltiples simulaciones, dieron con un resultado. Crearon un ladrillo formado por cuatro paneles de vidrio flotado de 12 mm conectados con espaciadores fundidos entre los cristales, con tres de las caras selladas con una capa de epoxi de 1,5 mm. Un sistema que lograba por una parte un aislamiento térmico y por otra una translucidez relativa, que no transparencia, para dejar pasa la luz.
Con el resultado final ya en sus manos, el ladrillo resultante superó distintas pruebas y obtuvo una resistencia a la compresión que superaba a la de los ladrillos tradicionales a lograr cerca de 45 megapascales (MPa). Además, al estudiar la conductividad térmica o lo que es lo mismo, la capacidad de un material para conducir el calor, el ladrillo de vidrio relleno de aerogel no superó los 53 mW/(m-K).
Se trata de un material que puede ser idóneo para construcciones, en las que se busque una iluminación natural en los interiores y en este sentido empresas y edificios públicos pueden verse beneficiados. Es el caso de oficinas, bibliotecas, museos...
Un material más resistente que los ladrillos de arcilla tradicionales, que además es aislante y que permite iluminar el interior al ser compatible con casi todo el espectro de luz visible que hace que el vidrio deje de ser un complemento en las construcciones, para convertirse en un elemento estructural más.
Por ahora y tras el desarrollo, los investigadores han presentado una solicitud de patente para el ladrillo de vidrio de aerogel y están buscando posibles socios industriales.
Imagen portada | Empa
Vía | Omicrono
Más información | Empa
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